“En los países democráticos no se percibe la naturaleza violenta de la economía, mientras que en los países autoritarios lo que no se percibe es la naturaleza económica de la violencia”
Bertolt Brecht

"Hay que aprender de los errores del siglo XX y superarlos. El capitalismo no lo ha hecho. Los socialistas deben hacerlo"
Tariq Ali

"La cuestión no es mercado sí o mercado no, es qué espacio tenemos que concederle al mercado para que tenga efectos positivos y qué espacio tenemos que quitarle para que no tenga efectos negativos"
César Rendueles ("Capitalismo canalla" antídoto para "Los enemigos del comercio" de A. Escohotado)

"Los poderosos siempre han perseguido a los alfabetizadores, a los que paraban las balas con columnas de periódico, a los que hacían escudos con libros cargados de metáforas y razones. También a los que han hecho visibles a los invisibles, a los que enseñan a decir no con una sonrisa y también a los que enseñan desde el monte a recordar que no hay que vivir de rodillas"
J.C. Monedero

Qué son los PsyOps: "Los daños que causan las PsyOps [Operaciones Psicológicas] se reflejan en la aparición de cambios en el plano cognitivo y mental (...) Toda operación militar, y por tanto toda operación psicológica, tiene que contar con una cadena de mando. El análisis detallado de los mensajes a través de Twitter y Facebook ha permitido descubrir «nodos de red», o sea estados mayores implicados en la operación. Estos están entrenados en el uso de métodos de control de las multitudes para crear una situación de contagio entre individuos de diferentes medios y orígenes. De esa manera, los estados mayores logran localizar fácilmente los «repetidores de opinión», o sea los individuos que influyen sobre los demás. Los especialistas pueden entonces optar entre informarlos sobre el proyecto o mantenerlos en la ignorancia de lo que está sucediendo"
Valentin Vasilescu (experto en inteligencia militar)

"Gozamos de tres bienes de valor incalculable. La libertad de conciencia, la libertad de palabra y la prudencia de no usar nunca ninguna de las dos". Mark Twain.


lunes, 30 de septiembre de 2019

The wall

 
Antonio Fernández Vicente, profesor de teoría de la comunicación, Universidad de Castilla-La Mancha
 
"¿Vivimos en un mundo donde cada cual busca su interés más mezquino sin preocuparse por los demás? ¿Permanecemos insensibles al dolor ajeno? ¿Nos sentimos cómodos en nuestro aislamiento respecto a los que no son como nosotros?
Son preguntas que sugiere el álbum The Wall, de la banda británica de rock progresivo Pink Floyd. Se trata de uno de los hitos de la cultura contemporánea. 40 años después de su publicación, su temática parece ser premonitoria de hacia dónde íbamos. Y de dónde nos encontramos hoy.
La música, nos dice el filósofo Vladimir Jankélévich, tiene el poder de evocar lo que con palabras sería imposible de comunicar. Nos hace ver lo invisible a través de los sonidos. Nos ayuda a percibir con más nitidez. A sentir plenamente. A veces, nos golpea para despertarnos. Es una forma de conocer más profunda que cualquier discurso.
Así es The Wall. No hay referencias explícitas al amor. No es un disco para enamorarse en el acostumbrado sentido banal. Pero sí nos obliga a reparar en las barreras que nos separan: los muros que construimos.
Esos muros erigen cercas que tan pronto nos protegen de un imaginado enemigo como nos aprisionan en nuestra fortaleza . Vuelven imposibles los lazos de solidaridad, los vínculos afectivos: en definitiva, el amor en el sentido que le daba el psiquiatra Erich Fromm .
Muros para la intolerancia
Más allá de los ideales y las utopías, la llamada política de "realidades" nos incita a la intolerancia. Habrá muros físicos. También muros mentales, quizás más dañinos y perniciosos. A medida que nos sentimos más vulnerables, añadimos otro ladrillo a nuestro muro de incomprensión, como escuchamos en "The Thin Ice" .
Son las consecuencias del odio a lo que no es como uno mismo, a lo diferente cuando carecemos de anclajes sólidos a los que agarrarnos. Vivimos en precario. Es lo que el sociólogo Zygmunt Bauman ha llamado sociedad líquida .
Esta es la atmósfera adecuada para el germen de fascismos como los criticados en The Wall. Y para lo que Pier Paolo Pasolini llamaba el nuevo fascismo : el consumismo como ideal de vida.
Es lo que el historiador de la economía Karl Polanyi advirtió como origen de los fascismos europeos . En tiempos inciertos y sin sentido, desesperados, donde el afán de lucro aplasta los vínculos sociales de reciprocidad, triunfan las ideologías totalitarias porque reconfortan: dan seguridad al precio de perder la libertad. Seducen sus eslóganes y recetas fáciles. Encandilan a los desamparados y benefician a las elites.
¿Por qué no expulsar lo distinto ? El tema que abre el álbum, "In the flesh?", denuncia la ira etnocéntrica que designa y estigmatiza a nuestros chivos expiatorios .
Insensibles y cómodos
Mientras contemos con nuestras satisfacciones consumistas , o sus promesas de felicidad, nos encerraremos en nuestros propios paraísos hedonistas. Nos volvemos insensibles y egocéntricos: disfrutamos de un confort paralizante, siempre siguiendo al rebaño.
Continuamente el disco pregunta si hay alguién ahí fuera . ¿Podemos sentir a los demás? ¿Les escuchamos? The Wall es una llamada de auxilio para destruir los muros que nos separan: "Juntos, aguantamos. Divididos, perecemos".
Podría parecer que una canción titulada "Mother" hablaría sobre el amor materno. Pero, en su lugar, representa una metáfora acerca de la sobreprotección y el infantilismo de nuestra sociedad. "Madre, ¿debería construir un muro? ¿Debería confiar en el gobierno?"
Es ese amor sobreprotector lo que pondrá todos los miedos en su interior, y nunca le dejará volar: "Mantendrá al bebé cómodo y caliente" y le ayudará a construir el muro. Y le vigilará y controlará por su "bien".
¿No es esto el paraíso soñado del consumismo? ¿El Edén por el que las gentes luchan y compiten entre sí? Se trata de una vida sin riesgos, sin voluntad propia, bajo el manto protector que el dinero nos pueda proporcionar. ¿Por qué no desear vivir en una de esas comunidades cerradas que representan el ideal de una vida acomodada?
Es una especie de profilaxis social: vivir en el seno de una comunidad purificada de todo elemento contaminante. Una sociedad homogénea y uniforme. Y lo que nos amenaza es el extranjero (sin poder adquisitivo, claro está), nos dicen los constructores de muros. Nosotros contra ellos. A salvo y en un estado de inminente paranoia que nos hace odiar y temer a los que expulsamos al otro lado del muro.
Una de las canciones más memorables del álbum, "Comfortably Numb" (Cómodamente insensible), nos habla sobre la posibilidad de escapar de las contradicciones de la vida a través de la anestesia total. Cuando nuestros sueños se han desmoronado, nos evadimos de la realidad sin afrontarla. Nos sumergimos en ilusiones narcóticas, químicas o mentales, en los espectáculos de las industrias de la cultura.
Fuera del muro
Los muros se multiplican hoy en forma de prejuicios, estereotipos y discriminaciones. Es la era de la incomunicación en la que todo el mundo habla pero nadie escucha.
The Wall fue mucho más que un álbum autobiográfico acerca del malestar del compositor principal, Roger Waters, ante la distancia moral que le separaba de los espectadores de sus conciertos. O el reflejo de las discrepancias irreconciliables que condujeron a la separación de la banda unos años después. O un disco a la memoria de su padre, fallecido en la Segunda Guerra Mundial.
Es el espejo en que una sociedad deslavazada puede reconocerse. Después de todo, si lo piensa usted bien, puede que no seamos más que otro ladrillo en el muro.
No obstante, alzar la voz contra el control mental, el conformismo y la indiferencia generalizada es el primer paso para derribar nuestros muros, materiales y mentales. El segundo paso es poner en práctica esos ideales para que no sean palabras vacías. Necesitamos salir al otro lado: al encuentro de los demás, sean quienes sean. Escucharles y ser escuchados. Es un camino incierto y complejo, pero es lo que nos hace humanos"
 
