“En los países democráticos no se percibe la naturaleza violenta de la economía, mientras que en los países autoritarios lo que no se percibe es la naturaleza económica de la violencia”
Bertolt Brecht

"Hay que aprender de los errores del siglo XX y superarlos. El capitalismo no lo ha hecho. Los socialistas deben hacerlo"
Tariq Ali

"La cuestión no es mercado sí o mercado no, es qué espacio tenemos que concederle al mercado para que tenga efectos positivos y qué espacio tenemos que quitarle para que no tenga efectos negativos"
César Rendueles ("Capitalismo canalla" antídoto para "Los enemigos del comercio" de A. Escohotado)

"Los poderosos siempre han perseguido a los alfabetizadores, a los que paraban las balas con columnas de periódico, a los que hacían escudos con libros cargados de metáforas y razones. También a los que han hecho visibles a los invisibles, a los que enseñan a decir no con una sonrisa y también a los que enseñan desde el monte a recordar que no hay que vivir de rodillas"
J.C. Monedero

Qué son los PsyOps: "Los daños que causan las PsyOps [Operaciones Psicológicas] se reflejan en la aparición de cambios en el plano cognitivo y mental (...) Toda operación militar, y por tanto toda operación psicológica, tiene que contar con una cadena de mando. El análisis detallado de los mensajes a través de Twitter y Facebook ha permitido descubrir «nodos de red», o sea estados mayores implicados en la operación. Estos están entrenados en el uso de métodos de control de las multitudes para crear una situación de contagio entre individuos de diferentes medios y orígenes. De esa manera, los estados mayores logran localizar fácilmente los «repetidores de opinión», o sea los individuos que influyen sobre los demás. Los especialistas pueden entonces optar entre informarlos sobre el proyecto o mantenerlos en la ignorancia de lo que está sucediendo"
Valentin Vasilescu (experto en inteligencia militar)

"Gozamos de tres bienes de valor incalculable. La libertad de conciencia, la libertad de palabra y la prudencia de no usar nunca ninguna de las dos". Mark Twain.


martes, 26 de febrero de 2019

La lucha de clases según Wallerstein

 

"Los sistemas-mundo tienen tres temporalidades. Se constituyen y esto necesita explicarse. En segundo lugar, son estructuras estabilizadas y funcionan según las reglas sobre las que se fundan. Y en tercer lugar, las reglas por las que mantienen su relativa estabilidad dejan de funcionar eficazmente y entran en una crisis estructural.
Hemos estado viviendo en el sistema-mundo moderno, que es un sistema-mundo capitalista. Actualmente estamos en la tercera fase de su existencia, que es la de la crisis estructural.
Durante la fase previa, la de estructuras estabilizadas o normal, había un gran debate en la izquierda sobre cómo se podría conseguir el objetivo de destruir el capitalismo como sistema. Este debate se dio tanto dentro de movimientos creados por la clase trabajadora o proletariado —como sindicatos o partidos socialdemócratas— como dentro de partidos nacionalistas o movimientos de liberación nacional.
Cada bando en este gran debate creía que su estrategia y sólo la suya podía tener éxito. De hecho, aunque cada bando creó zonas en la que parecía tener éxito, ninguno lo tuvo. Los ejemplos más dramáticos de presuntas historias de éxito que resultaron ser incapaces de evitar el impulso hacia la vuelta a la normalidad fueron el hundimiento de la Unión Soviética por un lado y el hundimiento de la revolución cultural maoísta por otro.
El punto de inflexión fue la revolución mundial de 1968, que se caracterizaba por tres rasgos: fue una revolución mundial ya que acontecimientos análogos ocurrieron por todo el sistema-mundo. Todos rechazaban tanto la estrategia orientada al Estado como la estrategia cultural transformadora. Era un asunto que decían que no era ‘o uno o el otro’ sino más bien ‘tanto uno como el otro’.
Finalmente, la revolución mundial de 1968 también fracasó. Sin embargo llevó al fin de la hegemonía del liberalismo centrista y de su poder para domar tanto a la izquierda como a la derecha, que fueron liberadas para volver a la lucha como actores independientes.
Primero, la derecha resurrecta pareció prevalecer. Instituyó el Consenso de Washington y lanzó el eslogan de TINA (“no hay alternativa”, por sus siglas en inglés). Pero la desigualdad social y de renta se hizo tan extrema que la izquierda se reactivó y limitó la capacidad de Estados Unidos de mantener o restaurar su dominio.
El regreso de la izquierda a un papel principal también terminó velozmente. Y así empezó un proceso de oscilaciones salvajes, un rasgo definitorio de una crisis estructural. En una crisis estructural, la izquierda necesita seguir una política de buscar a muy corto plazo el poder estatal para minimizar el dolor del 99% de la población. Y a medio plazo buscar una transformación cultural de todo el mundo.
Estas actividades aparentemente contradictorias son muy desconcertantes. Son, sin embargo, la única manera de llevar a cabo la lucha de clases en los años que quedan de crisis estructural. Si lo hacemos, podemos ganar. Si no, perderemos"
 
 
 

domingo, 24 de febrero de 2019

El golpe

   
Marc Vandepitte:
 
