Eduardo Galeano (El cazador de historias): "En los días, los guía el sol. En la noche, las estrellas. No pagan pasaje, y viajan sin pasaporte y sin llenar formularios de aduana ni de migración. Los pájaros, los únicos libres de este mundo de prisioneros, vuelan sin combustible de polo a polo, por el rumbo que elijen y a la hora que quieren, sin pedir permiso a los gobiernos que se creen dueños del cielo"
“En los países democráticos no se percibe la naturaleza violenta de la economía, mientras que en los países autoritarios lo que no se percibe es la naturaleza económica de la violencia”
Bertolt Brecht
"Hay que aprender de los errores del siglo XX y superarlos. El capitalismo no lo ha hecho. Los socialistas deben hacerlo"
Tariq Ali
"La cuestión no es mercado sí o mercado no, es qué espacio tenemos que concederle al mercado para que tenga efectos positivos y qué espacio tenemos que quitarle para que no tenga efectos negativos"
César Rendueles ("Capitalismo canalla" antídoto para "Los enemigos del comercio" de A. Escohotado)
"Los poderosos siempre han perseguido a los alfabetizadores, a los que paraban las balas con columnas de periódico, a los que hacían escudos con libros cargados de metáforas y razones. También a los que han hecho visibles a los invisibles, a los que enseñan a decir no con una sonrisa y también a los que enseñan desde el monte a recordar que no hay que vivir de rodillas"
J.C. Monedero
Qué son los PsyOps: "Los daños que causan las PsyOps [Operaciones Psicológicas] se reflejan en la aparición de cambios en el plano cognitivo y mental (...) Toda operación militar, y por tanto toda operación psicológica, tiene que contar con una cadena de mando. El análisis detallado de los mensajes a través de Twitter y Facebook ha permitido descubrir «nodos de red», o sea estados mayores implicados en la operación. Estos están entrenados en el uso de métodos de control de las multitudes para crear una situación de contagio entre individuos de diferentes medios y orígenes. De esa manera, los estados mayores logran localizar fácilmente los «repetidores de opinión», o sea los individuos que influyen sobre los demás. Los especialistas pueden entonces optar entre informarlos sobre el proyecto o mantenerlos en la ignorancia de lo que está sucediendo"
Valentin Vasilescu (experto en inteligencia militar)
"Gozamos de tres bienes de valor incalculable. La libertad de conciencia, la libertad de palabra y la prudencia de no usar nunca ninguna de las dos". Mark Twain.
viernes, 28 de abril de 2017
De la academia francesa
jueves, 27 de abril de 2017
El movimiento nacional de siempre
"De un tiempo acá, y en acelerada progresión, se vienen produciendo en ámbitos judiciales, gubernativos, ciudadanos y culturales decisiones y posicionamientos impensables hace menos de una década. La fina pátina que sobre el franquismo puso la Transición, empieza a desconcharse permitiendo atisbar el despertar del monstruo que el consenso hibernó. Pero no caigamos en la tentación de hacer recaer sobre la figura personal del dictador la responsabilidad única de un régimen asentado sobre sangre y persecución.
La Historia de España nos ilustra sobre algunas cuestiones que nos evitarán caer en simplezas y lugares comunes. Franco no inventó nada. Su Movimiento Nacional no fue otra cosa que la amalgama y sistematización de los contenidos de tres realidades históricas.
En primer lugar la Contrarreforma Católica (siglos XVI y XVII) que consolidó la simbiosis entre el trono y el altar junto con la ausencia de sentido cívico ciudadano en beneficio de una religiosidad de prácticas externas de oropel. La segunda, la institucionalización con Fernando VII del rechazo a usar la razón en los ámbitos de la vida, tanto privados como públicos; el casticismo, el misoneísmo y la persecución política extrema. La tercera ha sido la inmutable estructura de la propiedad como base de la también inmutable estructura del poder.