 
 

viernes, 27 de septiembre de 2019

Apocalypse now

 
"En 1979 la ciudad suiza de Ginebra acogía la primera Conferencia Mundial por el Clima. Fue la primera gran cita que tuvo la crisis climática —término aún no acuñado por aquel entonces— como tema central y el primer foro internacional que apuntaba al calentamiento del planeta como una amenaza para la biosfera y la humanidad. Desde entonces todo han sido récords. En 1990 el dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera llegaba a 350 partes por millón (ppm), el límite de seguridad que la comunidad científica señala para que no se produzca un punto de inflexión climatológico. En 2019 hemos llegado a las 415 ppm.
1979 fue también el año en que comenzaron las mediciones por satélite del hielo ártico. Desde entonces, el consenso científico habla de una temporada de deshielo que aumenta en cinco días por década. Eso ha producido otro récord: en los últimos 40 años la extensión mínima del hielo marino ártico se ha reducido en una media de unos 87.000 km2 al año. En 2012 se registraba la banquisa polar ártica más baja conocida: 3,39 millones de km2, cuando en los años 80 la media era de casi 7.000 millones de km2. El hielo ártico desaparece.
Número de huracanes, cantidad e intensidad de las sequías, cambios en las temperaturas máximas… da igual la variable que se mida. Son modificaciones del equilibrio planetario en la biosfera —la esfera que permite la vida— que producen más desequilibrios: desertización, pérdida de agua de los ecosistemas, grupos de especies completos que desaparecen o liberación de gases de efecto invernadero como consecuencia de la descongelación del permafrost de la tundra siberiana o de los cambios de temperatura y acidificación de los océanos, entre otros mucho
El mundo está cambiando. A diario. Y cada día más rápido. Un millón de los ocho que hay de especies animales y vegetales existentes está bajo la amenaza de la extinción. Lo dice la Plataforma Intergubernamental sobre la Biodiversidad y los Servicios Ecosistémicos de la ONU. El informe de octubre de 2018 del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de Naciones Unidas, el grupo de mayor prestigio que trabaja el tema, lo dejaba claro: hay que limitar el aumento de las temperaturas medias globales respecto a los niveles preindustriales a 1,5ºC. 2ºC sería catastrófico. ¿Hacia dónde vamos con el ritmo actual? Directos a un incremento de más de 3,5ºC. 
Han pasado 40 años desde la primera conferencia sobre el calentamiento global. Casi 30 desde la creación Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Y aún en 2018 las emisiones globales de CO2 aumentaron, un 2,7%, con negacionistas de la crisis climática como Trump o Bolsonaro presidiendo dos gigantes como Estados Unidos y Brasil.
La comunidad científica lo ha dejado claro demasiadas veces. Y el hartazgo es total. Por ello, en 2018 nacieron dos jóvenes movimientos que se han sumado al grito por la defensa del planeta: Fridays for Future, con sus huelgas estudiantiles de cada viernes, y Extinction Rebellion, con su desobediencia civil. Este año la confluencia de ambos movimientos, junto a las organizaciones que llevan décadas trabajando el problema, ha llevado a movilizaciones como las huelgas estudiantiles de marzo y mayo o el bloqueo del centro de Londres en abril. En septiembre, con la Huelga Mundial por el Clima, la protesta fue planetaria, con movilizaciones masivas en los cinco continentes.
Las jóvenes generaciones lo han dejado claro. No hay problema mayor que este. Si gobiernos, empresas e instituciones no quieren escuchar, habrá que hacer que escuchen. Si no hay un giro de 180 grados en las políticas energéticas, de transporte, industriales y medioambientales, nada podrá parar un cambio drástico del clima del que ya vemos sus garras. Es el momento de actuar, y si quienes tienen el poder se resisten a hacerlo, habrá que obligarlos. Nos va la vida en ello"
 
 

lunes, 23 de septiembre de 2019

De guerras híbridas


Rafael Poch:

"Hoy en día en este mundo incierto solo hay dos planes generales de ordenamiento: el belicista de Occidente liderado por Washington basado en el intervencionismo, los cambios de régimen y el control de recursos por la vía militar, es decir, un escenario de caos hegemónico, y el integrador que representa el plan chino de “nuevas rutas de la seda” conocido como “Belt and Road Initiative”, que por muchas y legítimas dudas que suscite no parece incompatible con un orden multipolar basado en el consenso entre los diversos centros de poder y actores del mundo. Este esquema general puede sonar simple, pero es lo que tenemos encima de la mesa. No hay otra cosa.
Las protestas de Hong Kong representan una oportunidad dorada para que el proyecto del caos aseste un golpe en el bajo vientre al proyecto integrador. Naturalmente en nombre de la “democracia y los derechos humanos”, como en Siria, Irak, Libia, Afganistán y demás. En 2014 la combinación de la bajada de los precios del petróleo movilizando a los amigos del Golfo y de las sanciones que siguieron a la operación de cambio de régimen en Ucrania, intentaron frenar la recuperación de Rusia. Vistas desde esa perspectiva general, las concretas ansias democráticas y anticorrupción del movimiento nacional ucraniano en la Plaza Maidán de Kiev fueron una insignificante nota a pie de página de gran valor instrumental. Hoy pasa algo parecido con la calle de Hong Kong: de lo que se trata es de forzar a Pekín a escenificar un Tiananmen.2, una represión que permita incrementar la demonización de China, explica el periodista brasileño Pepe Escobar. “La inevitable consecuencia sería que Occidente y amplios sectores del Sur Global boicoteasen las Nuevas Rutas de la Seda –Belt and Road Initiative – una compleja estrategia con diversos estratos de integración económica que se está ampliando mucho más allá de Eurasia”, dice.
En 2014, las autoridades rusas respondieron apoyando la oposición del Este de Ucrania y anexionándose Crimea, medidas que amortiguaron su derrota y les permitieron salvar la cara y una consolidación por lo menos temporal del delicado prestigio interno de su orden autocrático. Por aquello Moscú aún está pagando el precio de dolorosas sanciones económicas y más militarización junto a sus fronteras. En Pekín ahora deberán ir con mucho tiento para no propiciar una derrota propagandística que les persiga otros 30 años como ocurrió con Tiananmen lastrando su proyección mundial y justificando nuevas sanciones.
El movimiento de Hong Kong es un Maidán contra China. Al igual que en Kiev hace cinco años, por más que el motor sea local, los padrinos y promotores de este movimiento de la “sociedad civil” están en Washington y Berlín. Allí no quieren diálogo. Ni les interesa lo más mínimo la problemática social de Hong Kong. Buscan escenas violentas para su aparato de propaganda y muertos para llevar la situación a un extremo que arroje el resultado buscado: el desprestigio y ulterior demonización de China y de su proyección mundial en beneficio del proyecto del caos hegemónico.
Estamos ante un típico pulso de la dialéctica de los imperios combatientes. La crisis de lo que queda de Hong Kong está siendo instrumentalizada hacia un callejón sin salida. Los chinos van a tener que aplicarse a fondo para no perder esta batalla que por otro lado revela bien a las claras su vulnerabilidad ante la guerra híbrida del adversario"

jueves, 19 de septiembre de 2019

Herramientas del amo o amos de la herramienta

 
Entrevista Marta Peirano:
 
"El libro se abre con la frase de Audre Lorde, “las herramientas del amo no desmantelarán nunca la casa del amo”. ¿Qué hacer entonces y desde qué posición? ¿desde lo individual o desde lo colectivo? Porque lo que se deduce de la lectura de El enemigo conoce el sistema es que estamos en un momento en el que internet no nos está haciendo libres. 
En este momento no. Creo que lo primero que tenemos que hacer es dejar de pensar en esto como un problema individual. Da igual que dejes de mirar el móvil 150 veces al día porque no vas a salvar nada con eso. Probablemente tu vida mejore y tus relaciones, sobre todo las familiares, mejorarán. Pero no vas a salvar nada con eso de la misma manera que reciclando no vas a salvar el planeta. Es un problema colectivo. Igual que el cambio climático. La acción colectiva, la presión política, es la única manera.
Es increíble que hayamos tenido cuatro elecciones en dos años en España y que en ningún momento ningún candidato haya mencionado el pequeño problema de la tecnología. Tenemos que empezar a exigir que se hable de este tema, que los políticos nos expliquen qué plan tienen. Porque esto es un problema global que nos afecta específicamente.
Aparte, debemos dejar de pensar que estas son herramientas que puedes no elegir. Porque ya no lo son. Son las herramientas que se utilizan en tu oficina para gestionar el trabajo, son las herramientas que utilizan tus empleadores para contactar contigo, son tus herramientas de trabajo, son tus herramientas de relación social, son las herramientas que utiliza el colegio para contarte que están haciendo tus hijos las ocho horas al día que no les ves, las que utiliza la sanidad para enviarte las citas.... La dicotomía uso/no uso no existe, es mentira. No tienes la capacidad de dejar de utilizar estas herramientas, porque han invadido tu vida. Han invadido la vida contemporánea. Lo que sí puedes exigir es que estas herramientas no te espíen, no te manipulen y no te encarezcan el resto de tu vida.
El segundo paso: tenemos que dejar de pensar en estas herramientas como si fueran internet. Para la gente que usa free basics, porque son pobres y no tienen más remedio, Facebook es internet. Pero para el resto no. Internet no es el problema, el problema es algo que le ha pasado a internet. Internet sigue siendo una infraestructura a la que le pueden pasar muchas cosas y esto es lo que le está pasando en este momento. Lo veo como una especie de hongo oportunista. Todas nuestras defensas estaban bajas, todos los países y sus legislaciones estaban demasiado encantadas con el nivel de proyección y expansión, y todo el mundo quería tener su Silicon Valley; con esa bajada de defensas hemos cogido un hongo que es la economía de la extracción de datos. Esa economía no es internet pero ahora mismo domina internet.
Internet no es el problema, la extracción de datos es el problema. Todo empieza por la extracción y todas las empresas que hacían esa extracción se han infiltrado en el resto de las industrias. Todo el mundo quiere hacerlo, porque es dinero gratis. Mira Amazon, es una tienda de libros que ahora gestiona la mitad de internet porque el 46% de la nube es de su propiedad y se dedica a infiltrarse en industrias que son ajenas a la suya. No hay más remedio, cuando el hongo oportunista lo ha invadido todo, o mueres contra él o te vuelves él. Como decía Marco Polo en Las Ciudades Invisibles [de Italo Calvino]: o te vuelves infierno y dejas de notarlo o encuentras un lugar que no sea infierno y lo haces crecer. Creo que tenemos que encontrar ese no infierno y darle espacio y hacerlo crecer.
Cuando uso la cita de Audre Lorde lo que quiero decir es que no podemos usar esas herramientas para luchar contra él. Facebook, Twitter, Amazon y Google nunca nos van a ayudar a desmantelar regímenes autoritarios en ningún sitio. Es una trampa cognitiva: no están diseñadas para eso. Están diseñados para exactamente lo contrario. Están diseñadas para que unos pocos controlen a todos los demás.
Necesitamos hacer herramientas que hagan lo contrario. Tengo la teoría de que, si empiezas haciendo herramientas para ayudarte a gestionar la crisis climática, esas herramientas te servirán para todo lo demás. Porque en el contexto de la crisis climática —que es el problema más importante que tenemos por delante— esas herramientas del poder no están diseñadas para ayudarnos a nosotros a gestionar la crisis. Están diseñadas para gestionarnos a nosotros durante la crisis. La herramienta opuesta es la que nos ayudará a gestionar la crisis.
¿Cómo se hace? De manera local. Herramientas locales gestionadas, no solo por gobiernos locales sino por la ciudadanía, en comunidad, para no resolver pero sí para gestionar lo mejor posible ese problema. Mi plan para salvar el mundo [risas] es empezar a hacer herramientas que nos ayuden a gestionar esa crisis y que esas herramientas sean de software libre, lo que significará que somos una comunidad que está gestionando un problema juntos. Y esa infraestructura debe ser colectiva, porque lo primero que supimos de internet es que las redes distribuidas son mucho más resistentes que las redes centralizadas. No están diseñadas para el poder, están diseñadas para la supervivencia"
 

