Entrevista a Mervyn King, exgobernador del Banco de Inglaterra:
"El Banco de España es una institución singular: la
cúpula yerra y sus inspectores aciertan. Para muestra, un botón: los
inspectores avisaron al Gobierno en 2006 de la crisis que se avecinaba, alertaron años después de que la salida de Bankia supondría "nacionalizar pérdidas" y ahora denuncian "la pasividad y la autocomplacencia" de
los actuales responsables de la institución. Otros vientos corren al
otro lado del canal de la Mancha. El Banco de Inglaterra es una de las
joyas de la corona del Reino Unido, respetado por su independencia y
solidez intelectual (...)
Cerca de cumplir los 70
años, Lord King despliega su erudición para transmitir al lector profano
en economía los mecanismos de la sociedad capitalista y una completa
historia de la moneda y la banca. Con la autoridad de haber sido uno de
los principales protagonistas de la crisis de 2008, denuncia que el
presente marco intelectual está obsoleto y que si no se hacen cambios
profundos, otra crisis llegará que "colapsará nuestro sistema económico y
financiero o tomará la forma de un conflicto político o incluso
militar" (...)
Usted usted cita a Hegel ("Lo que
la experiencia y la historia nos enseñan es que la gente y los gobiernos
nunca han aprendido nada de la historia, o no han actuado sobre los
principios que se deducen de ella"). ¿Cuándo piensa usted que la gente y
los gobiernos van a aprender las lecciones de la crisis?
Me temo que hará falta otra crisis antes de que la gente realmente
pueda decir que debemos hacer algo. Y pienso que la crisis de 2008 fue
enorme, tanto por sus consecuencias absolutas sobre nuestras economías
como por ser una crisis global que afectó a la totalidad de los países
industrializados. Otra crisis del mismo tipo demostraría a la gente que
hay algo esencialmente erróneo que debe ser corregido. No estoy seguro
de que la gente haya aprendido, aún hoy, las lecciones de la última
crisis.
Usted tiene la
reputación de ser un hombre muy prudente. Sin embargo, escribió que "la
siguiente crisis o colapsará nuestro sistema económico y financiero o
tomará la forma de un conflicto político o incluso militar".
Pienso que sí, y lo que los políticos hacen es sólo tratar de seguir
adelante, carecen de ideas. Como no han cambiado el enfoque básico,
tampoco tienen respuestas. Es posible que seamos capaces de salir del
paso por un largo tiempo, pero salir del paso no va a resolver el
problema de volver al camino de crecimiento en el que estábamos. Después
de la Gran Depresión de la década de 1930, cabía preguntarse hacia
dónde iba la economía de EEUU. En realidad, veinte años después
estábamos en la misma senda de crecimiento: el empleo perdido se había
recuperado por completo. Estamos muy lejos de eso ahora. Podemos
recuperarlo, pero solo haciendo cambios significativos en la economía
mundial, tanto reequilibrando nuestras economías como reconstruyendo la
forma en que regulamos las finanzas, y no veo que progresemos mucho ni
en lo uno ni en lo otro.(...)
¿Cree usted que España debería abrir un debate acerca de su pertenencia a la zona euro?
Debería haber un debate, porque creo que es uno de los mayores
obstáculos para el progreso económico en Europa, y dado que Europa es el
bloque monetario dominante en el mundo, incluso más grande que el
bloque del dólar, en realidad es muy importante que la gente piense con
cuidado acerca de lo que está logrando y si es positivo. Tratar de
suprimir el debate no va a funcionar, la gente quiere hablar de ello (...)
Hemos tenido problemas con los mercados financieros
en 2010. La idea de que hemos resuelto estos problemas creo que es
totalmente falsa.
En un artículo reciente en el 'New York Review of Books',
usted criticaba el trabajo de cierto tipo de prensa en el debate sobre
el Brexit. En los periódicos españoles de papel es casi un tabú hablar
de si España debe salir de la zona euro; es todo lo contrario en la
prensa financiera inglesa. ¿En su opinión, qué papel debería jugar la
prensa en el debate económico?
Una de las
lecciones de nuestra experiencia en el referéndum sobre el Brexit ha
sido que la única organización que realmente intentó hacer una
presentación objetiva y equilibrada de los temas fue la BBC. Es
interesante que fuera mucho más criticada por la gente partidaria del remain [permanecer en la UE] porque fue equilibrada. El lado del remain dijo que el otro era obviamente idiota y que no se le debía dar ningún
tiempo de antena. En realidad, la BBC hizo un muy buen trabajo en
circunstancias difíciles, así que creo que las emisoras del sector
público tienen una gran responsabilidad para asegurar que hay un debate y
presentar las diferentes partes de la discusión (...)
Me deprimió bastante nuestra campaña del
referéndum en Gran Bretaña porque ambos lados se rebajaron a la
propaganda. Lo interesante fue que la mayoría de la gente corriente se
dio cuenta de ello. (...)
Lo que tenemos
delante es a países que se endeudaron, incluso países como España, que
deprimieron la demanda y tienen un alto desempleo, que no están
volviendo en absoluto a la normalidad, y bancos centrales que acaban
reduciendo los tipos de interés. No es sólo que necesitan mantener bajo
los tipos de interés, sino que tienen que continuar reduciéndolos. Y es
por esta escalera mecánica hacia abajo que caminan las tasas de interés
sin que nadie pueda bajarse. Considero que el problema ahora es muy
serio. Solo un intento realmente substancial de cooperación entre los
países puede sacarnos de ahí. Uno de los grandes obstáculos es, a mi
juicio, el euro"
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