Este hábitat se ha cohesionado aún más cuando ha creído que su estatus social y la modorra mental en la que se ha instalado, corrían peligro. La tendencia hacia lo inercial y hacia la comodidad del no pensamiento, constituyen la base del franquismo sociológico de actividades culturales, fiestas patronales y discursos de cargos públicos. Incluso de muchos que se declaran de izquierdas. España, como decía Pierre Vilar, lucha siempre contra su pasado. Un pasado plagado de victimarios y víctimas por el nefando delito de ser librepensadores, reformistas, demócratas y demás especímenes que han incurrido en la funesta manía de pensar por su cuenta"
martes, 25 de abril de 2017
Tranquilidad francesa
sábado, 22 de abril de 2017
Espejo de té (Isaac Rosa)
viernes, 21 de abril de 2017
Al fin presidente
Malos útiles
sábado, 15 de abril de 2017
Imperativos que no liberan, libertad que no impera
"El imperativo estructura nuestras sociedades posmodernas, aunque ahora el emisor de la orden sea un conjunto de normas sin rostro conocido. La orden se ha deshumanizado, diluyéndose la responsabilidad ejecutiva en un conjunto ideológico anónimo. Se sabe que hay que obedecer para mantenerse en una normalidad nebulosa. Somos conscientes de que obedecemos de manera instintiva: si nadie nos mira o rehuye o denuncia nuestra actitud con gestos de sorpresa o reproche, todo va bien y el emisor gran hermano se siente satisfecho en su poltrona fuera de la realidad tangible.
http://rebelion.org/noticia.php?id=225402
viernes, 14 de abril de 2017
Europa de dos vías
George Monbiot:
Cuando las corporaciones se libran de los sindicatos, coartan la libertad de sus trabajadores. Cuando los muy ricos se libran de pagar impuestos, otros sufren las consecuencias de contar con servicios públicos en quiebra. Cuando los financieros son libres para diseñar extraños instrumentos financieros, los demás pagamos por la crisis que causan.
Por encima de todo, los millonarios y las organizaciones que piden libertad ante algo que denominan "el papeleo". Lo que quieren decir por papeleo son los instrumentos para la protección del interés público. Un artículo del Telegraph de la semana pasada llevaba el siguiente titular: "Acabad con el papeleo que ahoga a Gran Bretaña tras el brexit para liberarlo de las cadenas de Bruselas". Efectivamente, nos ahogamos, pero no por el papeleo. Nos ahogamos porque el Gobierno desprecia las normativas europeas sobre calidad del aire. La contaminación resultante sí que libera a miles de almas de sus cuerpos.
Arrancar esas medidas de protección del interés público significa que millonarios y corporaciones estarán libres de las restricciones de la democracia. De esto van el brexit y Donald Trump. La libertad que nos prometieron es la libertad de los muy ricos para explotarnos.
Hay que reconocerle al Telegraph –un periódico inmerso en una campaña para desregular la economía británica en su totalidad una vez que abandone la UE– una inusual sinceridad sobre quiénes serán los verdaderos beneficiados. Según explica "el fin último de todo este proceso debería ser... liberar a los creadores de la riqueza". (Creadores de riqueza: un eufemismo para referirse a los millonarios). Entre los supuestos premios que enumera se encuentran cambios en la clasificación de los plátanos –lo que permitiría que plátanos muy curvos sean considerados como Clase 1–, una vuelta a las bombillas incandescentes y la libertad para matar tritones crestados.
Sospecho que a los hermanos Barclay, los millonarios dueños del Telegraph, los plátanos no les importan un carajo. Pero dado que su imperio de negocios incluye hoteles, transporte de mercancías, venta de coches, ventas a domicilio y repartos varios, puede que les interesen enormemente las directivas europeas sobre horarios de trabajo y otros aspectos de las leyes laborales, impuestos, estudios de impacto ambiental, así como la directiva sobre derechos de los consumidores, leyes sobre seguridad marítima y un amplio abanico de similares medidas de protección del interés público.
Si el Gobierno acepta esta "hoguera del papeleo" ganaríamos plátanos curvados y privilegios para matar tritones. Por otro lado, podríamos perder nuestros derechos al empleo justo, a un mundo vivo duradero, al aire limpio, al agua limpia, a la seguridad pública, a la protección del consumidor, a los servicios públicos funcionales y a los demás aspectos que caracterizan a una civilización. Qué difícil elección, ¿no creen?"
http://rebelion.org/noticia.php?id=225270
miércoles, 12 de abril de 2017
La Europatía era esto
En segundo lugar, la victoria de Trump. Amenaza inmediata, el repudio del Acuerdo de París sobre el cambio climático. Pero también hay que mirar hacia el gobierno que se perfila, con el peso de los tiburones de Wall Street y de la industria petrolera, los militares belicistas y la resurrección de los profetas ultraconservadores. Podemos ver lo que se nos viene encima: maná de los dioses para las finanzas y el neoliberalismo emparejado con el autoritarismo, como en sus peores momentos.