"Al principio Washington optó por la táctica de guerra económica. En 2015 Obama decretó sanciones económicas . En agosto de 2017 Trump las agudizó considerablemente con la intención de drenar financieramente el país y obstaculizar la producción y exportación de petróleo. Para un país que depende especialmente de las exportaciones de petróleo, también a Estados Unidos, las sanciones fueron un duro golpe . Hasta agosto de 2017 la producción de petróleo en Venezuela seguía a la altura de la de Colombia, pero tras el endurecimiento de las sanciones la producción se desplomó por completo.
Un alto funcionario de asuntos exteriores de Estados Unidos lo expresa así: "Las sanciones financieras que hemos impuesto al gobierno venezolano lo han obligado a empezar a ser moroso tanto respecto a la deuda pública externa como a la deuda de su compañía petrolera PDVSA. Y debido a las malas decisiones del régimen de Maduro vemos un colapso económico total. Así que nuestra política funciona, nuestra estrategia funciona y seguiremos aplicándola a los venezolanos".
Pocos países en el mundo, con la excepción de Cuba, han experimentado en tiempos de paz un 'asedio económico ' como el que viven los venezolanos en la actualidad. Alfred De Zayas, ex relator de la ONU para Venezuela, califica claramente las sanciones económicas de crimen contra la humanidad . “Creo que cuando la magnitud del sufrimiento causado por las sanciones es igual al del caso de Irak o al que se está haciendo evidente en Venezuela puedo afirmar que las sanciones contra Venezuela son un crimen contra la humanidad, que se puede llevar ante la Corte Penal Internacional como una violación del Artículo 7 del Estatuto de Roma”.
Una revolución de colores fallida
Pero las sanciones económicas por sí mismas no fueron suficiente, el gobierno de Maduro permaneció intacto. A principios de este año, el gobierno de Trump pisó el acelerador y trató de poner en marcha una "revolución de colores".
El guión era frustrar el segundo mandato de Maduro reconociendo a otra persona como presidente legítimo. Optaron por el casi desconocido , pero joven y mediático presidente del Parlamento Juan Guaidó. Pocos días después de que Maduro prestara juramento el 10 de enero Trump anunció que estaba considerando reconocer a Guaidó como presidente. Fortalecida por este apoyo, la oposición salió a las calles ese mismo día con el objetivo de expulsar al presidente Maduro y formar un gobierno provisional . Se pidió a los militares que se cambiaran de bando. Pero el ejército se mantuvo del lado del presidente electo.
La Casa Blanca aumentó aún más la presión. En un videomensaje del 22 de enero, el vicepresidente estadounidense Pence instó a los venezolanos a tomar las calles en masa para deponer al presidente Maduro. Al día siguiente Guiadó se proclamó presidente interino de Venezuela. La intención era que todo el mundo o una gran parte de él reconociera al presidente interino, cosa que sucedió rápidamente en Estados Unidos, Brasil, Colombia, Canadá y más tarde también en muchos países europeos.
Sin embargo, esta ofensiva diplomática no fue un éxito total. Menos de un tercio de todos los países han expresado su apoyo a Guaidó y la ONU sigue apoyando a Maduro. Incluso en la Organización de Estados Americanos , controlada por Estados Unidos, la mayoría de los países apoyan a Maduro.
Tampoco existe la gran presión de la calle que tanto esperaba Estados Unidos. Por el momento no se trata de un levantamiento popular masivo y prolongado como el de 2013 y 2017. El gobierno de Maduro conserva el apoyo de importantes sectores de la población y sigue siendo capaz de movilizar a sus partidarios en masa.
La opción militar
Si las medidas económicas, políticas o diplomáticas no funcionan, finalmente sólo quedar la opción militar. La guerra es sólo la continuación de la política por otros medios, ya lo sabía Clausewitz.
En el pasado Trump no ha excluido una intervención militar extranjera en Venezuela. Lo repitió muy recientemente durante un discurso belicoso en Miami .
Para obtener el apoyo de la opinión pública las grandes potencias disfrazan invariablemente sus intervenciones militares de humanitarias . Este es también el caso hoy. La estrategia de la Casa Blanca consiste en enviar caravanas humanitarias con medicamentos y alimentos desde Colombia, Brasil, Curazao y Aruba. Pero, como supuestamente hay 'mucha anarquía' en Venezuela, estas caravanas estarán armadas . La Casa Blanca sabe muy bien que el ejército venezolano nunca tolerará estos convoyes, armados o no, en su territorio.
Lo que esperan es que esos convoyes provoquen escaramuzas que se intensifiquen y que, en última instancia, legitimen una intervención militar. En cualquier caso, la Cruz Roja ya ha declarado que no desea cooperar con estas "operaciones de ayuda". "
 

miércoles, 20 de febrero de 2019

Cuenta poco corriente

 
Entrevista al experto financiero Alfredo Apiláñez (personalmente desbancarizado)
 
