“En los países democráticos no se percibe la naturaleza violenta de la economía, mientras que en los países autoritarios lo que no se percibe es la naturaleza económica de la violencia”
Bertolt Brecht

"Hay que aprender de los errores del siglo XX y superarlos. El capitalismo no lo ha hecho. Los socialistas deben hacerlo"
Tariq Ali

"La cuestión no es mercado sí o mercado no, es qué espacio tenemos que concederle al mercado para que tenga efectos positivos y qué espacio tenemos que quitarle para que no tenga efectos negativos"
César Rendueles ("Capitalismo canalla" antídoto para "Los enemigos del comercio" de A. Escohotado)

"Los poderosos siempre han perseguido a los alfabetizadores, a los que paraban las balas con columnas de periódico, a los que hacían escudos con libros cargados de metáforas y razones. También a los que han hecho visibles a los invisibles, a los que enseñan a decir no con una sonrisa y también a los que enseñan desde el monte a recordar que no hay que vivir de rodillas"
J.C. Monedero

Qué son los PsyOps: "Los daños que causan las PsyOps [Operaciones Psicológicas] se reflejan en la aparición de cambios en el plano cognitivo y mental (...) Toda operación militar, y por tanto toda operación psicológica, tiene que contar con una cadena de mando. El análisis detallado de los mensajes a través de Twitter y Facebook ha permitido descubrir «nodos de red», o sea estados mayores implicados en la operación. Estos están entrenados en el uso de métodos de control de las multitudes para crear una situación de contagio entre individuos de diferentes medios y orígenes. De esa manera, los estados mayores logran localizar fácilmente los «repetidores de opinión», o sea los individuos que influyen sobre los demás. Los especialistas pueden entonces optar entre informarlos sobre el proyecto o mantenerlos en la ignorancia de lo que está sucediendo"
Valentin Vasilescu (experto en inteligencia militar)

"Gozamos de tres bienes de valor incalculable. La libertad de conciencia, la libertad de palabra y la prudencia de no usar nunca ninguna de las dos". Mark Twain.


sábado, 9 de mayo de 2020

La normalidad era el problema



El economista Juan Torres realiza un pequeño experimento mental en plena pandemia. Imagina unos extraterrestres avanzados que estudian la organización humana. Y descubren:
Que el líder máximo de la máxima potencia recomienda bañarse en sol e inyectarse desinfectante para combatir al virus.
Que los líderes de todos los países que le restaron importancia al comienzo ahora se sofocan ante el destrozo social de la epidemia y tras confinar medievalmente a sus poblaciones, y golpear y desinfectar como ganado a tantos en las calles que no tienen donde confinarse, se percatan de que se requiere cooperación global en la búsqueda de soluciones. Pero los organismos globales como la ONU donde sentarse hace tiempo que perdieron autoridad y apenas llegaron a alcanzar nunca alguna efectividad por obra y mandato de la superpotencia.
Que el líder de la superpotencia, de hecho, retira en esos días los fondos a la Organización Mundial de la Salud, por otro lado hasta entonces enorme cachiporra de las grandes farmacéuticas de los países poderosos.
Que los científicos saben allí que millón y medio de virus se agazapan en los ecosistemas y van siendo liberados a medida que los humanos los destruyen con sus maquinarias deforestadoras y destructoras del suelo, y sin embargo siguen dejando el descubrimiento de vacunas e investigación en manos de grandes laboratorios privados que solo miran por el rendimiento a corto plazo de los beneficios en las carteras de sus dueños.
Que en lugar de cooperar, todos estos organismos estatales y privados compiten entre sí para lograr la jugosa patente de la vacuna.
Que la superpotencia invierte 600.000 millones de euros en gasto militar contra China, de la que luego debe requerir su ayuda en el 80% de medicamentos de los que carece por no haber invertido en salud.
Que la ausencia de cooperación internacional rompe la cadena de suministros alimentarios, en un planeta que desperdicia más alimento del que bastaría para eliminar el hambre aguda del más de 1000 millones de personas más necesitadas. En plena pandemia se tira a la basura un montón de alimento, los campos se quedan sin recoger porque los inmigrantes prohibidos que suelen trabajarlos andan atrapados en las fronteras. Comprueban nuestros extraterrestres que el modo de producción y distribución alimentaria del planeta significa enormes pérdidas ambientales, económicas y en vidas humanas, además de poner las condiciones de nuevas pandemias a partir de su cruel ganadería industrial.
Que entre esas destrucciones habituales la contaminación ambiental mata a más de siete millones de personas al año y los desastres ambientales a 600.000. Que el 40% de la población tiene problemas de acceso al agua, que más de 2 millones mueren por simples diarreas, que la subida del nivel del mar por el derretimiento de los polos amenaza a muchos millones, que la deforestación arrasa al año la cuarta parte de España en territorio vomitando CO2 a la atmósfera y calentándola, que para el 2050 la mitad de la población vivirá en desiertos y que el vertido de sustancias provocando resistencia a los antibióticos se convertirá en la mayor causa de muertes en el mundo.
Que todos esos problemas podrían evitarse con 19 billones de dólares, mientras que mantenerlos y acrecentarlos supone un gasto de 47 billones.
Que esos habitantes del planeta no tengan en cuenta que después de ellos tendrán que venir nuevas generaciones que cargarán con todo ese destrozo.
Que según la Unesco con el presupuesto de una veintena de equipos de fútbol se subsanarían las necesidades básicas de una infancia mundial crecientemente amenazada.
Que tampoco exista una respuesta global a la crisis económica que se dejará cientos de millones de empleos por el camino, a la exorbitante deuda mundial que generan en instituciones especulativas que marcan el destino del mundo en juegos de casino, de inversiones 125 veces superiores a las que requieren satisfacer sus necesidades básicas.
Que pese a la proliferación de credos e instituciones religiosas que predican el amor y la cooperación, vivan en un infierno de conflictos armados a los que se dedican innúmeros recursos.
Que, en definitiva, carezcan de conciencia como especie, abocándose con sus decisiones a su propia extinción.