miércoles, 18 de septiembre de 2019

La pastillita azul

 
Guillem Martínez:
 
"No ha habido Gobierno de coalición o de progreso. Lo que no es una novedad. Lo novedoso son las razones. Las ignoramos. Absolutamente. Quien diga lo contrario, miente o improvisa. Que viene a ser lo mismo. Quien apunta una razón, literalmente apunta una razón, entre muchas. Y, en efecto, son muchas las razones. Y, en su conjunto construyen una decisión cara, complicada, peligrosa, arriesgada y, por encima de todo, incomprensible. Los actos incomprensibles usualmente son culturales. Obedecen a reglas de juego inconfesables, invisibles e informulables. Pero sí analizables y verbalizables. Me atrevo, a estas horas, a organizarlas en una. Esta: el vértice de la pirámide del PSOE –por otra parte, un partido absolutamente vertical, como todos los que nos ofrece el mercado– ha apostado por un cambio cultural. Descomunal. Ha decidido tomarse la pastillita azul que consumen las derechas y ultraderechas europeas y americanas.
No hay que confundir la pastillita azul con la pastilla azul de Matrix, aunque sea su prima hermana. La pastillita azul es la de viagra. Con ella, las derechas han ganado fortaleza, electricidad, épica y diversión. Las derechas son, actualmente, el único discurso revolucionario en el planeta. Pretenden un cambio revolucionario: un giro hacia la libertad más absoluta, dejando atrás toda la opresión que suponía la corrección de la pobreza, el reparto de la riqueza, el enojoso pago continuado de impuestos. Aparte de toda esa liberación, ofrecen la diversión de una vida peligrosa, repleta de enemigos de Occidente, malvados, y de sus cómplices locales, personas que no entienden la ola continua de libertad que supone pertenecer a este país milenario, comprometido con la democracia y la igualdad varios millones de años antes de que la democracia y la igualdad se formularan en el resto del mundo. La pastillita azul te permite decir eso por horas, días, años. Crear, elaborar, multiplicar ese relato. Y reducir las alusiones a la realidad, en la que hasta hace poco se integraba, en ocasiones, la política. Permite no hablar de una política real cara, incomprensible, invisible e informulable.
Apostar por la pastillita azul es una decisión trascendente. Consiste en asentar, en el grueso del arco parlamentario local, la idea de relato –esto es, el uso desmesurado de la propaganda, de la centralización informativa, de la desinformación– por encima de la idea de política. En un momento de crisis de la socialdemocracia, en el que solo emiten la socialdemocracia nórdica y la belga y holandesa, consiste en una revolución en la socialdemocracia. Apostar por los descubrimientos de las derechas. Fundir sus discursos, introduciendo en ellos cotas y cuotas simpáticas y anecdóticas sobre la igualdad de sexos, sobre la cosa género, sobre lo triste que es que los alquileres sean tan altos, o sobre el hecho de que la próxima crisis la pagarán los menos favorecidos por la diosa Fortuna, una situación que, si quieres trabajar en serio, siempre puede cambiar. Consiste en asumir que la izquierda puede ser asumida si asumes aquello en lo que se ha convertido. Identidades.
Supone un gran cambio cultural, que tendrá consecuencias. Hasta ahora, para mentir, las izquierdas tenían sus propios mecanismos. Ahora, el mayor partido no derechista de España ha optado por las herramientas que las derechas han ido inventando desde 1973, y con las que han entrado, impolutas, victoriosas, en el siglo XXI. Cabe suponer que, como en las derechas, su nuevo discurso será revolucionario y arrinconará a otras izquierdas, tristes, que defienden objetos tristes, como que el mundo no pita. Cabe suponer también que esta operación puede llevar a la inutilidad funcional a toda izquierda que participe del nuevo discurso de las derechas.
El sentido de esta carta es el de hacerles partícipes de este punto de vista, así como el de darles las gracias por dejarnos investigar ese cambio cultural en el PSOE. Decían los chinos que describir un ejército era la primera forma de combatirlo. Gracias por permitirnos describir el proceso de no-investidura, iniciado en mayo. Y gracias por permitirnos describir los nuevos fenómenos que se dibujan hasta, se supone, las próximas elecciones"
 

 
 

lunes, 16 de septiembre de 2019

La crisis que viene

 
Juan Torres: 
 
