“En los países democráticos no se percibe la naturaleza violenta de la economía, mientras que en los países autoritarios lo que no se percibe es la naturaleza económica de la violencia”
Bertolt Brecht

"Hay que aprender de los errores del siglo XX y superarlos. El capitalismo no lo ha hecho. Los socialistas deben hacerlo"
Tariq Ali

"La cuestión no es mercado sí o mercado no, es qué espacio tenemos que concederle al mercado para que tenga efectos positivos y qué espacio tenemos que quitarle para que no tenga efectos negativos"
César Rendueles ("Capitalismo canalla" antídoto para "Los enemigos del comercio" de A. Escohotado)

"Los poderosos siempre han perseguido a los alfabetizadores, a los que paraban las balas con columnas de periódico, a los que hacían escudos con libros cargados de metáforas y razones. También a los que han hecho visibles a los invisibles, a los que enseñan a decir no con una sonrisa y también a los que enseñan desde el monte a recordar que no hay que vivir de rodillas"
J.C. Monedero

Qué son los PsyOps: "Los daños que causan las PsyOps [Operaciones Psicológicas] se reflejan en la aparición de cambios en el plano cognitivo y mental (...) Toda operación militar, y por tanto toda operación psicológica, tiene que contar con una cadena de mando. El análisis detallado de los mensajes a través de Twitter y Facebook ha permitido descubrir «nodos de red», o sea estados mayores implicados en la operación. Estos están entrenados en el uso de métodos de control de las multitudes para crear una situación de contagio entre individuos de diferentes medios y orígenes. De esa manera, los estados mayores logran localizar fácilmente los «repetidores de opinión», o sea los individuos que influyen sobre los demás. Los especialistas pueden entonces optar entre informarlos sobre el proyecto o mantenerlos en la ignorancia de lo que está sucediendo"
Valentin Vasilescu (experto en inteligencia militar)

"Gozamos de tres bienes de valor incalculable. La libertad de conciencia, la libertad de palabra y la prudencia de no usar nunca ninguna de las dos". Mark Twain.


viernes, 28 de octubre de 2016

A la tercera va la vencida

Con la fría y despiadada Hillary Clinton, señora de la guerra, y la misma empatía que un calamar, sobradamente demostrada desde su apoyo entusiasta a la Guerra de Irak hasta su activa destrucción de Libia de la que alardeó, esto no es broma, mucho cuidadito con Siria. Y más cuando nos hallamos en un periodo de caos sistémico, de pugna hegemónica como los que condujeron a ambas guerras mundiales.
 
"Las guerras que se libran hoy día son todos conflictos internacionalizados. En todos, directa o indirectamente, están presentes los intereses geoestratéticos de las principales potencias, ya sea porque la venta de armas y/o la reconstrucción de lo destruido es un jugoso negocio, ya sea porque esas guerras expresan las disputas político-económicas por áreas de influencia con un valor global. Las interminables guerras del África negra (por el control de recursos estratégicos como, por ejemplo, el coltán) o del Oriente Medio (por el control del petróleo), son la manifestación de planes imperiales de dominación, donde participan empresas de distintos países capitales llamados “centrales”. Y esas, sin ningún lugar a dudas, son guerras mundializadas. ¿Qué hacen soldados europeos en Afganistán? ¿Qué hacen los portaviones estadounidenses en el Mar Rojo? ¿Por qué fuerzas de la OTAN bombardean Libia o Egipto?
Todos esos son conflictos mundiales. Tras la fachada de la OTAN o de la ONU vienen las petroleras, las grandes empresas euro-estadounidenses, las inversiones de la gran banca mundial. ¿No son reparticiones mundiales esas, que recuerdan la Conferencia de Berlín de 1884/5, donde unas cuantas potencias capitalistas europeas se dividieron el dominio del África?
Ahora, en forma alarmante, se nos habla de una posible guerra mundial. ¿Llegaremos realmente al holocausto termonuclear disparando los más de 15.000 misiles con carga nuclear? (cada uno de ellos con una potencia destructiva 30 veces mayor a las bombas de Hiroshima y Nagasaki) ¿Qué se juega en esa posible “nueva” guerra mundial? (...)
Por eso hoy día la posibilidad de una nueva guerra mundial está abierta. Pero cuando se dice “mundial”, se está hablando de la confrontación de la potencia dominante: Estados Unidos, con quienes efectivamente le hacen sombra, Rusia y China. Y fundamentalmente con esta última: el avance del yuan sobre el dólar es irrefrenable. Lo que se juega verdaderamente en esta posibilidad de locura nuclear es la supremacía que vino detentando el principal país capitalista del mundo hasta ahora, momento en que empieza a ser seriamente cuestionado.
El capitalismo, en tanto sistema planetario, y también su locomotora, la economía estadounidense, desde el año 2008 cursan una profunda crisis de la que no se terminan de recuperar. En ese escenario, el auge de China y su incontenible pujanza, resulta una afrenta insoportable. Ante ello, la posibilidad de una guerra funciona como válvula de escape, como salida de emergencia. Aunque, por supuesto, la guerra no es ninguna salida.
Hoy por hoy, el sistema capitalista mundial, liderado por Estados Unidos, cada vez más está manejado por inconmensurables capitales de proyección global, con megaempresas que detentan más poder que muchísimos gobiernos de países pobres. Las decisiones de esas corporaciones globales, en muchos casos exclusivamente financieras -en otros términos: parásitos improductivos que viven de la especulación- tienen consecuencias también globales (...)
En esa lucha por mantener la supremacía, o dicho de otro modo, por no poder un centavo de la ganancia capitalista, la geoestrategia de Washington apunta a asfixiar por todos los medios a sus rivales, a sus verdaderos rivales, que no son ni la Unión Europea ni Japón, que son, sin vueltas de hojas, el eje Pekín-Moscú. La guerra, lamentablemente, es una de las opciones, quizá la única, en esta lucha a muerte.
Comentario marginal: hablamos de civilización, pero por lo que se ve, la dinámica humana no ha cambiado mucho en relación a la historia de nuestros ancestros: las cosas se siguen arreglando -más allá de cualquier pomposa declaración- en relación a quién tiene el garrote más grande. El pequeño -y desgarrador- detalle es que hoy, ese garrote se llama misil balístico intercontinental con ojiva nuclear múltiple.
De darse un enfrentamiento entre los gigantes, definitivamente se usaría material nuclear. Los países que detentan armas atómicas son muy pocos: Gran Bretaña, Francia, India, Pakistán, Israel (aunque oficialmente declara no tenerlas), Corea del Norte, China, todos ellos en una escala moderada, y en mayor medida, con infinitamente mayor capacidad destructiva: Rusia y Estados Unidos. A la Unión Soviética la terminó asfixiando la carrera armamentista; a Estados Unidos, el negocio de las armas le provee una cuarta parte de su economía. De hecho uno de cada cuatro de sus trabajadores laboraba en la industria bélica. Es obvio que la guerra alimenta al capitalismo. Pero sucede que jugar con energía nuclear es invocar a los peores demonios.
No hay dudas que para esas mega-empresas ligadas a la industria militar (Lockheed Martin, Boeing, Northrop Grumman, Raytheon, General Dynamics, Honeywell, Halliburton, BAE System, General Motors, IBM), todas estadounidenses, la guerra les da vida (¡y dinero!)"


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