Pero existe todavía otra pesadilla que está por llegar: una nueva crisis financiera. La pregunta, por cierto, no es si esta crisis se producirá, sino cuándo se va a producir. El aumento de la volatilidad de los mercados financieros y la acumulación de la deuda son las consecuencias de una política amenazadora: el BCE puso dinero en circulación que revalorizó las acciones pero no impulsó la demanda y en particular la inversión, mientras que las tasas de interés negativas estrecharon los márgenes bancarios y estimularon nuevas operaciones financieras de riesgo, de las que el Deutsche Bank es un ejemplo (el valor nocional de los derivados es superior al valor del PIB mundial). Es decir, nuestro problema mundial son las soluciones al problema.
Al finalizar el año pasado, nos encontramos con una crisis de la demanda mundial y con una escasa capacidad para responder a una recesión, porque los bancos centrales no pueden hacer mucho.
Tomen nota, por favor: el centro del peligro está en Europa, que acumuló los mayores errores durante toda la década y lo pagará ahora con la ‘trumpificación’ de su política en Francia y Alemania (...)
La segunda es que esta combinación de acumulación de dificultades por medio de la extracción de los ingresos financieros ha creado un proceso de endeudamiento insostenible, que condujo a la crisis de las subprime de 2007 y a la recesión de 2008, después de un largo período recesivo.
La tercera es que este proceso de endeudamiento se vio alimentado por la creciente desigualdad que, al igual que en la década anterior a la primera depresión (1929), estimuló la transferencia de ingresos de los trabajadores y pensionistas hacia las finanzas, primero a través de la deuda privada y luego de la deuda pública.
La cuarta es que la política de austeridad orientada hacia el aumento del desempleo tiene un efecto estratégico: debilitar el poder de negociación de los trabajadores y de los movimientos sociales y obtener la privatización los bienes públicos esenciales, y se diferencia así de las políticas de respuesta a la primera gran depresión, con las que se procuraba aumentar la inversión para crear puestos de trabajo.
La quinta conclusión es que la recesión y austeridad generan el espiral de la deuda, por lo que la austeridad es la causa más que la cura de la depresión. La austeridad es además una idea peligrosa. Para responder a la depresión es preciso poner fin a la austeridad y, por lo tanto, la reestructuración de las deudas.
La sexta conclusión es que para reestructurar las deudas es preciso abandonar el euro e imponer y reconvertir la deuda en la nueva moneda nacional, devaluada para promover la sustitución de importaciones y mejorar los saldos comerciales y, sobre todo, permitiendo asi la emisión monetaria y, por tanto, dejar de depender de la financiación a través de los mercados financieros, recuperando un banco central nacional. Después de la experiencia del gobierno griego, no es posible que la izquierda siga fomentando la ilusión de que la Unión Europea permite una negociación amable para un acuerdo que salve las economías endeudadas. Si Grecia ha enseñado algo ha sido que el castigo político y la destrucción de un país serán los instrumentos de la Comisión y del BCE para garantizar la protección de los acreedores y las rentas perpetuas para apoyar la financiación"
En el primer caso, aparecen las expresiones de descontento popular articuladas, principalmente, por las clases dominantes de los países y zonas del centro capitalista pertenecientes al arco atlántico en crisis, catalizadas por UKIP en el caso del Brexit en Gran Bretaña, de la victoria de Trump en el conocido como cinturón del óxido (rust belt) de EE UU y el avance del FN en las zonas industriales en declive de Francia, que en el caso de los países del este, capitalizan los herederos de las viejas élites nacionalistas rurales reconvertidas en burguesías rentistas urbanas dependientes de Alemania y EE UU (...)
Se estaría ante los discursos defensores de la desglobalización, que en el caso de la derecha, pretenden articular una potente base popular con las que lograr triunfos electorales que les permitan acceder al control del Estado, y así reconstruir su capacidad económica y competidora frente a otras facciones de clase mejor insertadas en la globalización.