"Quizás sería interesante, desde el punto de vista pedagógico, resaltar el enorme contraste existente entre la respuesta que te daría un economista ortodoxo -desde prácticamente todas las tribunas académicas y mediáticas- y la versión “herética” que, con base en las teorías de Marx y de Keynes, viene considerándose la crítica más importante de la teoría económica apologista del capital.  
Adelante con el contraste  
La versión oficial -con la que se lava el cerebro a los sufridos estudiantes de economía en las facultades de todo el mundo- dice que el sistema financiero es el conjunto de instituciones -bancos, fondos de inversión, mercados bursátiles, mercados extrabursátiles, supervisores, etc- cuya función primordial es, en su condición de intermediarios financieros, canalizar el ahorro hacia la inversión empresarial o el crédito al consumo. De este modo las instituciones financieras fungirían, podríamos decir, de lubricantes de la actividad económica proveyendo financiación y optimizando los flujos de liquidez a través de mecanismos que, en última instancia, redundan en la eficiencia de la asignación de recursos hacia la inversión productiva y el crecimiento económico. 
Sí, sí, eso lo que normalmente podemos leer en ensayos y artículos.  
Pues nada más lejos de la realidad, te lo aseguro. En este caso, los herejes nos acercan mucho más a la verdad. La versión herética, valga la un tanto grosera simplificación, expuesta principalmente por economistas marxistas, define el sistema financiero como el conjunto de instituciones capitalistas cuya función esencial es canalizar los flujos de riqueza real extraídos -a través del 'crédito a muerte'- de la creciente explotación del trabajo hacia la nebulosa del casino global multiplicando el ingreso rentista y los formidables niveles de desigualdad para sostener la tasa de ganancia del capital, bastante maltrecha desde el crack del petróleo de 1973. En él habría pues dos niveles: en un primer nivel -llamémosle “máquina de succión”- estaría la gran banca global -la banca comercial y la banca central independiente de los gobiernos- cuya principal función sería extraer, a través del flujo creciente de intereses de la deuda, pública y privada, colosales cantidades de riqueza real hacia el casino. Y en un segundo nivel tendríamos el casino global, los mercados bursátiles y lo que el experto en finanzas Hernández Vigueras denomina banca en la sombra, donde se vuelca el flujo de liquidez extraído por el sistema bancario para multiplicarlo -el casino financiero decuplica el PIB mundial- y convertirlo en rentas exorbitantes y en un formidable motor de desigualdad. Digamos pues, en resumen, que la banca global extrae los flujos de liquidez del trabajo vivo a través del imperio de la deuda y los llamados “mercados” optimizan al máximo ese flujo, multiplicándolo ad eternum, pugnando por estirar los ciclos de auge del capitalismo hasta el inevitable colapso, y maximizando los ingresos de los rentistas -la clase actualmente hegemónica-.
Perdón por extenderme pero quería recalcar el contraste entre la realidad y la versión oficial de la ortodoxia, con la enorme influencia que ello tiene en la colosal ignorancia popular sobre la función real de las finanzas en nuestra sociedad (...)
¿Obrarías del mismo modo si en España hubiera un banco público con perspectiva de servir a la ciudadanía?  
Se me hace muy difícil situarme en una hipótesis tan inverosímil como la que planteas en el actual entorno furibundamente privatizador en el que el control de la planificación económica a través de la banca central y privada es el eje fundamental de la economía política neoliberal. Digámoslo un poco brutalmente: el banco público ni está ni se le espera. Fíjate que las cajas de ahorro eran entidades semipúblicas con obra social y ya viste cómo fueron fulminadas -con enorme complacencia por parte de las autoridades monetarias europeas- tras la brutal crisis financiera que todavía arrastramos, dejando todo el pastel a la banca comercial. Por cierto, actualmente Bankia sigue siendo una entidad nacionalizada tras el colosal rescate público recibido. Pero es una perversión horrible y un ejemplo paradigmático de la servidumbre del poder político a los intereses de las finanzas ya que se están utilizando ingentes recursos fiscales a través del Frob y la Sareb para sanearla y poder ofrecerla a continuación en bandeja de plata a alguna gran corporación bancaria. Incluso en la Cuba comunista el sistema bancario es mixto"

 
 
 

lunes, 18 de febrero de 2019

De desastres nucleares y glaciares


Nazanin Armanian:
 
"Vuelve el temor a un invierno nuclear: EE.UU. anuncia que abandonará el Tratado sobre Armas Nucleares de Medio Alcance (INF) firmado con la Unión Soviética en 1987 tras años de negociaciones (...)

Posibles consecuencias
  1. Poner en peligro la renovación del tratado Start III que expira en 2021. Hasta hoy, ambos países habían cumplido con el límite de 1.550 ojivas nucleares estratégicas desplegadas.
  2. Un mayor deterioro en las relaciones de EE.UU. con China y Rusia.
  3. Sacrificar a Europa ante los intereses de EE.UU.: De hecho, Federica Mogherini pide a ambas partes mantener el acuerdo, y Alemania tacha de “lamentable” la decisión de Trump. También una decena de senadores demócratas han presentado una ley para prohibir cualquier tipo de financiación de armas que rompa el INF.
  4. Provocar más brechas entre EE.UU. y Europa. Ha sido Trump el responsable del colapso del INF, igual que del acuerdo nuclear con Irán (que parte de Europa intenta rescatar). ¿Realmente, EE.UU. tiene un compromiso con la seguridad de Europa? Durante la “Crisis de euromisiles” en 1980, Reino Unido, República Federal de Alemania, los Países Bajos, Italia y Bélgica acordaron desplegar 572 armas nucleares de EE.UU. en su suelo. ¿Lo volverán a hacer hoy?
  5. Empeorar las tensas relaciones de EE.UU. con Rusia y China.
  6. India, Japón y los estados europeos no sólo serán objetivos de más misiles nucleares, sino que tendrán que destinar un mayor presupuesto para los gastos militares.
  7. En Japón, se dará un impulso al militarismo nipón y también a sus exportaciones de submarinos nucleares; perjudicará a los intentos de Tokio y Beijing en mejorar sus relaciones, y reavivar el fuerte movimiento pacifista japonés contra las instalaciones militares de EE.UU. en Okinawa, Yokosuka, y Aomori.
  8. Desatar una carrera nuclear en el resto de los países del mundo. Israel ya cuenta con al menos 100 ojivos, e Irán, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Egipto o Brasil podrán apuntarse a la carrera.
  9. Acabar con la credibilidad de EE.UU. en las mesas de negociaciones con Corea del Norte, Irán y otros países.
  10. A pesar de que Trump afirma querer aumentar la seguridad de EE.UU., lo que ha hecho es desmantelar la arquitectura de la seguridad internacional. En estos momentos, la probabilidad de alcanzar un tratado similar a INF es remota por no decir nula.
Que la humanidad nos hayamos salvado de una aniquilación nuclear no ha sido por nuestra inteligencia, sino por pura suerte"
 
 
Rafael Poch:

"Todo esto es conocido desde hace tiempo, pero este mes un estudio publicado en Nepal por el International Centre for Integrated Mountain Development (ICIMOD), tras cinco años de estudios, ha llegado a la conclusión de que incluso en la hipótesis más optimista de cumplimiento del acuerdo de París para limitar el calentamiento global a 1,5 grados respecto a los niveles preindustriales, algo muy poco probable, la tercera parte de los glaciares del Himalaya desaparecerán.
Las consecuencias de ese cambio para diez de los sistemas fluviales más importantes del mundo afectarán directa y severamente a 2.000 millones de personas para fin de siglo. Muchos de los ríos de Asia se convertirían en algo parecido a ríos de estación, que solo llevan gran caudal en la época de lluvias. El problema es que el 80% de la cosecha china y el 60% de la india, dependen de la irrigación ¿Qué pasará con sus poblaciones?
Que las ciudades del Taklamakan desaparecieran hace algunos siglos, o que algunas regiones de Mesopotamia en las que se inventó la agricultura hace diez mil años sean hoy páramos, no afecta al conjunto del planeta. Lo de ahora sí: que en el mundo que viene de 9.000 millones de habitantes, el suministro de alimentos de 2.000 millones de ellos se vea mermado es algo que necesariamente afecta a todos. Siendo China el primer productor mundial de grano e India el segundo (Estados Unidos, el tercero), lo que pase con el trigo y el arroz en China e India, es asunto que importa a todo el mundo.
¿Cómo se resolverán las relaciones entre grandes potencias acostumbradas a razonar y reaccionar militarmente ante los problemas? Es muy probable que el estrés y las tensiones vinculadas a la crisis alimentaria, aumenten el número de estados sumidos en la quiebra y el desorden. Y algunos de ellos serán potencias nucleares; Pakistán parece presentar óptimas condiciones para ello"

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=252657


 

jueves, 14 de febrero de 2019

Cuando dicen ayuda humanitaria

                     

Un tuit de ayer: El país que ha permitido que se ahoguen 35.000 personas en el mar frente a sus costas durante años, preocupadísimo porque no hay antibióticos en Venezuela. (Por supuesto, sin especificar por qué).

                   

Ejemplos de cuando dicen ayuda humanitaria, según Chomsky, en CubaDebate

           

"Primer ejemplo de ayuda humanitaria: El bombardeo a Serbia en 1999

  
Fuerzas de Albania cometían ataques terroristas en territorio serbio para provocar una respuesta de su Gobierno que le sirviera como justificación a la OTAN (alianza militar intergubernamental Organización del Tratado del Atlántico Norte), para entrar al país, es decir, una intervención de Estados Unidos. Las pérdidas estimadas fueron altas en ambos lados: dos mil víctimas.
Cuando asumieron la invasión, el general estadounidense a cargo, Wesley Clark, le informó a Washington que el resultado del ataque de EE.UU. intensificaría las atrocidades, porque Serbia no era capaz de responder militarmente bombardeando a los EE.UU.: Serbia respondió por tierra, expulsando de Kosovo a los albaneses terroristas, justo después del bombardeo de EE.UU.
Pero la gran cobertura mediática fue la de Slobodan Milošević (expresidente serbio) llevado a la Corte Penal Internacional por una acusación sobre crímenes masivos: todos con una sola excepción, fueron después del bombardeo que ejecutó Estados Unidos contra su población.
Todo lo narrado anteriormente fue una intervención humanitaria, apunta Chomsky.
 
 


La intervención militar de Estados Unidos en Serbia provocó miles de muertes. Foto: Archivo.
       

¿Son legales las intervenciones por ayudas humanitarias?

La Asamblea General de las Naciones Unidas tiene una resolución sobre la responsabilidad de proteger, que dice explícitamente que no puede ejecutarse un acto militar a menos que esté autorizado por el Consejo de Seguridad de la ONU. Se utiliza para asegurarse de que los gobiernos no repriman a sus propias poblaciones.
No obstante, el activista estadounidense explica que hubo otra comisión, presidida por el exprimer ministro australiano Garreth Evans, que debatió sobre la “responsabilidad de proteger”, muy parecida a la versión de la ONU, pero con una diferencia, “que así el Consejo de Seguridad no esté de acuerdo en autorizar una intervención, agrupamientos regionales pueden intervenir a la fuerza por su cuenta, ¿qué agrupamiento regional es capaz de una intervención? Hay uno solo y se llama OTAN”.
La “responsablidad de proteger” es legal porque la Asamblea General de la ONU lo autorizó, pero lo que rige actualmente es la versión autorizada de Evans, un buen ejemplo de cómo funciona una propaganda en un sistema poderoso, agrega Chomsky y  que además se puede ver en los medios de comunicación.
          
Otro ejemplo de ayuda humanitaria: El bombardeo a Libia en 2011
 


Imagen de un bombardeo de Estados Unidos en Libia. Foto tomada de Diario El Día.
                           
Una resolución de la ONU en 2011 hizo un llamado a la creación de una zona de exclusión aérea en Libia, a excepción de aquellos cuyos fines sean “humanitarios”, que pasó a términos diplomáticos para solucionar el problema, y que Muamar Gadafi aceptó, declarando un cese el fuego contra fuerzas opositoras a su Gobierno.
Finalmente Washington optó por apoyar una resolución mucha más amplia que la de la simple zona de exclusión aérea, y apostó por una ocupación militar del país.
“Reino Unido, Francia y Estados Unidos se convirtieron en la fuerza aérea de la oposición. Uno de sus ataques terminó sepultando a Gadafi y matando a 10 mil personas, dejó a Libia en lo que es hoy día, en manos de milicias”, recuerda Noam Chomsky.
A partir de ese momento, hubo un gran flujo de yihadistas armados en Asia occidental y África occidental, lo que se convirtió en la fuente principal de terrorismo radical en el mundo, “una consecuencia de la mal llamada intervención humanitaria en Libia”.
    

El poder de EE.UU. ahora, con Donald Trump como presidente

     

Noam Chomsky durante una visita a Chile. Foto: EFE.
 