En una transposición filosófica, Kant hablaba del carácter universal de una conciencia ética común a cualquier agente racional, fuera humano o extraterrestre. Queda claro que resulta muy difícil señalarnos como una especie racional. El propio Kant distinguió en su época, llamada ilustrada, entre épocas de ilustración y una época ilustrada, el horizonte lejano hacia el que deberíamos tender. No parece que vayamos a contar con el tiempo suficiente para ello.
En una entrevista estos mismos días, el arqueólogo Eduard Carbonell, responsable del proyecto Atapuerca, afirmaba que somos la única especie terrestre con conciencia de especie, pero todavía carente de una conciencia crítica de especie, exceptuando a una minoría. Lo que sigue predominando en la mayoría son los rasgos del gregarismo jerárquico, de donde emerge la mediocridad y miopía de sus líderes y grandes propietarios.
Chomsky señala igualmente con tristeza que quizás demostramos no ser una especie viable como especie racional.
La sociología de los países ricos hace prevalecer el miedo de cortas miras de sus segmentos instalados a la pandemia, deseosos de recuperar la normalidad que estamos describiendo aquí.
La pintada viral en un muro de Hong Kong reza: No quiero volver a la normalidad. La normalidad era el problema.
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miércoles, 12 de febrero de 2020

Ya a la venta en librerías




CUARTETAS DE EXTENSIÓN MÁXIMA. Solsticio de infierno
Editorial Poesía eres tú, Grupo editorial Pérez-Ayala




"El vacío que succiona el mundo en mis circuitos serotonínicos 
opera como el abismo nietzscheano de fija mirada tras  
                                                                              [contemplarse: 
hay quienes prefieren auroras boreales sobre un reno, les  
                                                                                 [comprendo, 
pero decenas de millones de vuelos al año queman el único  
                                                                                            [cielo. "



"La sociedad civil encaramada por los jóvenes se encabrita 
contra la vigésimo quinta cumbre fallida para salvarnos del  
                                                                                            [clima, 
tres cuartas partes del cual envenenado por cien corporaciones. 
Los grandes empresarios nos animan a que reciclemos en casa." 