"La economía de China crece al ritmo más bajo de los últimos 30 años. Alemania sólo se ha salvado de entrar formalmente en recesión por unas décimas. La de Estados Unidos lleva el periodo más largo de crecimiento positivo de toda su historia pero, precisamente por ello, cabe esperar que se encuentra a las puertas de un frenazo inmediato. Algo que ya anticipan muchos indicadores. El de actividad de la industria química, por ejemplo, está empeorando y eso significa que lo hace toda la economía estadounidense, puesto que los productos químicos se utilizan en todos los sectores. Por otro lado, la rentabilidad de los bonos a un año ha comenzado a superar a la del bono a 10 años, y sabemos que cada vez que eso ha ocurrido se ha producido una recesión en Estados Unidos entre 9 y 25 meses después.
Si tenemos en cuenta que esas tres economías representan alrededor el 55% del PIB mundial y que también están en una situación muy parecida otras de las más grandes, como la de Japón o Italia, las de países de menor peso económico pero relevantes (como Argentina, Irán, Venezuela, Singapur, Brasil, México...) o, por otras razones, la de Gran Bretaña... parece claro que la desaceleración de la actividad económica en todo el mundo es un hecho indiscutible.
Las causas de la crisis
Constatar que la economía mundial se desacelera es importante pero lo que realmente puede darnos una idea precisa de lo que se nos viene encima son las causas que han provocado la situación en la que estamos y las que hacen que la llegada de una nueva crisis sea ya inevitable a estas alturas. En mi opinión, los más importantes son las siguientes.
En primer lugar, que no se resolvió adecuadamente la anterior, provocada por los bancos y los grandes fondos de inversión al corromper el sistema financiero de todo el planeta. La mala costura dejó a la economía mundial "tocada" y registrando una recuperación que en realidad ha sido más aparente que real. En particular, el incremento de la desigualdad y la deuda ha debilitado la demanda de consumo y la de inversión y eso hace que la inmensa mayoría de las empresas, las que no tienen poder de mercado, tengan más difícil obtener beneficios generando la producción y el empleo que son la base de la estabilidad económica.
En segundo lugar, que las políticas de estímulo que hasta ahora han venido aplicando los gobiernos o los bancos centrales, según los casos, han sido insuficientes y ahora, además, están empezando a ser insostenibles. Por un lado, porque la deuda, tanto pública como corporativa, está alcanzando niveles cada día más alarmantes. Y, por otro, porque con los tipos de interés prácticamente a cero o incluso negativos, es muy difícil poder utilizarlos con bajadas significativas para impulsar la actividad. En cuanto el gasto y la financiación se han ido desinflado un poco, las economías se han desacelerado y si desaparecieran la situación se pondría todavía más fea.
En tercer lugar, los conflictos comerciales (China-Estados Unidos o Europa-Mercosur, entre otros) y el proteccionismo reaccionario de Trump que está produciendo efectos muy negativos, no sólo sobre las importaciones y exportaciones entre las superpotencias sino también sobre las de otros muchos países. Como no parece que la tensión se vaya a resolver a corto plazo, el daño irá a más. Sobre todo, si Trump intensifica el conflicto para usarlo como arma electoralista dando pie a que se extienda a los mercados de divisas. En ese caso, sus efectos serían mucho más potentes, generalizados y dañinos.
En cuarto lugar, hay que tener en cuenta que los sistemas financieros de todo el mundo apenas si se han reformado después de la crisis de 2008 y que siguen en situación de gran fragilidad. Eso hace que su contribución para mejorar las cosas, proporcionando la financiación y apoyo necesarios, esté siendo más escasa justamente a medida que la situación se va complicando.
En quinto lugar, estamos viviendo tensiones geopolíticas que producen gran riesgo e incertidumbre porque pueden derivar inmediatamente en gravísimos problemas económicos y energéticos, algunos globales, si estallan: Brexit, Irán, Venezuela, Turquía...
Finalmente, pero no por ser la última menos importante sino quizá todo lo contrario, resulta que las bolsas de todo el mundo están al borde de un colapso cuyos efectos serían demoledores para muchas grandes empresas y para el sector financiero. Y todas las señales apuntan a que eso es lo que se va a producir sin remedio como consecuencia, entre otros factores, de la sobrecapitalización de las más grandes empresas del mundo (que vienen utilizando sus beneficios para realizar compras multimillonarias de sus propias acciones); de la especulación a gran escala y a toda velocidad que domina los mercados; y de la gran inestabilidad que lleva consigo la incertidumbre y el riesgo que provocan la coincidencia de todos los factores anteriores que acabo de señalar (...)
En esta ocasión, la crisis es principalmente de oferta real y tiene que ver con dos factores que ya se han destapado y con uno que aparecerá a posteriori.
Los dos primeros son, por un lado, la guerra comercial que he mencionado y sus casi seguras consecuencias sobre los mercados de divisas; y, por otro, la lucha para lograr mejores posiciones en la próxima revolución tecnológica ligada a la robótica, la inteligencia artificial o los nuevos tipos de comunicaciones. El tercero tiene que ver con los problemas que una crisis así termina siempre generando sobre las fuentes de energía y que ahora se verán agravados al encontrarnos en medio de un cambio climático de excepcional envergadura"
 

jueves, 12 de septiembre de 2019

Marta Peirano conoce al enemigo


Nuestra Naomi Klein española, un portento de inteligencia, explica las tesis de su nuevo libro, El enemigo conoce el sistema. En resumidas cuentas, su tesis fuerte de trasfondo: el capitalismo digital no está diseñado para gestionar la crisis, el colapso, sino para gestionarnos a nosotros en medio de las grandes crisis venideras en beneficio de una reducida élite. 

 
 