Chomsky también explicó que la sociedad debe repensar lo que significa el poder. Estados Unidos, a su juicio, sigue siendo supremo. Su poder es dañino, pero desde el punto de vista de la oligarquía, ese poder les da todo lo que piden, asevera el filósofo. Solo en términos militares,  esta nación maneja el 25 por ciento de la economía mundial,  y también está mucho más avanzado en tecnología que el resto del mundo.
Agrega que pese a que en economía han estado en declive, sería un error pensar en que han perdido su dominio.
“La multinacionales estadounidenses son dueñas de la mitad del mundo, están integradas con el Estado, tienen todos los sectores: industria, venta, comercio, finanzas”.
Explica que desde su elección como presidente, no solo es Trump quien representa el peligro, sino el liderazgo republicano completo, que niegan el fenómeno del calentamiento global, por mencionar solo un problema.
“El partido republicano es una de las organizaciones más peligrosas en la historia de la humanidad, suena escandaloso, pero pensemos al respecto por un momento, Hitler no quería destruir el futuro de la existencia humana, nadie tenía la intención”, se lamenta y agrega que no son personas ignorantes ni fundamentalistas religiosos, sino las mejores educadas y apoyadas del mundo, quienes ponen a la sociedad en peligro.
Según Chomsky, las políticas más peligrosas apenas se discuten, son amenazas existenciales que enfrentamos, esta generación tiene que decidir si la existencia humana continuará, no es un chiste, es el calentamiento global o una guerra nuclear y las acciones de Trump empeoran ambas"
 
 

lunes, 11 de febrero de 2019

De paranoia y verdad

 
 
Marcelo Colussi
 
""Nuestra ignorancia fue planificada por una gran sabiduría"
En términos sociales, vistos los acontecimientos humanos como fenómenos históricos omniabarcativos, no queda ninguna duda que nuestra forma de actuar como masa responde a una planificación que realizan algunos, muy pocos. Parafraseando lo dicho por Scalabrini Ortiz entonces: lo que no sabemos nosotros (nuestra ignorancia) lo saben los que deciden que no lo sepamos (...)
Esas estructuras de poder (económico, político, militar, científico, cultural), cada vez más pequeñas y poderosas, deciden el futuro de inconmensurables cantidades de personas sobre la faz del planeta. Ellas son las que le ponen precio a cada cosa que consumimos, las que deciden las guerras o el tipo de gobierno que debe tener cada país, las modas, lo que se come y no se come, cuánta agua puede beber cada mortal y lo que se debe pensar “correctamente”. Se podría retrucar rápidamente que hay en esta consideración un talante paranoico, un sabor a visión conspirativa que encuentra fantasmas allí donde no los hay. El sentido de este texto, en todo caso, es mostrar con ejemplos evidentes y concretos que no hay tal “teoría de la persecución” de por medio, sino crudas y descarnadas verdades, para lo que presentaremos algunos casos esclarecedores (...)
Argentina, entre las diez primeras economías del mundo al terminar la Segunda Guerra Mundial, con un proceso de industrialización propio que la hacía autosuficiente, aportando la mitad de todo el producto bruto de Latinoamérica para la década del 60 en el siglo pasado, años después cayó en picada. En “el país de las vacas”, hoy día la mitad de su población está bajo la línea de pobreza y pasa hambre. Buscar comida en los tarros de basura, para muchos argentinos ya es algo común (y se llegaron a matar animales en zoológicos para comer algo de carne roja). ¿Por qué? ¿Haraganería e indolencia de sus pobladores? ¿Malas políticas de sus gobernantes? “No dejemos que la Argentina sea una potencia, pues arrastrará tras de sí a toda América Latina… La estrategia es debilitar y corromper por dentro a la Argentina. Destruir sus industrias, sus fuerzas armadas, fomentar divisiones internas apoyando a bandos de derecha e izquierda, atacar su cultura en todos los medios, imponer dirigentes políticos que respondan a nuestro Imperio. Esto se logrará gracias a la apatía de su pueblo y a una democracia controlable, donde sus representantes levantarán sus manos en masa en servil sumisión. Hay que humillar a la Argentina”, decía Winston Churchill en Yalta en 1945. Evidentemente lo que sucedió a partir de 1976 con los planes de ajuste neoliberal impulsados por los organismos crediticios de Breton Woods (Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial), llevados adelante por una sangrienta dictadura militar, hundió al país sudamericano, dejándolo en un estado de postración del que, muy probablemente, ya no podrá salir.
En Guatemala, en el año 2015 se vivió una “primavera” anticorrupción particularmente llamativa: un país marcado por la impunidad y corrupción a través de toda su historia, con niveles de ambas características de las más altas de todo el continente, ¿por qué de buenas a primeras pareció acometer esta cruzada contra la corrupción? ¿Por qué esa repentina indignación ciudadana? Indignación llamativa: a partir de misteriosas convocatorias hechas en las redes sociales (después se supo que desde perfiles que resultaron ser todos falsos), la población capitalina –clasemediera en lo fundamental– comenzó a asistir a la plaza en algo que luego fue ritualizándose: llegar los sábados por la tarde a sonar vuvuzelas y a cantar el himno nacional. Terminado que fuera ese ritual, todos a su casa, sin consigna política transformadora más allá de una indignación ante los hechos de corrupción que se iban conociendo a partir del trabajo del Ministerio Público y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala –CICIG–. De esa cuenta, con esa “presión” popular, se vieron forzados a renunciar los por entonces presidente y vicepresidenta: Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti. La sensación que pudo haber quedado es que la movilización popular los depuso. Ahora, fríamente analizados los hechos a la distancia, puede verse que se trató fundamentalmente de un bien pergeñado plan de psicología militar. Una vez más Guatemala fue utilizada por el gobierno de Estados Unidos como laboratorio de pruebas para un ensayo de manejo social: disparar la vena anticorrupción para lograr una protesta cívica (pacífica, sin la más mínima intención de modificar algo sustancial; lo que en otros contextos comenzó a llamarse “revolución de colores”). Con esa táctica ya probada, logró desplazar a los “molestos” gobiernos de Argentina y Brasil.
Lo interesante es que a principios de 2015, antes de abril en que comenzaron las protestas cívicas, fuentes oficiosas de la Embajada de Estados Unidos filtraron la noticia –nunca difundida en forma masiva– que el binomio presidencial no iba a terminar su período, pues iría preso, y muy probablemente deportado a Miami con cargos de narcoactividad. Meses después, “casualmente” la información extraoficial se confirmó en los hechos.
En la República Bolivariana de Venezuela –la mayor reserva de petróleo del mundo: 300,000 millones de barriles, botín apetecido por las grandes multinacionales petroleras, estadounidenses en lo fundamental– cursa hoy una agresión fenomenal por parte de Washington y una serie de países que lo secundan. Claramente y sin empacho lo expresó el Asesor de Seguridad Nacional John Bolton: “Haría una gran diferencia para Estados Unidos económicamente si pudiéramos tener compañías petroleras estadounidenses invirtiendo y produciendo petróleo en Venezuela”. Es por ello que hoy el país caribeño atraviesa la situación terrible que debe soportar, con penurias y amenaza de invasión, más un autoproclamado presidente paralelo que complica tremendamente las cosas.
Analizando el panorama, brillantemente lo expone Simón Andrés Zúñiga en su texto “Los buitres y el reparto del botín”: “Antes de cerrar la semana, el ingeniero venezolano Ricardo Hausman, escribe en su cuenta Twitter: “President Guaidó has an economic plan to start the recovery of Venezuela (…)”. Es decir, Hausman anuncia que Guaidó cuenta con un plan económico para iniciar la recuperación de Venezuela. El profesor de Harvard, a principios del 2018 ya había adelantado el escenario que ahora se está ejecutando. En ese momento, escribió un artículo donde justificaba una intervención militar y una operación de rescate (económico) por parte de Estados Unidos y algunos países latinoamericanos. Es impresionante como un año antes, detalló parte del guión estadounidense que ahora están leyendo (e interpretando) Bolton y Guaidó.
Los ejemplos citados son por demás de aleccionadores respecto a lo que se quiere transmitir: todo, o muy buena parte, de lo que sucede en términos político-sociales a las poblaciones, son producto de elaborados planes de “ingeniería social”, o “ingeniería humana”. Pero, por suerte, los seres humanos somos algo más complejo que materiales que se pueden procesar y manipular como hace la ingeniería. Tenemos capacidad de reacción. Por eso la historia no está terminada"
 