"Quemen la Amazonia, trasladen el sumidero de CO2 a mi  
                                                                                           [cenicero. 
El Ártico, de veraneo en nuestros aires acondicionados,  
                                                                           [quebranta el mar: 
disolvamos la corriente del Golfo para gozar de inviernos  
                                                                                       [moscovitas 
y en verano un Marraquech sin Goytisolo entre los  
                                                                               [cuentacuentos"



"Representas una brizna de una brizna de una brizna  
                                                                                [microscópica 
en relación al universo, y el mismo gigantismo respecto a los  
                                                                                            [quarks
 o las cuerdas. El punto es el pensamiento de todo ello. Ese  
                                                                                            [mismo 
espacio intermedio de la complejidad es el origen del  
                                                                             [pensamiento" 



"Los refugiados sirios me ofrecían más de mil euros por  
                                                                                             [cruzarles 
el niño en la frontera, solo podía invitarles a té con shiba en el  
                                                                                                [Marhaba. 
Mi casa me sirvió de deslizadero desde un quinto por el cable de la  
                                                                                                [parabólica 
árabe y los africanos se amontonaban en lo alto de la valla a mi hora 
                                                                                                [de trabajo"



"En cada vaso de agua que bebemos con sus billones de  
                                                                                           [moléculas
por probabilidad al menos una de ellas pasó por el gaznate de  
                                                                                             [Cleopatra 
o César, o por la castigada uretra de Tycho Brahe u la de  
                                                                                [Olimpe de Gouges. 
Paradójicamente el agua motivará la mayoría de guerras en el  
                                                                                                [siglo XXI."




jueves, 9 de enero de 2020

Los terribles 20


Andrés Piqueras:

"La robotización y la inteligencia artificial van reduciendo el tiempo socialmente necesario de producción al mínimo, lo que quiere decir que en compensación el mercado debe expandirse al máximo. La “globalización” se dio con ese propósito, pero hoy está alcanzada la máxima expansión física y nada indica que el capitalismo vaya a ser capaz de empobrecer a las poblaciones del mundo (con desempleo, subempleo, destrucción de condiciones sociales y laborales…) y al mismo tiempo hacerlas que compren cada vez más. De hecho, lo único que ha permitido la continuidad del consumo desde los años 70 del siglo XX en los países “ricos” ha sido el crédito, o visto desde el otro lado, el endeudamiento masivo y creciente (tanto de particulares como de empresas, instituciones públicas y Estados).
La implicación de esa dinámica de fabricación incesantemente creciente de mercancías es la extracción también incesantemente creciente de recursos naturales y la utilización incesantemente creciente de energía.
En 1972 el Club de Roma emitió el informe Los límites al crecimiento, juntando datos de producción industrial, población, recursos, energía, alimentos, contaminación, sumideros… en el que se preveían las consecuencias que íbamos a afrontar de seguir el curso de la producción-consumo y crecimiento exponencial. En 1991 algunos de los mismos científicos insistieron en un nuevo informe, titulado Más allá de los límites del crecimiento, que en esa década nos situábamos ante el sobrepasamiento: era la última oportunidad de frenar si no queríamos despeñarnos por el precipicio. Después, aunque lo hiciéramos, la propia inercia nos llevaría hasta él sin remedio. Más allá de algunas de las intenciones políticas del Club de Roma, sus predicciones se han ido cumpliendo cabalmente. Ya para la segunda década de este siglo las consecuencias apuntadas han comenzado a alcanzar la conciencia colectiva mundial. Pero parece ser que la década que inauguramos de los 20 sería la que cobrarían una realidad todavía más palpable, incontestable aun para los más acérrimos negacionistas del daño que causamos al hábitat planetario (...)
Los años 70 del siglo XIX inauguraron la primera Larga Crisis del capitalismo. La misma que llevaría a la expansión imperial de Europa y a crecientes tensiones entre las potencias que desembocarían en dos Guerras Mundiales, la misma que posibilitó la mayor desconexión con el mundo capitalista conocida hasta hoy (la Revolución Soviética) y provocó el mayor crack bursátil hasta nuestros días, así como una conmoción de alcance mundial.
Sin embargo, la década de los 20 del siglo XX pareció ajena a todo ello. Los “Felices 20” fue una expresión acuñada en torno a la expansión económica de EE.UU., favorecida por el hundimiento europeo tras la I Gran Guerra. “Felicidad” que a partir del 1924 se expandiría a ciertas oligarquías europeas propiciando un clima de euforia nerviosa y ciega confianza en el sistema capitalista. Pero mientras las viejas y nuevas clases ricas disfrutaban con el “can-can”, el mundo se iba hundiendo bajo sus pies. Al tiempo que se daba el auge del fascismo en Italia, se gestaba el lento progreso del nazismo en Alemania y se incubaba una poderosa burbuja financiera contraída a través de sobrevaloración de activos empresariales y un desenfrenado sistema de endeudamiento y compra a plazos que desembocó en el crack del 29. La desolación, el deterioro y el pesimismo social se adueñaron de los años 30, hasta que estallara la mayor guerra que haya conocido hasta ahora la humanidad.