En el segundo caso, los países de la Europa meridional sufren la crisis de un modelo de inserción subalterna en la UE, que ha especializado sus economías en economías de servicios desindustrializadas, basadas en el sector del turismo y el logístico, que han asumido en la Europa del euro una posición periférica dentro de la división del trabajo principalmente configurada por Alemania y demás potencias exportadoras europeas (Holanda y Suecia principalmente).
El artículo de Louçã explica de manera acertada, las consecuencias de un modelo de especialización productiva de los países de la Europa meridional dentro de la economía euro, que ha traído como resultado la conversión en países endeudados, debido al fuerte déficit exterior contraído con los países del centro europeo y de fuera de la UE. Este proceso entra dentro de la dinámica de endeudamiento general de los países de la periferia europea, provocada por la estrategia exportadora alemana, la cual ha impuesto una división espacial dentro de la UE entre países del centro exportadores y dotados de una fuerte estructura industrial y tecnológica, y países periféricos endeudados que han reproducido un modelo comercial dependiente. Dicho esquema ha definido el proyecto neoliberal europeo, que con la crisis del euro, ha erosionado los consensos sociales que existían en dichos países respecto a la UE y, que de manera especial en España, Grecia y Portugal, ha generado la irrupción de proyectos que se reclaman de proyectos soberanistas de carácter popular.
La expansión de la globalización económica ha resucitado no solo expresiones de identidades étnicas y locales, sino que ha resucitado al gran sujeto a través del cual se ha desarrollado la política a lo largo del siglo XX: el poder del Estado, lo que en palabras de John Agnew, convierte de nuevo al Estado nación “como la principal estructura de oportunidad para la mayoría de las formas de actividad política”, escenario que condicionará, guste o no, el debate de la reconstrucción de la izquierda en Europa"
http://www.espacio-publico.com/se-abre-o-se-cierran-oportunidades-para-el-cambio-en-europa#comment-5881
lunes, 10 de abril de 2017
EEUU Today
El hipermediático Trump entendió perfectamente que necesitaba un gesto de fuerza para disipar el cerco mediático en casa promovido por los Demócratas de Obama-Clinton y agencias estatales a su servicio que le vincula a Rusia, y que tanto daño le está haciendo. Estratégicamente impecable. Y cuando se tiene delante el gusto por las armas químicas resulta más fácil. La desregulación financiera mortal que está llevando a cabo, en cambio, ha gozado de la complicidad de todos los medios para eclipsarla. Bueno, y que a él y a su hija les preocupan mucho los niños gaseados, como nos han contado los medios, típica sensibilidad de presidente de los EEUU, que ha bombardeado tantas veces a la Israel del fósforo blanco, por ejemplo.
"En esos años, buena parte de los estadounidenses ha sido convencida de que el secretismo es un aspecto fundamental de la seguridad nacional; que lo que sepamos acabará haciéndonos daño; y que la ignorancia del funcionamiento de nuestro propio Estado –sumido hoy en la penumbra del secretismo– nos protege del “terror”. En otras palabras: el conocimiento es peligroso y la ignorancia, seguridad. Sin embargo, tan orwelliano como puede sonar, esto se ha convertido en lo normal en el Estados Unidos del siglo XXI.
Que el gobierno deba tener el poder de vigilarnos en estos momentos es apenas un dato de la realidad; que nosotros debamos tener el poder de vigilar (o simplemente controlar) a nuestro propio gobierno es un lujo de otros tiempos. Esto ha demostrado ser una fórmula eficaz para arribar a la desmovilización que define a esta época, aunque encaje bastante mal con cualquier descripción normal del funcionamiento de una democracia o con la hoy excesivamente anticuada creencia de que una sociedad informada (en contraposición a una sociedad no informada, o incluso desinformada) es decisiva para el funcionamiento de tal gobierno.
