"Uno, por ejemplo, es un estudio sobre el océano Glacial Ártico y las actividades de Rusia en dicho océano, para medir el impacto que tienen en los sistemas de defensa y la economía estadounidenses.
Otro documento trata del impacto que tendría en EEUU la pérdida de mercados que suministran productos o materias primas esenciales para mantener una guerra. Te cito una parte de este documento, pues transmite una idea clara de su propósito: “ Una pérdida repentina y catastrófica de suministros interrumpiría los programas de fabricación de misiles, satélites, lanzamientos espaciales y otros programas de defensa del DoD”. Hace referencia a que EEUU importa minerales de China y otros países imprescindibles para sus programas militares. Una guerra pondría fin a estos suministros, como también los perdería si EEUU perdiera el control de las vías marítimas de suministro.
El último, quizás el más importante, trata sobre los retos estratégicos planteados por Rusia y China. Todos estos documentos son demostrativos de que EEUU considera, cada vez con más preocupación, escenarios de guerra con Rusia y China y se prepara para esa guerra (...)
Desde hace años, las grandes potencias –Rusia, EEUU, China-, están inmersas en un tremendo rearme, que apunta a una colisión pavorosa a partir de 2025, si nada la detiene. Hay tiempo para evitarla si los pueblos se mueven. Si las fuerzas políticas responsables cumplen su tarea de poner como primera tarea crear conciencia sobre el peligro, incluso y cada día más probable, de una guerra nuclear. No lo digo yo. Lo dice EEUU, que plantea que la OTAN debe prepararse para esa guerra. Cito textualmente el documento oficial estadounidense:
En Europa, tratar con una Rusia revanchista implicará reconstruir la capacidad de la fuerza convencional de la OTAN y la capacidad de la alianza occidental en el flanco báltico, mientras se prepara [la OTAN] para disuadir y, si es necesario, derrotar el uso de armas nucleares no estratégicas.
Esta afirmación aparece en uno de los documentos de que hablaba y tiene fecha 13 de noviembre de 2018, elaborado por la National Defense Strategy Commission, una comisión bipartidista del Congreso estadounidense, titulado “Providing for the Common Defense/ The Assessments and Recommendations of the National Defense Strategy Commission (Previendo la defensa común /Evaluaciones y recomendaciones de la Comisión de Estrategia de Defensa Nacional). Un documento oficial del Congreso de EEUU que considera escenarios de guerra nuclear en Europa debería ser objeto de grandes titulares, pero aquí es como si oyeran llover. Hay un embargo informativo adrede, dirigido, para que los ciudadanos no se enteren de lo que se está moviendo. Si los planes estadounidenses para una guerra nuclear no son noticia, no sé yo qué puede serlo"
"Pero no se trata solo de una evolución cuantitativa. La economía china también ha dado grandes pasos desde el punto de vista cualitativo. Los progresos son notables en el plano tecnológico. Hasta hace poco se consideraban el país un imita dor de tecnología, ahora es un innovador. Actualmente el 40 % de todas las patentes del mundo son chinas, es decir, más que las de estos tres países juntos: Estados Unidos, Japón y Corea del Sur. En 2015 se lanzaba el plan Made in China 2025 cuyo objetivo era aumentar la innovación y la autonomía en diez sectores importantes.
De este modo los productos chinos son cada vez más competitivos y a largo plazo suponen en una amenaza para la supremacía de las multinacionales occidentales, lo cual no es, evidentemente, lo que se quiere. Peter Navarro , un importante asesor económico de Trump, afirma: “El objetivo del gobierno chino en ‘Made in China 2025’ es explícitamente las industrias que van desde la inteligencia artificial, la robótica y la informática cuántica hasta los vehículos autónomos […]. Si China conquista estas industrias, Estados Unidos simplemente ya no tendrá ningún futuro económico”.