La Crisis de Larga Duración del siglo XX

Desde los años 70 del siglo XX las elites mundiales vienen intentando escapar de la Segunda Larga Crisis capitalista que, sin embargo, se resiste a dejarnos. Han probado de todo: globalización, crédito masivo, especulación financiera con sus burbujeos bursátiles y finalmente la ingente invención de dinero mágico, sin ningún valor detrás. Un dinero sacado de la chistera que conceden a las grandes empresas y Bancos “demasiado grandes para caer”, con lo que modifican sus números, ocultan sus descubiertos y aparentan que el sistema funciona y el mundo empresarial y bancario va bien. Pero todo esto no hace sino acumular una “tormenta perfecta”, una enorme explosión de la economía, en proporciones tendencialmente mayores que puede hacer irrisorias las crisis del 29 y de 2007-2008 juntas.
Será muy difícil que la década de los 20 de este siglo pase sin que ese cataclismo, o al menos, algún serio anticipo del mismo, ocurra.
Esta década de los 20 nos deparará el fin de la ilusión de la “crisis” como un accidente del capitalismo, que una vez superado dejará la marcha hacia el progreso y el bienestar. El fin de la no percepción del cambio climático y de un hábitat severamente dañado será también inevitable"

viernes, 3 de enero de 2020

Inquietud de las elites

Pablo Elorduy:
"Los titulares de prensa subrayan la inquietud de la gran banca, las multinacionales y las grandes fortunas hacia un programa de reformas que mermen la “rentabilidad”, el concepto que mejor define la tranquilidad bajo la óptica de las élites. Las dificultades para formar Gobierno —el llamado “bloqueo”— han generado zozobra, pero la incertidumbre de un Consejo de Ministros con cuerpos extraños, aunque solo sea por la novedad, es el principal motivo de desvelo de la Bolsa, el llamado “eje de la Castellana” o, llanamente, el capitalismo español. La presentación del acuerdo el 30 de diciembre no ha hecho si no aumentar el coro de voces que piden a gritos una tila o, en sus vertientes más extremas, una asonada.
Pedro Ramiro y Erika González han publicado recientemente A dónde va el capitalismo español, un ensayo que parte de la hipótesis de que desde 2008, las multinacionales españolas agotaron sus posibilidades de expansión. La crisis cortó el ciclo en el que las multinacionales habían exprimido las plusvalías de las infraestructuras diseñadas por las administraciones españolas y aquellas procedentes de la privatización de empresas en Latinoamérica. También, pero no completamente, el acceso al crédito. El endeudamiento privado que posteriormente fue encasquetado, sin mucho agobio, a la Sareb, y las políticas de dinero barato del Banco Central Europea cauterizaron esa herida.
Acabado ese ciclo, que tuvo su clausura simbólica con la abdicación del rey Juan Carlos en 2012, las grandes empresas del Ibex —ACS, OHL, Sacyr o Telefónica en primer lugar, pero también el Santander o el BBVA— se han visto obligadas a dejar entrar en su capital a fondos de inversión internacionales. BlackRock, que hoy es el primer gallo en las cotizadas en el selectivo club de las 35, CVC Partners o los fondos soberanos de países como Qatar, han empujado a las multinacionales españolas a incluir en sus consejos de administración al poder corporativo mundial. “Es una tendencia histórica del capitalismo”, recuerda Ramiro, pero a través de fusiones y absorciones, la financiarización ha acabado de desdibujar la hispanidad de la Marca España (...)
¿Qué temen los apellidos Botín, Urquijo, Pérez o Del Pino? “En primer lugar a la evolución del contexto geopolítico global”, responde Ramiro. La triada “estancamiento, deuda y desigualdad”, en la era que se ha definido como del “capitaloceno” —que ha dado como lugar el calentamiento global y la pérdida acelerada de la biodiversidad— y que transcurre en un paisaje político de inestabilidad han llevado a la clase dominante a un punto en el que es incapaz de seguir sosteniéndose sobre la seducción —el consumo y su ejército de clases medias— y recurre, desarrolla Pedro Ramiro, a la coerción. 
En el caso de los apellidos de marca España, “se avecina una caída de los beneficios y un fin de lo que entre comillas se ha llamado la recuperación económica”. Porque, resume Ramiro, su rentabilidad se sostiene sobre los mismos pilares que la sostuvieron hasta 2008, “un modelo de patas cortas”, ladrillo y turismo, para más señas. El mercado del alquiler, como novedad.
Andrés Villena Oliver, sociólogo y periodista autor de Las redes del poder en España, cree que la idea de apaciguar a los mercados, los inversores o el gran capital parte del verbo ‘tranquilizar’, “propio de la izquierda española y Europea”. De tener que poner una fecha para justificar esa afirmación, Villena sugiere marzo de 1983, cuando el Gobierno de François Mitterrand —apoyado por por los comunistas— revirtió sus primeras medidas de recuperación de derechos sociolaborales y se produjo el llamado “giro hacia el rigor”. La presión de las grandes fortunas: alta inflación, ataques a la divisa francesa, fuga masiva de capitales y una “huelga de inversiones”, cortocircuitaron el último intento de la socialdemocracia europea en la arena económica. Y sirvieron de aviso, alto y claro, a Felipe González"