 
 

jueves, 7 de febrero de 2019

Su peso en oro

 
Ya se ha señalado por aquí la importancia no solo del petróleo venezolano, sino también la de su oro (y minerales estratégicos, como se cuenta aquí abajo). En una coyuntura mundial tambaleante, en que no pocos analistas anuncian la tormenta perfecta, un batacazo insondable, Peter Schiff, considerado el profeta de la crisis de 2008, habla en efecto de una próxima debacle del valor del dólar, a la vez que un incremento espectacular de nuevo del patrón oro, de ahí que China o Rusia lo anden acumulando. Y Venezuela es una de las mayores reservas mundiales. Pero 11.000 millones en sanciones del plan Trump más las previas de Obama: eso sí que augura una horrenda crisis humanitaria, tan aplaudida por las hordas de millones de desinformados pero humanitarios. Gentes de corazón de oro.
 
Alfredo Serrano Mancilla, director de CELAG
 
"En aras de subsanar ciertos errores de bulto que condicionan los análisis y comentarios, si me lo permiten, he aquí algunos datos “desconocidos” para contribuir a la mejor salud del debate global sobre Venezuela:
  1. Juan Guaidó fue electo por el mismo órgano electoral con el cual se eligió al Presidente Maduro. Guaidó obtuvo 97.492 votos en Estado de Vargas en el año 2015.
  2. La Organización de los Estados Americanos no ha reconocido a Guaidó como presidente de nada. Lo ha hecho su secretario general por su cuenta y riesgo, pero no sus estados miembros como bloque. Naciones Unidas tampoco ha reconocido a Guaidó; y así lo ha dejado saber claramente en una carta publicada su secretario general António Guterres, que dio su visto bueno a dar ayudar humanitaria en tanto fuera solicitado por el actual gobierno. El Papa Francisco tampoco se sumó a lo propuesto por Trump sobre Guaidó ante una pregunta explicita por una periodista en el vuelo de vuelta de Panamá. Países de cierta importancia geopolítica, tales como China, Rusia, Turquía, Irán, México y Sudáfrica, tampoco validan la opción de otro presidente que no sea Maduro. No todos los países de la Unión Europea (UE) se suman al desconocimiento de Maduro. Hasta el momento no lo han hecho Italia, Grecia, Rumanía, Irlanda, Bulgaria, Chipre, Malta y Eslovaquia. Otro dato: la jefa de la diplomacia europea, la italiana Federica Mogherini ha aceptado estar en Montevideo el próximo 7 de febrero para iniciar el dialogo en el seno del grupo de contacto internacional sobre Venezuela. Por su parte, el Parlasur, el parlamento del Mercosur, tampoco ha considerado de ninguna manera la existencia de otro Presidente que no sea Maduro.
  3. Con reservas probadas, Venezuela es el octavo país del mundo con mayor cantidad de reservas de gas; el primero en petróleo; en oro, el valor sus reservas supera el PIB de Chile o Dinamarca; en hierro, el valor supera al PIB de México o España; en diamantes, la cifra es mayor al PIB de Paraguay o Bolivia; y para colmo, recientemente se ha demostrado que hay mucho coltán en su territorio.
  4. En términos de propiedad, el 98,5% de las empresas constituidas en Venezuela son privadas; 0,5% son mixtas y 1% completamente públicas. Y otro dato: el 80% de los medios de comunicación en Venezuela son privados.
  5. Según un artículo en The New York Times, de acuerdo con los estimados del gobierno de Trump, las nuevas sanciones le costarán a la economía venezolana 11.000 millones de dólares en ingresos perdidos del petróleo. Y esto se suma a los efectos ya consumados de decretos previos. El primero fue el de Obama, aprobado el 9 de marzo de 2015, donde se anunciaron las primeras sanciones contra Venezuela en base al “riesgo extraordinario” para la seguridad de EEUU. Luego vinieron muchos más, ya con la administración Trump en marcha.
  6. En el siglo XXI, Venezuela ha diversificado sus relaciones económicas y política. Y China se convierte en uno de sus principales socios. Por ejemplo, Venezuela representa el 40% de la financiación que Pekín concede a toda América Latina. Rusia y Turquía también son claves en estas nuevas alianzas.
  7. A veces se nos olvida que Venezuela tiene frontera con Estados Unidos regulado por el Tratado de Límites marítimos de 1978, que fija los límites marítimos entre las islas de Venezuela en el Mar Caribe y los territorios dependientes de Estados Unidos (Puerto Rico e Islas Vírgenes)"
 