lunes, 9 de septiembre de 2019

Trileros, sandeces y corifeos

 
"El partido más votado con el resultado más exiguo de la historia de la democracia española. Pudo al día siguiente comenzar las conversaciones para formar gobierno pero, al parecer, esto interfería en las elecciones municipales y autonómicas que se celebraban un mes después. ¿Cómo podía interferir en las elecciones a La Rioja que un grupo de personas trabajase discreta y honestamente en buscar puntos en común? Al PSOE nadie se lo preguntó.
Hasta entonces habían manifestado que “no tenían ningún problema” en un gobierno de coalición con Unidas Podemos, pero se ve que el ábaco estaba atascado porque hasta un mes después en el PSOE no descubrieron que la coalición con UP “no sumaba”. La razón era que otros partidos necesarios para la investidura, en concreto el PNV, podían molestarse. Durante unos días los medios de comunicación reprodujeron esta tesis hasta que los representantes vascos tuvieron que desmentirlo, pidiendo que no se les involucrase en mentiras ajenas. De forma similar se utilizó a Coalición Canaria, quien tuvo que aclarar que no pactaría con el PSOE en ningún caso. ¿Por qué nadie les había preguntado desde un principio?
Con o sin culpables propiciatorios, la monserga de “no suma” siguió repitiéndose inmisericorde. Hasta que obligó a ERC a anunciar abiertamente su abstención para eliminar esta excusa y de paso cargar con furia contra UP. La misma ERC, por cierto, cuya negativa a aprobar los presupuestos propició el cese del gobierno que ahora tanto desea apuntalar. 
El PSOE decidió entonces olvidarse de “la suma” para centrarse en “los sillones”, expresión denigrante con la que el PSOE se refiere a los departamentos ministeriales que ocupa. De nuevo la prensa no estuvo al quite: ¿Cuál era el quid de la discordia? ¿Los reposabrazos de ganchillo? ¿La tapicería? ¿Y por qué esa inquina contra un mueble tan querido? De entre los odiadores de sillones fue Carmen Calvo quien mostró una más exacerbada sillonofobia. Escucharla hablar, con ese deje de desprecio y esa expresión de puro asco por las personas de Unidas Podemos que pedían “sillones”, sentándose ella misma en un sillón, da la medida del enorme sacrificio que hace por nuestro país.
La imagino cada mañana luchando contra su extrema repulsión, colocando quizá esos protectores desechables para inodoros en los sofás de la vicepresidencia. Por cierto, que la misma Carmen Calvo ha dado nuevas pruebas de su entrega al ocupar un puesto tan insignificante como la Vicepresidencia del Gobierno en lugar de esos otros mucho más relevantes que ofrece a Unidas Podemos.
Alguien pudo haberles señalado a los dirigentes del PSOE que si tan asquerosos eran esos sillones y tan vil y degradante el deseo de sentarse en ellos, por qué los ocupan con tanto afán. Pero tampoco se dio el caso.
Sin embargo, un día sin más, quizá alarmado por el creciente malestar del gremio de los tapiceros, Pedro Sánchez manifestó en directo que el problema no eran los sillones ni el programa. No, “el único escollo era Pablo Iglesias”. ¿Se lo había comunicado al propio interesado, tal como habría hecho cualquier persona con un mínimo de educación? En las reuniones que mantuvieron no se lo había dicho. Se ve que olvidó ese insignificante asuntillo y prefirió que se enterase por la tele. En comparación con estos modales, los que cortan con su pareja por whatsapp son un dechado de cortesía.
¿Por qué no se lo dijo personalmente? La pregunta parece obvia, pero nadie la planteó. Como tampoco por qué se vetaba a Pablo Iglesias y no al resto de miembros de la dirección de Unidas Podemos que no eran escollo. ¿En qué diferían? ¿Los demás suman y Pablo no suma? Nuevos misterios para el álgebra.
Al día siguiente Pablo Iglesias manifestó que renunciaba a cualquier presencia en el gobierno y entonces, a pesar de la palabra del presidente en funciones, de nuevo regresó el tema sillonesco. Un mes después, como en el súper, la oferta había caducado. Lo que era útil en julio se volvía imposible en agosto. ¿Por qué? La confianza se había quebrado.
Antaño, cuando la confianza reinaba, el PSOE vetaba a Pablo Iglesias y se lo comunicaba por televisión, sus “negociadores” falsificaban y filtraban documentos o la propia Adriana Lastra aprovechaba para mentir obscenamente en el Parlamento sobre las competencias de empleo cuando nadie podía ya darle la réplica. Hoy aquellos días felices habían pasado.
Pero no en todas partes. En Media docena de comunidades autónomas se alcanzaron acuerdos. Se ve que el PSOE piensa que la gente de provincias es más crédula. Además UP quería hacer “un gobierno dentro del gobierno”. ¿Qué es eso? ¿En las comunidades en las que pactaron hay gobiernos dentro del gobierno? De nuevo silencio. Y otra pregunta que Pedro Sánchez no ha tenido que contestar: ¿Acaso no puede el Presidente del gobierno cesar a cualquier ministro cuando desee? De hecho, podría cesarlos a todos al día siguiente de tomar posesión.
Entonces, ¿Cuál es el drama? ¿No está forzado un ministro a consensuar su política bajo la permanente amenaza de cese en caso contrario? ¿Por qué en el PSOE y, singularmente Pedro Sánchez, no han tenido que contestar a preguntas que formularía cualquier alumno de primero de periodismo? ¿Cómo es posible que durante meses se vierta tal retahíla de sandeces sin que nadie les haya sacado los colores?
Lo cierto es que la prensa española se comporta con un sometimiento absoluto al poder. No hace mucho se hizo viral el comportamiento de una reportera que repreguntaba a un dirigente de VOX hasta dejarlo en evidencia. El hecho mismo de que se remarque el proceder de esa profesional deja a las claras lo excepcional que es. Y, en todo caso, es fácil hacerlo con VOX, pero ¿cuándo ha sido la última vez que un periodista ha puesto en apuros a un miembro del gobierno? ¿Cuándo ha sido la última vez que hemos visto que se repregunten y se cuestionen las mentiras palmarias que se vierten ante el silencio acrítico de unos periodistas que solo callan y reproducen? En otras democracias es más común ver a Presidentes revolviéndose ante preguntas incómodas en una rueda de prensa. ¿Cuándo ha ocurrido esto aquí?"
 
 
 

Para clases medias rentistas

 
Emmanuel Rodríguez:
 