miércoles, 25 de diciembre de 2019

Cuartetas de extensión máxima


La asociación Canaán nos recuerda que la cristiandad
es una herencia palestina, Jesús lo fue si la tradición
y Flavio Josefo no se equivocaron demasiado. Trump
sigue hoy mismo firmando para la destrucción de ese origen.




El Nord Stream 2 va uniendo los destinos comerciales
y energéticos entre Europa y Rusia, para enfado de Trump,
tecnología y materias primas maridadas en peligrosa alianza
para la supremacía estadounidense. Seguimos hablando de gas.



Bezos se descalabra en su programa espacial, sus utopías
de marketing en sus grandes pantallas de receptores conexos,
privilegiados y soñadores de presente marmóreo y estrés, en comanda,
para recuperar apenas las glorias lunares hoy inservibles para todos.




Habitualmente son los gallos quienes juegan al juego de la gallina,
la política se trenza de pulsos absurdos que eclipsan el pulso
financiero de esclavización en curso, la caída de la tasa de ganancia
sobre nuestras huecas cabezas empeñadas en postales navideñas.





Hay un rey que hoy reconoce cierta diversidad territorial (sic) en su reino,
sentencias que deben acatarse cuando los tribunales europeos señalan
a España, conculcadora de derechos básicos, sin que se haga eco la prensa
que se escuda en los miles de millones para el estado de la lotería de este año.




Ahí resides, núbil e instantánea, es ese recordatorio por whatsapp
de felices fiestas que no son fiestas sino cultos obligados al consumo
en colectivo familiar. Cuántos de los bichos de los platos en extinción
masiva, el pulpo rapiñado del mar del Sahara con denominación gallega.




Rearmes y más gas


Rafael Poch:

"Nord Stream 2 está casi terminado. Solo falta un 20% del trabajo. Las sanciones contemplan congelar en Estados Unidos los fondos de las empresas europeas implicadas y retirar los visados para entrar en el país a sus ejecutivos. Una empresa suizo-holandesa que coloca los tubos submarinos del gaseoducto frente a las costas danesas (Allseas) ya ha anunciado la suspensión de sus trabajos.
La inclusión de estas sanciones en el paquete del presupuesto militar es plenamente coherente con las declaraciones de los responsables americanos. “Es evidente que Estados Unidos tendría un problema si la tecnología alemana se uniera con las materias primas rusas, por eso desde hace un siglo es objetivo principal de Estados Unidos impedir una alianza germano-rusa”, ha dicho el consejero de seguridad George Friedman.
Que las sanciones por Nord Stream 2 son asunto geopolítico, lo ilustra el hecho de que su pauta se repite en muchas otras operaciones económicas y comerciales, todas ellas con un claro objetivo: destruir las relaciones que los aliados europeos establecen con los adversarios estratégicos de Estados Unidos.
La pauta Nord Stream 2 es la misma que conocen los esfuerzos europeos por salvar el acuerdo nuclear con Irán, un gran país adversario y un gran mercado repleto de oportunidades de negocio para las empresas europeas. La misma pauta que preside la agresiva exigencia de Washington para que la Unión Europea excluya a la compañía de telecomunicaciones china Huawei de la construcción de la red 5G en Europa. El secretario de Estado para seguridad y economía, Keith Krach, ha amenazado con reducir la cooperación a nivel de servicios secretos con aquellos países europeos que se abran a Huawei. En el caso alemán, la misma reacción agresiva ha ocasionado en Washington las noticias de un incremento -del 5% al 10%- de la participación del consorcio automovilístico chino BAIC (Beijing Automotive Industry Holding) en Daimler, que tiene importantes intereses en el enorme mercado chino del automóvil.
El denominador común de esta política es destruir los puentes económico-comerciales entre los aliados europeos y los países adversarios de tal forma que en caso de conflicto militar esos puentes no interfieran.
Las sanciones por Nord Stream 2 han provocado un gran griterío en la Unión Europea. El ministro de exteriores alemán, Heiko Maas, ha escrito en Twitter que, “la política energética europea se decide en Europa, no en Estados Unidos. Rechazamos por principio las intervenciones y sanciones exteriores con efecto de extraterritorialidad”. La cámara de comercio germano-alemana pide contramedidas contra lo que diputados conservadores alemanes como Joachim Pfeiffer califican de “acto hostil”.
Junto a este griterío, el vector militar europeo, dominado por la OTAN, es decir por Estados Unidos, sigue su propio curso, consagrando la esquizofrenia de la Unión Europea germanocéntrica. Entre abril y mayo de 2020, la OTAN celebrará las mayores maniobras militares de su historia en Bélgica, Alemania, Holanda, países bálticos y Polonia, con participación de 44.000 soldados de dieciocho países. En estas maniobras (Defender Europe 20) “Alemania será el principal eje logístico”, proclama con orgullo el Bundeswehr. Y algo parecido ocurre hacia China. Bajo el mando de Annegret Kramp-Karrenbauer (“Frau KK”), se envían unidades navales alemanas, junto a las francesas y británicas, a navegar por el Mar de China meridional: “es hora de demostrar presencia en la región junto a nuestros aliados”, dice la ministra ¿Tiene algún sentido esta esquizofrenia?
Como dice Wolfgang Streeck la cosa se pone seria. Cuando dentro de unos años, Alemania gaste el 2% de su PIB en su ejército, eso ya superará por si solo en un 40% al gasto militar de Rusia, que ya dedica hoy catorce veces menos que la OTAN. Francia y Alemania han perdido su confianza en Estados Unidos (Trump es de gran ayuda en eso), constata Streeck, pero no se ponen de acuerdo en las prioridades. “Francia tiene poco interés en Europa oriental, mientras que Alemania necesita de ella como mercado y reserva se mano de obra”. Francia ya tiene su paraguas nuclear, mientras que Alemania depende de sus aliados. El foco de Francia son sus guerras poscoloniales en África occidental, donde sus intereses rivalizan con Estados Unidos y China, algo que no interesa demasiado a Berlín…
Un reciente y extenso estudio de la Stiftung Wissenschaft und Politik, uno de los principales centros de pensamiento del establishment alemán, titulado “El papel de la OTAN para la defensa de Europa”, explica con bastante claridad el sentido de esta esquizofrenia alemana de tender puentes económico-comerciales con países como Rusia, China e Irán, mientras mantiene la subordinación militar hacia Estados Unidos que destruye esos mismos puentes. La simple idea que subyace es que para poder romper con el actual esquema subordinado a Washington en materia de defensa, las potencias europeas deben antes rearmarse y hacerse fuertes militarmente"


miércoles, 11 de diciembre de 2019

Cuartetas bajo cuerda




La sociedad civil encaramada por los jóvenes se encabrita 

contra la vigésimo quinta cumbre fallida para salvarnos del clima,

tres cuartas partes del cual envenenado por cien corporaciones.

Los grandes empresarios nos animan a que reciclemos en casa.








En Bolivia el golpe de estado del litio, los hijos del uranio africano

aplastados por contaminante maquinaria militar, el Oriente Próximo 

que albergara el paraíso se deseca, Venecia se ahoga de la mano

de las islas del Pacífico: un futuro sumergible con trazas de huracán.








