John Pilger y Julian Assange:
"J.A.: Hay un correo de 2014 dirigido por Hillary Clinton a su director de
campaña John Podesta poco después de abandonar el departamento de
Estado, en el que afirma que el Estado Islámico está financiado por los
gobiernos de Arabia Saudí y Qatar (...)
J.P.: Saudíes, qataríes, marroquís, bahreiníes, especialmente saudíes y
qataríes donan todo ese dinero a la Fundación Clinton mientras Hillary
es secretaria de Estado y el departamento de Estado está aprobando
enormes ventas de armas, en particular a Arabia Saudí.
J.A.: La
venta de armas más grande jamás realizada en el mundo se hizo con
Hillary Clinton como secretaria de Estado, [y fue por valor] de más de
80.000 millones de dólares. De hecho, durante su mandato al frente del
departamento de Estado el total de exportaciones de armas de Estados
Unidos se duplicó, en términos de valor en dólares (...)
J.A.:
En realidad, me da pena Hillary Clinton como persona, porque la veo
devorada por sus ambiciones, hasta un punto enfermizo. Esas personas
llegan a desmayarse como resultado de sus ambiciones. Ella representa a
toda una red de personas y de relaciones con determinados estados. La
cuestión es ¿cómo encaja Hillary Clinton en esta red más extensa? Es el
engranaje central. Hay un montón de engranajes diferentes en marcha,
desde grandes bancos como Goldman Sachs y los principales elementos de
Wall Street hasta agencias de inteligencia y determinados individuos del
departamento de Estado y del gobierno saudí (...)
Uno de los correos más
significativos de Podesta que hemos sacado a la luz explicaba cómo se
formó el gabinete de Obama y cómo la mitad del mismo había sido
básicamente nombrado por un representante del Citibank. Es bastante
sorprendente (...)
J.P.: Entonces, ¿es Wall Street quien decide el gabinete del presidente de Estados Unidos?
J.A.:
Si en su momento seguiste de cerca la campaña de Obama, te darías
cuenta de que se había acercado mucho a los intereses de la banca (...)
J.P.: ¿Por qué se mostró tan
manifiestamente entusiasmada por la destrucción de Libia? ¿Puede
contarnos por encima lo que nos muestran sus correos electrónicos de lo
que ocurrió allí? Porque Libia es el origen de buena parte del caos
existente ahora en Siria, del yihadismo del EI y todo eso, y fue casi
una invasión de Hillary Clinton. ¿Qué nos dicen los correos sobre todo
ello?
J.A.: La Guerra de Libia fue, más que nada, la guerra de
Hillary. Barack Obama se opuso inicialmente a ella. ¿Quién fue su máxima
defensora? Hillary Clinton. Esto está bien documentado en sus correos.
Había enviado a su agente favorito, Sidney Blumenthal a prepararlo todo.
De los 33.000 correos de Hillary Clinton publicados, más de 1.700 son
sobre Libia. No se trata de que Libia tuviera petróleo barato. Ella
pretendía derrocar a Gadafi y derribar al Estado libio, ya que quería
utilizarlo en su campaña para las elecciones presidenciales. Hay un
documento interno de finales de 2011 encargado por Hillary Clinton
titulado “Tic-tac Libia” que resume la descripción cronológica de cómo
ella fue la figura central de la destrucción del Estado Libio, que
provocó alrededor de 40.000 muertes en Libia; llegaron los yihadistas,
llegó el Estado Islámico y todo ello provocó la crisis europea de los
refugiados y los emigrantes.
No es solo que la gente huyera de Libia,
huyera de Siria, que otros países africanos se desestabilizaran como
resultado del flujo de armas, sino también que el propio Estado libio ya
no era capaz de controlar el movimiento de personas en su interior.
Libia está situada frente al Mediterráneo y durante mucho tiempo fue el
corcho de la botella de África. Así que todos los problemas, los
problemas económicos y las guerras civiles de África, la gente que huía
de esos problemas, no llegaban hasta Europa porque Libia controlaba
policialmente el Mediterráneo. El propio Gadafi fue muy claro al
respecto a comienzos del 2011: ¿Qué piensan esos europeos que están
haciendo cuando intentan bombardear y destruir el Estado libio? Van a
provocar oleadas de emigrantes africanos y la llegada de yihadistas a
Europa”. Y eso es exactamente lo que ocurrió.
J.P.: ¿Les llegan
quejas de la gente preguntando: “Qué está haciendo WikiLeaks. Están
intentando colocar a Donald Trump en la Casa Blanca?
J.A.: Mi
respuesta es que no permitirán que gane Trump. ¿En qué me baso para
afirmar eso? En que no tiene de su parte a ningún estamento del
establishment, excepto a las iglesias evangélicas, si es que puede
considerárselas un establishment. Pero los bancos, las agencias de
inteligencia, las empresas armamentísticas… las grandes inversiones
extranjeras… todos apoyan a Hillary Clinton, al igual que los medios de
comunicación, los dueños de los medios e incluso los propios
periodistas"
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