"Y efectivamente, lo que siguió se comprende como un espectacular incremento de precios debido a la particular combinación del aumento de la demanda de alquiler, la explosión de las VUT y la tradicional ausencia de cualquier atisbo de política social de vivienda. Conviene recordar cuál era la prioridad política de esos años en lo que se refiere al mercado inmobiliario. La creación de la SAREB se había regulado como un mecanismo de contención de pérdidas para los activos en manos de los bancos, primero por medio de un precio de compra realizada por esta sociedad que por lo general fue mayor que el del mercado y segundo conteniendo la salida de los paquetes de vivienda para no hundir todavía más los precios. La política activa de estímulo del alquiler, añadida al empleo de las SOCIMIS y sus conocidas deducciones fiscales, trataban de garantizar una rentabilidad subsidiaria para inversores y grandes tenedores de vivienda. Sea como sea, la clase media propietaria con un parque inmobiliario vacante y en disposición de alquilarse fue de nuevo beneficiaria, en su particular y tradicional posición subordinada a las grandes políticas de obtención de rentas (...)
El resultado combinado de estos factores ha sido un rápido incremento de las rentas de alquiler para los segmentos de mayor patrimonio. En una tendencia que se había iniciado algo antes de la crisis, el número de hogares que disponía de rentas de alquiler pasó del 5% en 2004 a casi el 14% en 2017, tal y como ha señalado el investigador Carlos Delclós. En 2018, los residentes en España en régimen de alquiler declaraban a la Encuesta de Condiciones de Vida el pago de importes por valor de 18.602 millones de euros. Una década antes eran apenas 10.000 millones. Si se añade la cifra del alquiler por VUT, entre el 2,5 y el 3% del PIB era drenado en concepto de rentas de alquiler de vivienda a los segmentos propietarios.  
Sin duda, una parte de estas rentas estaba dirigida a SOCIMIS y grandes fondos, pero estos tenían carteras inmobiliarias diversificadas que comprendían arrendamientos de tierras, servicios y sobre todo locales comerciales. La mayor parte de estas rentas era dirigida a los pequeños propietarios. Recordemos, que en 2019, los SOCIMIS especializadas en alquiler contaban con un parque de vivienda de 42.100 viviendas, aquellas en manos de grandes empresas no superaban las 250.000. En ese mismo año había más de tres millones y medio de viviendas en distintas formas de alquiler. 
En 2017, la Encuesta de Condiciones de Vida ofrecía una perspectiva de ingresos netos modesta para estos pequeños propietarios. La renta neta no alcanzaba los cinco mil euros por hogar; esta cifra había ido descendiendo suavemente en los años previos, a medida que se sumaban más y más propiedades en alquiler. Una miríada de pequeños propietarios trataba de obtener rentas de activos, que en ocasiones solo alquilaba temporalmente. Obviamente, entre los nuevos rentistas hay toda clase de escalas y rangos, desde los que reciben un sobrio complemento a salarios menguados, apenas por encima del umbral de reproducción de estatus, hasta los rentistas especializados, que se convierten en capitalistas-inversores del nuevo negocio del alquiler. La clase media ha iniciado, en cualquier caso, su particular versión de la ‘valorización’ de todos los activos a su disposición, o en un lenguaje menos técnico a ‘buscarse la vida’ por los medios disponibles. Un largo entrenamiento de más de treinta años en el gran negocio inmobiliario y en el aprovechamiento de los flujos turísticos que tenía España por destino la dota de competencias óptimas para ello. 
Aunque conviene insistir en que estas rentas medias se pueden considerar modestas, la capilarización del proceso ha sido sin embargo enorme, hasta el 14% de los hogares completan sus ingresos con rentas de alquiler. De nuevo hay también que considerar los efectos materiales e ideológicos de esta ‘socialización’ de las rentas patrimoniales que se extiende de forma horizontal y vertical entre hermanos, y sobre todo entre padres e hijos y abuelos y nietos. Los efectos de la renta de alquiler impactan así sobre capas que van mucho más allá de ese 14%. El principio de la propiedad inmobiliaria, eje vertebrador histórico de la clase media española, sale de nuevo reforzado.
En otras palabras, el rentista se está convirtiendo en la nueva figura política de la clase media. En el relato heroico que construyen los medios de comunicación, el alquiler de mercado –sin paliativos– es propuesto como solución al problema de la vivienda. ¿Quien puede ofrecer vivienda asequible y a buen precio? El pequeño propietario. ¿Qué le impide hacerlo? La rigidez del mercado, la inseguridad jurídica, los problemas del pequeño propietario. ¿Quién es el villano de esta historia? Los inquilinos que incurren en impagos, los okupas que asaltan las viviendas del pequeño propietario, las mafias que ocupan para realquilar o vender droga. De la centralidad mediática del movimiento de vivienda frente a la SAREB, y el rescate con dinero público de los activos inmobiliarios sin mercado, se ha vuelto a la centralidad de la pequeña propiedad.  
En este relato, el problema tiende a reducirse a una rigidez de la oferta. Sin duda, hay aquí mucho de coartada frente a los intereses de los grandes tenedores de vivienda: el emergente grupo de SOCIMIS, apoyadas por fondos internacionales, que apuntaban en esa misma dirección. Pero las reverberaciones de la defensa de la pequeña propiedad penetran hasta el tuétano de las clases medias. En estos años se ha articulado una nueva línea de defensa social de las clases medias, y éstas la han abrazado sin remilgos"
 
  

jueves, 5 de septiembre de 2019

Darkness

 
 
"Y luego está el tráfico de personas, que existe en diferentes formatos. Está el tráfico de órganos, por un valor aproximado de 1.000 millones al año. El tráfico de refugiados y de trabajadores forzosos o en condiciones de servidumbre produjo entre 4.700 y 5.700 millones de euros en Europa solo en 2015. Se trafica con mujeres tanto para la prostitución como para el matrimonio forzoso. Shelley no aporta un cálculo numérico para cuantificar el tráfico de mujeres, pero sí señala que la Organización Mundial del Trabajo calcula que 25 millones de personas sufren una u otra forma de trabajo forzoso.
Las cifras de facturación no son las únicas estadísticas sorprendentes de El comercio oscuro. La internet oscura, escribe Shelley, es “quinientas veces más grande que la internet superficial”. ¿Es eso cierto? Pues ahí no se queda la cosa. Cuatro de cada cinco visitas a la internet oscura “fueron hacia destinos online con material pedófilo”. ¡Caray! Si la internet oscura es quinientas veces más grande que la internet iluminada y si un 80% de los visitantes buscan pornografía infantil, ¿qué nos dice eso sobre la humanidad? Pues parece decirnos que somos una especie muy retorcida y que quizá deberíamos rendirnos ante el calentamiento global y esperar que lo que se salga del océano de aquí a varios millones de años tenga unos valores morales mejores que los nuestros (...)
Todo lo relacionado con la internet oscura da escalofríos. Aunque haya actividades legítimas que sucedan allí (si es que se desarrolla alguna), parece ser principalmente un supermercado de narcóticos, pornografía infantil, tráfico de personas, armas y programas maliciosos. La legendaria web oscura Silk Road [La ruta de la seda] procesa 600.000 mensajes al mes, lo que se traduce en un número desconocido de pedidos, y en sus dos años de funcionamiento facilitó la venta de 1.200 millones de dólares en drogas, armas y programas maliciosos, que se pagaron utilizando bitcoins. En particular, los programas maliciosos son un mercado en crecimiento. Cada año, se roba medio millón de registros y hace cinco años la increíble cantidad de uno de cada diez estadounidenses de más de 16 años había sido víctima del robo de identidad. Antes de ser desmantelada en 2016, se calculaba que la red de cibercrimen Avalanche estaba detrás de programas maliciosos que infectaban a medio millón de ordenadores cada día. Vienen a por ti y a por mí, de eso no cabe duda; si no lo han hecho ya, claro está.