Por otra parte, mientras los más altos funcionarios de la administración Bush lanzaban su Guerra Global Contra el Terror después del 11-S, seguían obsesionados por los recuerdos de la movilización por Vietnam. Ansiaban unas guerras en las que no hubiera periodistas curiosos, ni horribles recuentos de bajas, ni bolsas con cadáveres volviendo a casa que provocarían manifestaciones ciudadanas. En su mente, para el público estadounidense solo habría dos papeles disponibles. El primero respondía a la memorable exhortación del presidente George W. Bush: “Ir a Disney World, en Florida, con vuestra familia y disfrutar de la vida del modo que nosotros queremos que se disfrute” –en otras palabras, ir a comprar al centro comercial–. El segundo, era agradecer eternamente y elogiar a los “guerreros” estadounidenses por sus hazañas y sacrificio. Para mejor o para peor (invariablemente, acabaría siendo para peor), sus guerras debían ser sin pueblo y libradas en tierras remotas, de modo que no alteraran la vida de Estados Unidos, otra fantasía de nuestra época.
La cobertura mediática de estas guerras debía ser cuidadosamente controlada: periodistas “incrustados” en las unidades militares; las bajas (estadounidenses) mantenidas en el menor número posible; y las propias acciones militares realizadas en secreto, “inteligentes” y cada vez más robóticas (de ahí, los drones) con la muerte centrada exclusivamente en el enemigo. En resumen, la guerra “a la americana” debía transformarse en algo inimaginablemente aséptico y distante (es decir, si uno vive a miles de kilómetros de ella y puede comprar a lo loco). Además, el recuerdo de los ataques del 11-S ayudó a hacer potable cualquier cosa que Estados Unidos hiciera a partir de entonces.
En esos años, la consecuencia en casa sería una época de desmovilización. La única excepción –tal vez sea la que algún día intrigue a los historiadores– serían los pocos meses anteriores a la invasión de Iraq por parte de la administración Bush, cuando cientos de miles de estadounidenses (millones, en el mundo) de repente salieron a la calle para manifestarse una y otra vez (...)
Aún está por verse si acaso en el Estados Unidos de Trump, con esa sensación de pérdida de vigor de la desmovilización, la política guerrera estadounidense y la de privilegiar a las fuerzas armadas volvieran a convertirse en el blanco de la movilización popular. ¿O acaso Donald Trump y sus generales de teflón tendrán las manos libres para hacer lo que se les antoje en el extranjero, pase lo que pase en casa?
En muchos sentidos, desde su fundación Estados Unidos ha sido una nación hecha por las guerras. En este siglo, la pregunta es: ¿podrían su ciudadanía y su forma de gobierno ser deshechas por ellas?"
"Junto a este poderoso cohete y muchas otras innovaciones de carácter propiamente militar, el sistema televisivo de Russia Today se incluye entre los más eficaces ingenios del arsenal ruso.
lunes, 3 de abril de 2017
El imperio se contraataca
Pascual Serrano:
"Lo de Estados Unidos es un imperialismo militar de pérdidas netas, en palabras del profesor de Relaciones Internacional Augusto Zamora R. Para sostenerlo aporta valiosos datos en su libro Política y geopolítica para rebeldes, irreverentes y escépticos (Akal, 2016), por ejemplo que a diciembre de 2014 la guerra de Afganistán le habría costado un billón de dólares, lo que equivale a diez presupuestos militares anuales de Rusia o dos de EEUU, que son de 500.000 millones.
En cambio lo que tienen es una deuda pública que se aproxima a los 20 billones de dólares, el 102,6% del PIB de EEUU. Ésta se ha cuadruplicado durante los últimos 14 años, ya que a comienzos de siglo se situaba en los 5,62 billones de dólares, el 54,7% del PIB. Hoy cada niño estadounidense nace debiendo casi 63.000 euros. No parece tan buena idea querer ser ciudadano de ese país.
Según el FMI, en el año 2040 la República Popular China representará el 40% del PIB mundial, EEUU se quedará en el 15%, India será el 12% y la Unión Europea tendrá un escuálido 5%. Por su parte, el informe de PWC El Mundo en 2050 ¿Cómo cambiará el orden económico mundial? prevé que, para ese año, el segundo puesto será para India, que desbancará a Estados Unidos.
En la actualidad, tiene capacidad militar ofensiva como la suma de las diez potencias siguientes y representa el 41% del gasto militar mundial, pero solo le sirve para que sus ciudadanos sufran carencias por la disminución del gastos en las otras partidas y, en cambio, ni siquiera gana las guerras, para humillación de sus dirigentes.