Vicenç Navarro (por cierto, asesor del gobierno sueco socialdemócrata en los 80, del gobierno Clinton en EEUU, Allende en Chile, etc):
"El columnista Xavier Vidal-Folch, que escribe frecuentemente sobre temas económicos, firmó un artículo (“Última oportunidad”, El País,
26.09.16) a favor del Tratado de Libre Comercio entre EEUU y la UE en
el que definió a los que se oponían a dicho tratado como
“antiamericanos” (con lo cual quería decir antiestadounidenses, pues la
mayoría de americanos viven en el sur y centro de las Américas, no en el
norte), acompañando predeciblemente esta definición con toda una serie
de insultos y sarcasmos que, por desgracia, son costumbre en este
columnista (al cual, por cierto, solía leer en tiempos pasados, pero lo
hago con menos frecuencia desde que su estilo y narrativa han cambiado
bajo la nueva dirección del diario). Según tal definición de
“antiamericanismo”, nos encontramos con que la mayoría del pueblo
estadounidense, así como la mayoría de sindicatos de EEUU, además de los
dos candidatos a la presidencia de EEUU, el Sr. Trump, candidato del
Partido Republicano, y la Sra. Hillary Clinton, candidata del Partido
Demócrata, son, todos ellos, “antiamericanos”, pues todos ellos están en
contra de tal tratado (la Sra. Clinton pasó de apoyarlo cuando fue
Secretaria de Estado -equivalente a Ministro de Asuntos Exteriores- del
gobierno Obama, a distanciarse ahora durante la campaña electoral).
En realidad, el desconocimiento de EEUU de tal columnista es sorprendente. En otro artículo reciente, “Nostalgia de Obama”
(17.10.16), en alabanza del Presidente de EEUU indicaba que uno de sus
méritos había sido poner fin “al militarismo imperial de Cuba” (cita
directa del artículo), afirmación que se espera de los Eduardo Inda de
este país, pero que considero lamentable leer en las páginas de El País.
Cualquier observador, mínimamente objetivo, de la política exterior de
Cuba, puede ver que su ayuda exterior no es en materia militar, sino en
causas humanitarias (ayuda en las regiones del ébola en África, en el
huracán en Haití, y en muchos otros lugares del mundo), ayuda que ha
sido ejemplar, como es ampliamente reconocido, incluso por el propio
Presidente Obama (cuyo Estado federal, por cierto, tiene bases militares
por todo el mundo) y por el Secretario de Estado de EEUU, el Sr. Kerry.
La cantidad y calidad de tal ayuda, con el compromiso ejemplar de los
profesionales sanitarios que participan en ello, ha sido alabada
extensamente, incluso por voces conservadoras capaces de ser objetivas (...)
Pero, por si el editorial citado anteriormente no fuera poco, el responsable de Opinión de El País, el
Sr. José Ignacio Torreblanca (responsable de la exclusión de voces
críticas en tal sección), escribió hace unos días un artículo en el que,
de nuevo, insulta a aquellos que responsabilizan a los barones del
PSOE, incluido Felipe González, de oponerse a la alianza PSOE-Podemos
prefiriendo, en su lugar, la continuación del gobierno Rajoy.
Torreblanca indica, como dicen los barones, que no hay alternativa posible a Rajoy,
pues las izquierdas no suman ahora, ni sumaron en 2015, los escaños
suficientes para permitir una alternativa de izquierdas. Concluye, pues,
como también concluye el editorial de El País del mismo día, que Sánchez está llevando “al PSOE al abismo por la quimera de querer pactar con un Podemos que no quiere pactar con él” (el subrayado es mío) (ver el artículo “Quimeras“, El País, 29.09.16).
Este personaje está mintiendo (y él lo sabe), pues es a todas luces
visible y público que Podemos, tanto en 2015 como en 2016, expresó su
deseo de pactar con el PSOE. Fueron los barones del PSOE y el propio El País los
que no quisieron, y solo permitieron que se abriera esta posibilidad
una vez el PSOE pactara primero con Ciudadanos, estableciendo una
dinámica que sabían a priori que sería muy difícil para Podemos poder
aceptar (...)
El País, como la mayoría de medios de información y
persuasión españoles, tiene una obsesión enfermiza contra el Secretario
General de Podemos, el Sr. Pablo Iglesias, que alcanza dimensiones
delirantes en editoriales como el titulado “Iglesias desatado” (18.10.16), en el que se presenta la supuesta batalla entre Errejón (sobre quien El País
había mentido indicando que deseaba desbancar a Iglesias como
Secretario General) y Pablo Iglesias como si la hubiera ganado este
último, habiendo abandonando de forma oportunista la socialdemocracia
para convertirse al allendismo. Tengo que admitir que tuve que leer este
editorial dos veces, pues me era difícil aceptar que el que escribió
tal editorial pudiera ser tan ignorante, pues, por lo visto, desconocía
que el gobierno de Unidad Popular (presidido por Allende), al cual tuve
el enorme privilegio de asesorar, era socialdemócrata, intentando
desarrollar el socialismo a través de la vía democrática, proyecto que
el aparato del PSOE (pero no su militancia) habían y continúan
abandonando.
Última observación: ¿hasta cuándo este silencio ensordecedor?
Para los que habíamos colaborado hace ya tiempo con El País y
teníamos esperanzas de que podría ser un rotativo que rompiera con el
enorme conservadurismo de los medios en España, nos entristece que se
haya convertido en uno de sus mayores puntales, presentando, editorial
tras editorial, y encuesta tras encuesta, el anti-izquierdismo que
tipifica a la gran mayoría de los medios, convirtiendo España en una dictadura mediática. Y mientras, nos debemos preguntar ¿Hasta
cuándo las voces auténticamente democráticas dentro del rotativo
permanecerán calladas?"
No hay comentarios:
Publicar un comentario