“En los países democráticos no se percibe la naturaleza violenta de la economía, mientras que en los países autoritarios lo que no se percibe es la naturaleza económica de la violencia”
Bertolt Brecht

"Hay que aprender de los errores del siglo XX y superarlos. El capitalismo no lo ha hecho. Los socialistas deben hacerlo"
Tariq Ali

"La cuestión no es mercado sí o mercado no, es qué espacio tenemos que concederle al mercado para que tenga efectos positivos y qué espacio tenemos que quitarle para que no tenga efectos negativos"
César Rendueles ("Capitalismo canalla" antídoto para "Los enemigos del comercio" de A. Escohotado)

"Los poderosos siempre han perseguido a los alfabetizadores, a los que paraban las balas con columnas de periódico, a los que hacían escudos con libros cargados de metáforas y razones. También a los que han hecho visibles a los invisibles, a los que enseñan a decir no con una sonrisa y también a los que enseñan desde el monte a recordar que no hay que vivir de rodillas"
J.C. Monedero

Qué son los PsyOps: "Los daños que causan las PsyOps [Operaciones Psicológicas] se reflejan en la aparición de cambios en el plano cognitivo y mental (...) Toda operación militar, y por tanto toda operación psicológica, tiene que contar con una cadena de mando. El análisis detallado de los mensajes a través de Twitter y Facebook ha permitido descubrir «nodos de red», o sea estados mayores implicados en la operación. Estos están entrenados en el uso de métodos de control de las multitudes para crear una situación de contagio entre individuos de diferentes medios y orígenes. De esa manera, los estados mayores logran localizar fácilmente los «repetidores de opinión», o sea los individuos que influyen sobre los demás. Los especialistas pueden entonces optar entre informarlos sobre el proyecto o mantenerlos en la ignorancia de lo que está sucediendo"
Valentin Vasilescu (experto en inteligencia militar)

"Gozamos de tres bienes de valor incalculable. La libertad de conciencia, la libertad de palabra y la prudencia de no usar nunca ninguna de las dos". Mark Twain.


domingo, 16 de diciembre de 2018

Ecos de Contrarreforma

Illueca, Monereo, Anguita:

"Y lo primero a considerar y constatar es la excesiva inclinación, por parte de medios de comunicación y comentaristas políticos, a poner el énfasis en los resultados obtenidos por la extrema derecha. Al fin y a la postre, esta fuerza política es solamente la infantería de un bloque en fase de cristalización avanzada, constituido por el PP y Ciudadanos. No hay nada más que oír las declaraciones, los discursos y las propuestas de Casado y Rivera desde hace tiempo. Y junto a ellos la fundación FAES y el propio Aznar como intelectuales orgánicos de esta nueva CEDA en construcción. Nada falta: declaraciones de miembros de la jerarquía eclesiástica congratulándose de los resultados electorales en Andalucía, medios de comunicación que desde hace bastante tiempo han transformado los informativos en partes de guerra de los golpistas de 1936. Y, junto a ello, sentencias judiciales que rezuman las viejas esencias de la misoginia franquista.
El matiz diferenciador de Vox estriba en la falta de complejos para explicitar el discurso que los llamados “constitucionales”, PP y Ciudadanos, apuntan, insinúan o mantienen con sus silencios y evasivas. Por otra parte, esta facción de la derecha que ha emergido no es en todo exactamente homologable con las fuerzas de extrema derecha que crecen en gran parte de la UE. Éstas viven en países que, se quiera o no, han conocido y debatido con el Protestantismo, la Ilustración, el Kulturkampf, el Liberalismo o el Modernismo. La extrema derecha española es, en gran parte, producto del misoneísmo español más castizo. Instalada en el autismo intelectual de la Contrarreforma, ha tenido su hábitat político en la permanente alianza entre el Trono y el Altar. La extrema derecha patria ha sido, y es, la actualizadora del odio al pensamiento libre que instituyera Fernando VII. Y si es cierto que en la Europa cincelada por la Ilustración el Mein Kampf y sus diversas excrecencias trajeron el holocausto, no es menos cierto que hoy hacer apología del nazismo o del fascismo está prohibido y penado. Aquí en la piel de toro, los crímenes de la dictadura franquista gozan de una desmemoria cultivada e interesada. Por no hablar de los permanentes falseamientos de los hechos históricos e incluso de la Historia de España en su conjunto.
Pero si hay algo en lo que el bloque de derechas no tiene fisura ni matiz alguno es en el sustrato social cuyos intereses representa y defiende, en la identificación plena con la intangibilidad sempiterna de la propiedad de los latifundios, el poder de las hidroeléctricas, la accesibilidad al goce y disfrute exclusivos de las prebendas contenidas en los Presupuestos Generales del Estado, la simbiosis, familiarmente heredada, con las Administraciones Públicas, la evasión fiscal como hobby y señal de distinción, o en la corrupción endémica y el silencio cómplice con los reales y con los supuestos delitos fiscales que afectan a la Corona. La extrema derecha europea, por convicción o por camuflaje, no tiene más remedio que adornar sus programa y discursos con propuestas y medidas de índole social. La extrema derecha española es neoliberal sin ambages y sin afeites.
Y también desde la serenidad es conveniente e inevitable hacerse dos preguntas ¿Por qué la extrema derecha ha cosechado este avance impensable hace poco tiempo? ¿Por qué ha habido un nivel tan alto de abstención en lo que se entiende por izquierda? Confesamos que para nosotros la verdaderamente inquietante es la segunda. Sin embargo, entregarnos a un ejercicio simple de análisis en estos críticos momentos sería instalarse en el empantanamiento generalizado de la culpa que tan morbosa y masoquistamente anida en la izquierda. Optamos por intentar responder a una pregunta ya clásica y por eso de actualidad permanente: ¿qué hacer? Creemos que en las líneas de la propuesta van implícitas la crítica y el modo de superar la situación.
Estamos ante una crisis generalizada no sólo de la globalización, sino de la civilización industrial que la ha impulsado. Los límites al crecimiento productivo impuestos por la sostenibilidad, así como el superado pico del petróleo, obligan a una respuesta que sea producto de las mayorías sociales capaces de evitar que nos sumerjamos en un nuevo feudalismo en el que los Estados desaparecen de facto y las multinacionales constituyen una gobernanza mundial con sus propias instituciones y organismos.
Una humanidad fallida.
La izquierda debe asumir el rol del discurso profético que consiste en decir la verdad y a su vez proponer una alternativa de carácter socialista a la producción, la distribución y el consumo. Y ello desde la concepción que liga la economía al territorio. La izquierda debe asumir, desde su incardinación en el aquí y el ahora, lo que es, lo que ha representado y lo que quiere representar"
                        

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