“En los países democráticos no se percibe la naturaleza violenta de la economía, mientras que en los países autoritarios lo que no se percibe es la naturaleza económica de la violencia”
Bertolt Brecht

"Hay que aprender de los errores del siglo XX y superarlos. El capitalismo no lo ha hecho. Los socialistas deben hacerlo"
Tariq Ali

"La cuestión no es mercado sí o mercado no, es qué espacio tenemos que concederle al mercado para que tenga efectos positivos y qué espacio tenemos que quitarle para que no tenga efectos negativos"
César Rendueles ("Capitalismo canalla" antídoto para "Los enemigos del comercio" de A. Escohotado)

"Los poderosos siempre han perseguido a los alfabetizadores, a los que paraban las balas con columnas de periódico, a los que hacían escudos con libros cargados de metáforas y razones. También a los que han hecho visibles a los invisibles, a los que enseñan a decir no con una sonrisa y también a los que enseñan desde el monte a recordar que no hay que vivir de rodillas"
J.C. Monedero

Qué son los PsyOps: "Los daños que causan las PsyOps [Operaciones Psicológicas] se reflejan en la aparición de cambios en el plano cognitivo y mental (...) Toda operación militar, y por tanto toda operación psicológica, tiene que contar con una cadena de mando. El análisis detallado de los mensajes a través de Twitter y Facebook ha permitido descubrir «nodos de red», o sea estados mayores implicados en la operación. Estos están entrenados en el uso de métodos de control de las multitudes para crear una situación de contagio entre individuos de diferentes medios y orígenes. De esa manera, los estados mayores logran localizar fácilmente los «repetidores de opinión», o sea los individuos que influyen sobre los demás. Los especialistas pueden entonces optar entre informarlos sobre el proyecto o mantenerlos en la ignorancia de lo que está sucediendo"
Valentin Vasilescu (experto en inteligencia militar)

"Gozamos de tres bienes de valor incalculable. La libertad de conciencia, la libertad de palabra y la prudencia de no usar nunca ninguna de las dos". Mark Twain.


martes, 25 de diciembre de 2018

Por un gobierno de la calle


El filósofo-economista Fréderic Lordon (Tras años de intensa actividad desde que participara en #NuitDebut, Lordon llamaba hace semanas a ir al Elíseo y forzar la dimisión de Macron, desde la tribuna en Republique. En estas semanas en las que se decide el futuro de Francia, y especialmente el de la hegemonía dentro del bloque popular contra la Quinta República y Emmanuel Macron que la lidera, Lordon se ha implicado activamente en las manifestaciones destituyentes violentamente reprimidas por la policía. [Nota del traductor])


"Hacerse odiar por los mercados financieros y por la prensa del capital son cumplidos del todo honorables. ¿Es suficiente para adherirse plena y enteramente a la Francia Insumisa? Claro que no (...)  ¿Y dónde está en realidad la Francia Insumisa? Por un lado François Rufin hizo campaña en Picardía contra el Frente Nacional con una idea simple y fuerte: “Vuestro problema no son los inmigrantes, son los accionistas”. Eso es una línea clara, justa y ganadora. Pero la Francia Insumisa, o mejor dicho su estado mayor, no para de producir una nube de señales contradictorias, que hablan de encrucijada de los caminos estratégicos y se inquietan porque no sea el bueno el que se tome. 
Recordemos por tanto esta verdad de que las formaciones políticas no deben nunca dejarse sin vigilancia. Ni antes, ni después de las elecciones. Todavía menos después. Y con más razón cuando la Francia Insumisa porta un proyecto explícito de perturbar algunos grandes intereses y prepararse para encontrarse grandes resistencias. De ser, por tanto, capaz de oponerles una gran determinación. Puede si no encontrarse hecho trizas en el campo de batalla, en muy poco tiempo además. Y finalmente las instituciones son muy confortables, y si no llegamos a ellas porque es muy complicado nos veremos por largo tiempo en los sofás simulando algunos compromisos de fachada. 
Siempre me he preguntado, por ejemplo, si Mélenchon es presidente haría saltar, como ha dicho alguna vez, las estructuras de la propiedad mediática, o si no se inclinaría a negociar un pacto de no agresión, lo que sería una ilusión a la vez que un terrible error: con la retirada de la circulación internacional de capitales y la desfinanciarización, la desprivatización/socialización de los medios es un requisito sine qua non de toda experiencia gubernamental de izquierda (...)
Con respecto a Syriza, el tema estaba claro desde el principio. Sin la más mínima posibilidad de mantener la relación de fuerzas por una amenaza creíble de salida del euro, y con el único recurso de esperar la buena voluntad democrática de la Unión Europea, el Gobierno Tsipras no podía terminar más que arrodillado. Podemos, es todavía más simple. Iglesias se ha desplomado desde el verano de 2015, admitiendo que no hará gran cosa de más que seguir un programa social-demócrata de lo más clásico, léase, de lo más apático. 
En cuanto a la cuestión del euro, ya la han evacuado formalmente: no se intentará ni realizar el simulacro Tsipras. Es decir se pedirá educadamente, se recibirá un no, y estará muy bien. Puede incluso que ni se pida nada. Procedamos por comparaciones homogéneas: las intenciones sobre el papel de la Francia Insumisa son de entrada mucho más firmes que las de Syriza o Podemos, sobre todo pero no sólo, en la confrontación europea. La cuestión es, por supuesto, ¿qué queda de las intenciones en la práctica del poder? Esta es solo mi opinión, o mejor son mis dudas. Pero como no se terminará nunca de sondear los corazones y los riñones ni de leer los posos del café para hacerse una idea sobre la firmeza ‘real’ de los líderes políticos propulsados al poder, más bien nos vale hacer pivotar la cuestión sobre el “que está permitido esperar”(...) Para ese gobierno se trataría de alimentar una buena relación con la calle potenciando las contrariedades, con todo lo que supone de liberación de las formas rituales, impotentes, de las manifestaciones de Bastille a Nation [recorrido por el centro de París]. Yo digo “la calle” pero pienso en ocupaciones de fábricas, edificios vacíos, nuevas zonas de experimentación, a tomas del poder sobre el terreno. Pienso en todas las formas de acción que hacen de su potencia un desborde, para acabar con una relación de fuerzas global en la sociedad"



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