En la cama me recorre la espalda el escalofrío del mundo.

Sudan o Gabón penden de decisiones climáticas en las que carecen

de peso alguno. Alejandro Sanz ha viajado en su jet a la cumbre

para dar un discurso edificante de sumisión virtuosa a los poderosos.



https://encromaticas.blogspot.com/

martes, 10 de diciembre de 2019

Fracaso histórico del capital




"Las manifestaciones de los últimos 12 meses en Chile, Ecuador, Perú, Haití, Irak, Irán, Hong Kong y hasta Francia han adquirido un carácter insurreccional por sus dimensiones y la amplitud de sus reclamos. Muchos pensarían que estos movimientos no tienen un hilo conductor y que todos obedecen a causas distintas. Los detonadores, en cada caso, parecerían ser muy distintos. Pero un análisis más cuidadoso permite identificar varias raíces comunes, en las que se mezclan las políticas de austeridad, una profunda desigualdad, el dominio del capital financiero y la concentración de poder de mercado en pocas corporaciones. Son los rasgos definitorios de esta etapa del capitalismo que se ha denominado neoliberalismo. 
Las señales del fracaso y ruina del neoliberalismo se encuentran en todas partes. La creciente e intensa desigualdad es, quizás, la señal más poderosa. Proviene de muchas causas, entre las que destaca la contracción en los salarios desde la década de los años 1970. El estancamiento económico en que ha caído la globalización neoliberal es otro signo de que algo está muy mal en las entrañas del capitalismo mundial. Ponerle la etiqueta de estancamiento secular a este proceso de ralentización puede servir para calmar las conciencias y ayudarlas a ahuyentar los malos augurios. Pero cuando uno pregunta por las causas de este fenómeno, casi nadie se atreve a poner el dedo en la llaga: el estancamiento secular se debe a una caída en la inversión que, a su vez, está ligada a una baja en la tasa de ganancia.
El sector financiero, que en las primeras etapas del capitalismo le fue aliado fiel, hoy se ha convertido en una máquina que impone su racionalidad a la economía real y mantiene su rentabilidad a través de la especulación. La masa de liquidez que hoy ocupa su espacio de paraísos fiscales rebasa los 22 billones (castellanos) de dólares. Las prioridades de la política macroeconómica obedecen a los mandatos del capital financiero, mientras el desempleo y subempleo son la cicatriz de estas políticas. El deterioro de los servicios de salud y educación en la mayoría de los países desarrollados es un hecho bien documentado. Finalmente, todo esto se acompaña de un proceso destructivo en todas las dimensiones del medio ambiente. Cambio climático fuera de control, pérdida de biodiversidad, erosión de suelos y contaminación de acuíferos son sólo algunos de los aspectos más claros de este deterioro que hoy es una amenaza para toda la humanidad.
¿Cómo leer este proceso de ruina del capitalismo? Una posible respuesta es ver en esto el fracaso de una forma particular de capitalismo, el neoliberalismo, pero no del proyecto histórico planteado por el capital. Todo esto exige un análisis más cuidadoso de lo que constituye el neoliberalismo.
En la década de los años 1930 los economistas ultraliberales Ludwig von Mises y Friedrich Hayek buscaron inyectar nueva energía a la ideología de un liberalismo que no había sabido qué hacer con el ascenso del fascismo, que no estaba resolviendo los problemas económicos de su tiempo y que, además, veía en la teoría macroeconómica de Keynes una amenaza. Usaron toda la superchería de la ideología del mercado libre para lograrlo. El resultado fue un adefesio que el marxista Max Adler calificó por vez primera de neoliberalismo.
Tal como lo describieron Von Mises y Hayek, el nuevo sistema era la esencia del capital. En su mediocridad como economistas, estos autores develaron la esencia de la economía política burguesa y enseñaron la esencia del capital. Su actividad panfletaria sentó las bases de lo que después sería la agenda neoliberal en teoría económica y en política: privatizar todo, desregular la vida económica y dejar actuar a las fuerzas del mercado. En pocas palabras, en el neoliberalismo no encontramos una excrecencia del capitalismo, sino la expresión más pura de su esencia. Y desde esa perspectiva, la ruina del neoliberalismo es efectivamente el fracaso del capital"

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=263343