Las instituciones financieras desempeñan un papel muy importante en el comercio oscuro. Todo ese dinero sucio tiene que ser blanqueado y muchos bancos participan de la diversión; cuatro grandes bancos (Citibank, HSBC, Wachovia y Deutsche Bank) recibieron cuantiosas multas por este motivo. Western Union es una importante correa de transmisión del dinero de la droga entre México y Estados Unidos y de ganancias del tráfico sexual entre Europa Occidental y Europa del Este. Una investigación sobre 55 países en desarrollo descubrió que los flujos financieros ilícitos equivalían a casi un 4% de todo su PIB combinado en 2011. Los bienes raíces son un medio muy conocido: un estudio realizado en seis localidades de Estados Unidos concluyó que la gente que había estado bajo el escrutinio de la policía había tramitado, de manera directa o indirecta, un 30% de las compras inmobiliarias. El lavado de dinero mediante “operaciones comerciales” es habitual: mercancías (coches, lavadoras, etc.) se compran con dinero negro y se envían a otro país, allí se venden y los beneficios que se obtienen ya son dinero limpio. El cambio de divisas también tiene lugar en la internet oscura, y de las criptomonedas se dice a veces que son el futuro del lavado de dinero. Los libertarios que idearon las criptomonedas querían librarse de los gobiernos. Ahora parece que su mayor logro terminará siendo liberar a los criminales de los gobiernos.
De todos modos, seguro que se está llevando a cabo una campaña de seguridad pública inmensa y coordinada en nuestro nombre, ¿no? ¿Qué tal le está yendo? Pésimamente. “Ninguna de las categorías criminales ha dado muestras de un marcado descenso” en la economía oscura mundial, reconoce Shelley (aparte del comercio ilegal de clorofluorocarbonos). En parte, esto se debe a que hay mucho personal de seguridad pública que está en nómina o que ha sido intimidado, pero también a que la lucha contra la delincuencia requiere una gran cantidad de recursos y la fuente principal de ingresos para los gobiernos son los impuestos. En la actualidad, los ricos evaden el pago de impuestos a escala épica: los infractores corporativos estadounidenses tienen por sí solos 2,1 billones de dólares alojados en paraísos fiscales. Los millonarios de otros países son, sin duda, igual de reacios a pagar impuestos. Los conservadores, que siempre se muestran débiles a la hora de perseguir los delitos graves, aunque hagan mucho ruido a la hora de condenar los delitos menores, obviamente no van a darse cuenta de que las fuerzas de seguridad pública no tienen el dinero que necesitan para atrapar a los peces gordos, ni tampoco suscriben las otras propuestas de Shelley: “un Plan Marshall moderno… para garantizar que todo el mundo tiene oportunidades laborales legítimas en sus países de origen”, lo que serviría para disminuir el número de desesperados del que los criminales emprendedores habitualmente reclutan a sus soldados de a pie; y un mejor acceso a la asistencia sanitaria para frenar la demanda de fármacos ilegales de aquellos que no pueden permitirse los productos de las grandes empresas farmacéuticas. Dios nos libre de interferir de tal modo con el libre mercado"
 
 
 
 

lunes, 2 de septiembre de 2019

Crisis

 
Francisco Louça:
 
"Hay por lo menos ocho de las principales economías en recesión o al borde de ella, Alemania, Reino Unido, Italia, Brasil, Argentina, México, Rusia y Corea del Sur. Es suficiente para arrastrar a Europa y la mayor parte de los países emergentes. Siempre es así: la crisis es general o no es crisis. Y en este caso, está alimentada por la falta de demanda efectiva, o lo que es lo mismo, por la sobreproducción en algunos sectores clave. Por otra parte, la escasa demanda está sostenida artificialmente por bajas tasas de interés (que pueden continuar) y petróleo barato (que es dudoso que se mantenga). Es decir, la solución de los últimos años fue la creación de una burbuja económica en el mercado de valores en los años 90, en el inmobiliario entre 2002 y 2007 y ahora de nuevo activos financieros inundados de liquidez generada por los bancos centrales. El capitalismo financiero genera la burbuja, vive de la burbuja, y tiene miedo que reviente.
En una palabra, en estas economías lo que faltan son salarios e inversiones. Ahora ya hay indicios de que la inversión de capital se va a reducir a nivel mundial, y las inversiones en capacidad productiva, generadoras de empleo, hace mucho que caen. La incertidumbre resultante está enmascarada por el efecto positivo de este temor: las inversiones financieras corren a refugiarse en la deuda pública, que está garantizada, por lo que las tasas de interés caen, aliviando las presiones presupuestarias en países con un alto ratio de deuda soberana. La inversión no existe.
El peligro alemán
Aquí es donde aparece el "problema alemán", como dice Paul Krugman. La "locura de la austeridad" o la "ruinosa obsesión alemana contra la deuda pública", escribe, ha reducido la capacidad productiva y el empleo sostenible, impone normas absurdas, tales como la prohibición constitucional de aumentar el gasto para financiar un déficit estructural superior al 0,35% del PIB. Alemania tiene ahora un exceso de cuenta corriente del 7,4% del PIB y un superávit fiscal del 1,7%, incluso con estas espléndidas cifras va camino de una recesión (aunque ligera, con una caída del 0,1% en el segundo trimestre), después de haber aplicado sacrificios inútiles a sus socios. Desde 2012 Alemania tiene un déficit cero y en ese momento había un 11% de paro registrado en la zona euro, dado que Schäuble y Merkel exigieron una disciplina draconiana que prolongó la recesión y en algunos casos hizo más difícil la recuperación. Incluso hay un problema alemán.
Esta política de austeridad externa con excedente nacional fue la forma germánica y egoísta de extender la restricción de la demanda agregada, lo que agrava los problemas inmediatos y futuros: ni siquiera se ha comenzado a crear una economía que responda al envejecimiento de la población ni ha habido la inversión necesaria en infraestructura para la transición climática. Por el contrario, se ha impuesto a toda Europa un mecanismo de austeridad que precipitó la privatización, aumentó los impuestos, las fusiones bancarias y otras desafortunadas aventuras. Pero eso reforzó la compresión de la demanda y por lo tanto se multiplicaron las condiciones de la crisis. Ahora, desesperada y en recesión, Merkel pondera poner en marcha un programa de gasto de 50 mil millones de euros.
Las señales de humo
Si el riesgo para la economía europea es el peligro alemán (y el miedo al 'Brexit'), para la economía mundial es Trump. A pesar de haber pospuesto las nuevas tarifas anunciadas el 1 de agosto, y penalizar las exportaciones chinas, el presidente de Estados Unidos vuelve la mirada hacia Europa y lanza nuevas amenazas. Esto crea dos focos de incendio: una guerra comercial con China (y en Europa, vamos a ver lo que ocurre con las exportaciones de automóviles a EE UU) y la incertidumbre en los mercados de capitales, al que todo le asusta. Uno de los peligros es que aumenten los diferenciales de las obligaciones aun cuando baja el interés de la deuda pública, y algunas empresas muy endeudadas empiezan a tener dificultades, precipitando las quiebras - lo que puede agravar la guerra comercial. Y esta la estamos ya sufriendo"