miércoles, 6 de febrero de 2019

Gaza

 
Premio Goya al mejor corto. Coautor: Julio Pérez, exalumno de la mejor profe de filosofía de Talavera. Entrada dedicada a ambos. Un éxito en mis clases aquí en Marruecos. Vetado por el arzobispado de Madrid, ciudad en la que Carmena condecoró en cambio a uno de los mayores sicarios militares israelíes hace dos años, se emite hoy en el Teatro de Lavapiés. Al contrario que Julen, el niño de 2 años del final del corto sí se salvó. Su mirada lo resume todo.
 
 
 

 
Sara Babiker:
 
"La semana pasada el gobierno socialista, el mismo que inició su inesperado mandato con un airoso gesto humanitario, permitiendo que el Aquarius atracase en Valencia, anunció que tenía un plan. Era un programa ambicioso que perseguía reducir a la mitad la inmigración irregular. Aunque la inmigración irregular sea un nombre abstracto acompañado de un calificativo, la componen sujetos bien concretos, hechos de carne y hueso y de pulmones que se llenan de agua marina y revientan en la oscuridad de la noche mediterránea cuando nadie acude a salvarlos.
El resultado es el deseado: los cadáveres que se pierden en la hermosa fosa común llamada Meditérraneo no cuentan como llegadas, tampoco los que aparecen en la orilla sur del Mediterráneo. Ni siquiera los que alcanzan las playas del norte, cuentan como llegadas. Es más fácil lidiar con cuerpos sin alma, cuyas familias nunca recuperarán, cuyo destino desconocerán. Y así las cifras de llegadas descenderán y tendremos menos miedo.
El Mediterráneo se ha sido sellando a fuerza de fascismo. A veces explícito, como el de Salvini, otras veces burocrático y funcional, como el que esgrime la Unión Europea en sus directivas. El gobierno no puede sustraerse a eso, no puede ¿verdad? La real politik de las fronteras es una lógica irrenunciable. Política de Estado. Puro raciocinio. Hay que pagar el precio. Tampoco es tan difícil. Al fin y al cabo, son otros quienes pagan.
Tenemos un plan, anuncia el gobierno: ahogaos. No es que diga eso. ¿Cómo va a decir eso? ¿Qué gobierno democrático, socialista, sensible, podría decir eso? Pero pasa que la gente se ahoga si los aviones de Salvamento Marítimo no tienen cómo encontrarles porque no hay radares para ello. Pasa que la gente se ahoga si mantienes secuestrados a los barcos que salían a buscarles. Y cuando la gente se ahoga, quizás debas admitir que ese era el objetivo. Porque reducir la inmigración irregular a la mitad quiere decir que muera gente.
 

El sábado a la noche, durante la gala de los Goya, los directores del corto documental Gaza, una mirada a los ojos de la barbarie dijeron: “Israel en Eurovisión, no”. El documental que hicieron está ahí, disponible a la vista de todas. Aunque el viernes, a la desesperada, grupos sionistas presionaran a nuestro clero, tan sensibilizado con los derechos humanos, para que el film no se mostrara en el centro pastoral San Carlos Borromeo. Poco podrán limitar su exhibición, mañana lo verá un aforo más grande en el teatro del Barrio.
¿Tuvo tiempo de ver el jerarca eclesiástico censor lo que estaba censurando? ¿Vio lo que vieron estos directores en Gaza? ¿Vio lo que ve todo aquel que se atreva a mirar lo que un Estado lleno de armas, invasor, terrorista puede hacerle al pueblo palestino? Fue un “discurso de odio”, calificaron grupos sionistas las palabras del pasado sábado, desde los pasquines de derechas. Y mientras, hoy acuden a declarar quienes, cuando la barbarie en Gaza abría los telediarios primero en 2014, luego en 2015, se organizaron para mandar ayuda. Se les acusa de financiar el terrorismo.
Hace 14 años que Israel inició la desconexión de Gaza. Le puso un muro alrededor, la circundó de altísimas láminas de hormigón, soldados armados de ametralladoras, sanciones económicas, todo tipo de bloqueos. Tenían un plan. Dejarles ahí, casi dos millones de seres humanos, rodeados, acorralados, despojados de la humanidad que ofrece un futuro posible.
Un poco les bombardea, un poco les dispara, un poco les deja morir de hambre y de enfermedad. A su rebelión pacífica respondió con fuego. Ocurre así desde hace casi un año, cuando emprendieron la Marcha del Retorno. Sonaban los fusiles, aullaban los heridos, se desesperaban las madres, ardían de furia los hermanos, mientras Netta cantaba I'm not your toy en un plató lleno de luces horteras, baile y alegría.
Extinguíos. Aun cuando sigáis vivos, extinguíos por dentro, no esperéis nada, no sois el pueblo elegido. Ver Gaza, el documental, los ojos del niño que lo cierra. Un niño extinguido, escombros dentro de su pequeño cuerpo. Si el joven aparentemente afable que va a cantar a Tel Aviv viera a Gaza, no pensaría un momento en decir, ¿no voy a Eurovisión?
Pero los niños ya no nos conmueven. Queda lejos el espanto colectivo que provocó el cadáver de Aylan en una playa turca. No vemos los niños que ya son cadáveres habitándose de mar, mientras el Open Arms y el Aita Mari zozobran en los puertos impotentes. Ni siquiera nos conmueven ya los niños, será porque no son nuestros. Será porque vamos perdiendo humanidad mientras avalamos ambiciosos planes de disminución de la inmigración irregular desde la orilla del mar justa, y preparamos el supermegaevento que tendrá lugar en mayo, del lado del muro justo, mientras del otro lado, la gente se ahoga, la gente se extingue. Ese es el plan"
 