¡Es el ejército, estúpido!**
Pero, según Navarro, no se trata solo de la economía, la prosperidad o los beneficios. “Lo que está en peligro no es únicamente la prosperidad estadounidense. La propiedad intelectual que China trata de adquirir es el núcleo mismo de este concepto y la clave para la continuidad de la hegemonía militar de Estados Unidos”.
Las declaraciones de Navarro son muy significativas. El gobierno Trump hace mucho ruido en torno al déficit comercial, pero en realidad esa no es su preocupación principal. De lo que se trata es de mantener el liderazgo en tres ámbitos: tecnología, industrias del futuro y armamento. China es la principal amenaza para este liderazgo (...)
Capacidad de defensa, es decir, preparativos de guerra: de eso se trata. Y no de conflictos aislados a pequeña escala. Se trata en primer lugar de un esfuerzo de guerra masivo y de larga duración contra las “fuerzas revisionistas”, es decir, China y Rusia. El informe proporciona consejos para reestructurar fundamentalmente la economía estadounidense preparándola para un “escenario de conflicto entre grandes potencias”. En palabras de un alto funcionario de seguridad nacional: “Nos hemos preocupado de luchar en unos conflictos de baja tecnología contra personas que lanzan cohetes a partir de camiones. Durante todo este tiempo China ha sido inteligente y ha avanzado a grandes pasos. En eso es el que nos centramos ahora”.
En el siglo XX el objetivo principal de Estados Unidos era la Unión Soviética, en el siglo XXI es “el peligro chino” (...)
El objetivo de Trump es reiniciar completamente las relaciones económicas entre Estados Unidos y China. Según su conocido estilo: “Cuando llegué [a la Casa Blanca] íbamos en una dirección que iba a permitir a China ser más grande que nosotros en un corto periodo de tiempo. Ahora eso ya no va a ocurrir”. Por consiguiente, para impedir el ascenso de China es indispensable disociar todo lo posible economía china de la de Estados Unidos. Hay que limitar y prohibir tanto las inversiones chinas en Estados Unidos como las inversiones estadounidenses en China. El primer objetivo son los sectores estratégicos. Hay que limitar el comercio bilateral. Estados Unidos impone ahora aranceles a casi la mitad de las importaciones chinas. Trump ha amenazado con imponer aranceles, si fuera necesario, a todas las importaciones. Las exportaciones a China están también en el punto de mira.
La economía china también es muy dependiente de componentes estratégicos como los chips electrónicos. En mayo de 2018 se tuvo que detener temporalmente la exportación de chips a ZTE , un gran fabricante chino de componentes electrónico, lo que puso en peligro esta empresa que emplea a 75.000 personas. Kathleen Gaffney , una alta ejecutiva, predice que esto no es sino el comienzo: “Somos líderes en materia de tecnología e innovación en las industrias de chips electrónicos. A largo plazo China también quiere convertirse en líder. Para 2025 se producirán en China, por lo que es verdaderamente importante que se lo pongamos difícil: contr ola r s u s exporta c ion e s . Eso es una verdadera señal que perjudicará a China sin dañar la economía global. Ese es el tipo de acciones que vamos a ver”.
La mayoría de los observadores serios están convencidos de que los aranceles comerciales impuestos a China tendrán un efecto desfavorable sobre la economía de Estados Unidos y apenas podrán solucionar el déficit comercial con China. Pero eso no es lo que preocupa verdaderamente a Trump y compañía. Lo que les preocupa es “tratar de entorpecer el ascenso tecnológico de China en vez de llegar a un acuerdo, que sería lo mejor para la economía estadounidense”, según un inversor .
El gobierno Trump trata de propagar su guerra comercial con China a otros países. En las recientes negociaciones con Canadá y México respecto a un nuevo acuerdo de libre comercio Trump hizo incluir una cláusula que prohíbe a ambos países cerrar un acuerdo comercial con “un país fuera de la economía de mercado”, esto es, China. El objetivo es llegar a acuerdos similares con Japón, la Unión Europea y Gran Bretaña. Si Estados Unidos lo logra será un duro golpe para China y el inicio de una especie de “ telón de acero económico ” que cierre el país"
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