 



lunes, 4 de febrero de 2019

La miseria moral de la prensa española

 
Asier Arias:
 
"Tras la muerte de Chávez, se celebraron nuevas elecciones presidenciales en abril de 2013. Tan siquiera la confluencia de un recrudecido ataque mediático y la mímesis socialista ensayada por una oposición milagrosamente integrada lograron desbancar al heredero de Chávez, aunque su victoria fue mucho más estrecha que las de su predecesor. La oposición reaccionó con violencia a la derrota, tratando desde un primer momento de disponer los medios para alcanzar el poder sin pasar por las urnas. La arremetida de Capriles se prolongaría en la desmedida incitación a la violencia de López, miembro de una de las familias más poderosas de Venezuela.
Con López entre rejas y en medio de una orgía mediática, la oposición volvió a presentarse unida a unas elecciones, esta vez legislativas, en diciembre de 2015. La confluencia de una decena de partidos opositores lograría por primera vez imponerse al partido en el poder. En este punto surgen las tensiones que han conducido a la situación actual. Se denunciaron fraudes en las elecciones de diciembre. Aparecieron grabaciones en las que la secretaria de la gobernación del estado Amazonas compraba paquetes de votos opositores. El Tribunal Supremo declaró en desacato al órgano legislativo a causa de la negativa de éste a acatar su fallo y suspender a los tres diputados implicados. De haberlo hecho, la oposición hubiera perdido la mayoría absoluta cualificada en la cámara. Desde entonces, la oposición se ha negado a participar en las sucesivas elecciones legislativas y ejecutivas, optando en su lugar por el recurso a mercenarios en las calles y eslóganes estridentes en los medios. En este contexto, y aunque la oposición decidió no presentarse a las presidenciales, adelantadas a mayo de 2018, Maduro obtuvo en ellas 6,2 millones de votos, apenas un millón menos que en 2013. Lo curioso de este resultado es que la prensa española continúe incidiendo en la «abstención histórica en Venezuela» en lugar de indicar lo realmente reseñable: que la participación fue tan alta como en las típicas elecciones occidentales a pesar de que no se presentara la oposición.
Los zapatos que asoman bajo la cortina parecen seguir siendo los de López, que, tal y como informa la prensa española, ha conseguido mantener «viva la llama», motivo por el cual «hoy todos reconocen su parte del mérito» (...)
Observando escrupulosamente los señalados principios, los medios españoles se han limitado durante dos décadas a alimentar la clase de propaganda corporativa que cabía esperar de un país cuyas multinacionales –incluyendo las mediáticas, encabezadas por el grupo Prisa– tienen enormes intereses económicos en Venezuela. El espectro de opinión es de este modo tan estrecho que pasar de uno a otro de los cuatro periódicos más leídos del país supone, meramente, deambular por el laberinto de la retórica estridente, la ausencia de fuentes relevantes y la objetividad en la transmisión de notas de prensa estatales o corporativas.
A nadie extraña que los artífices de sucesivos golpes militares y guerras en Oriente Medio y Latinoamérica instiguen una nueva guerra civil. Los periodistas españoles debieran tener la suficiente altura moral como para detestar la idea de hacerse cómplices de las miles de muertes que esa guerra podría causar. Tampoco estaría de más que nos cupiera atribuirles la suficiente altura intelectual como para suponerles capaces de comprender que ello no equivale a «apoyar al ‘régimen’ de Maduro».
Estar del lado de la democracia y del pueblo venezolano puede significar muchas cosas, pero desde luego no puede equivaler a forzar un resultado electoral: «si votáis a nuestro candidato, os levantamos las sanciones». Esta presión exterior para el «cambio de régimen» no sólo es ilegal desde el punto de vista del derecho internacional, sino que ha resultado, una y otra vez, primero en miseria y luego en violencia. Estar del lado del pueblo venezolano sólo puede equivaler hoy a alzar la voz contra su estrangulamiento económico. Los periodistas demócratas contrarios a Maduro deberían aborrecer la idea del «cambio de régimen». Un demócrata votante del PP no puede desear –a menos que renuncie al adjetivo– que el PSOE salga del gobierno en el contexto de la constricción económica y la amenaza militar alemana. Es difícil concebir una idea más absurda, y es triste verse en la necesidad de hacer explícita semejante clase de truismos. Los demócratas contrarios a Maduro pueden –y quizá deban– abogar por un nuevo adelanto de elecciones, escenario nada inverosímil si no estalla una guerra civil. Pero antes deberían sugerir al pueblo español que exija al Estado español la defensa incondicional del derecho internacional, el cese de las amenazas militares y el levantamiento de las sanciones, porque aquel adelanto sólo tendría sentido con «garantías», y es claro que sin estos requisitos previos resulta absurdo hablar de «garantías». Si se defiende que las elecciones de mayo fueron ilegítimas porque no fueron libres, como se ha repetido insistentemente, resulta incomprensible que se suponga que en las actuales circunstancias puedan celebrarse elecciones «libres».
Lo ridículo no es que Maduro haga referencia a las obvias injerencias exteriores, sino que la prensa le ridiculice por su «habitual retórica del enemigo exterior». De hecho, apenas instalada en la Casa Blanca, la administración Trump comenzó a amenazar con intervenir militarmente en Venezuela"