A José Palazón, incombustible, valiente y jamás arredrado ante el poder, pese a tantas amenazas durante años. La gran labor de PRODEIN y su premiada foto de la valla con vistas al golf. Nos sumamos a la oleada de solidaridad internacional. Que se recupere, la Humanidad que no mira para otra parte lo necesita. La que sí lo hace, ya dijo Einstein que era más de temer aún que los tiranos y sus aparatos represivos. A Miguel de Historia, su amigo, que lo debe estar pasando mal desde Canarias. Un abrazo enorme a todos.
(Por cierto, esperamos la contestación a este texto del filósofo Fernández Liria, fundador de los fundadores de Podemos, republicano a la kantiana, y con quien compartimos la amistad con Tino de la Calma, artista callejero e inefable de Lavapiés)
"El republicanismo ha sido siempre "propietarista". Considera que
todo ciudadano ha de disponer y controlar, de una u otra manera, los
recursos materiales que le permitan vivir sin depender de amo, de
patrón, para evitar encontrarse en la situación de quien "al ajeno
arbitrio está atenido", tal como escribe Luis de León en su Oda a la Vida Retirada: para evitar estar sometido al derecho ajeno o ser allieni iuris.
Pues esto convierte al individuo en esclavo: el salario, que retribuye
la venta por horas de un ser humano, convierte al individuo en esclavo,
lo somete a voluntad ajena.
Por cierto, que "propietarismo" es
una palabra de "reciente factura", utilizada por el actual
republicanismo académico, que, a mi juicio, reduce excesivamente el
asunto del que se trata, y que no es otro que el de las condiciones
materiales de la sociedad civil que garantizan la igualdad, la igual
libertad entre los ciudadanos. Algo no reductible solo a la propiedad,
pues la sociedad civil se auto produce mediante el ethos o cultura
material de vida en su totalidad. "Propietarismo" es, sin embargo, para
lo que tratamos, un término útil, que pone a las claras que no pueden
darse entre los seres humanos relaciones sociales igualitarias, si una
parte de los individuos no tiene relación directa, no mediada, con los
medios materiales que posibilitan su trabajo libre (...)
Rousseau había sido leído por Kant. Kant lo conocía.
Es sabido. Le alteró su potente rutina intelectual según se dice.
Pero Kant opta por otra línea, no plebeya, no democrática, de
república, en la que la ciudadanía queda restringida a los que ya poseen
bienes y son autónomos.
Pero lo que me induce a dejar de lado a
Kant es su metafísica, su ontología antropológica, el sujeto
trascendental individual, preformado innatamente, al margen de la
comunidad social. La ontología antropológica de Kant, en la línea de
desarrollo abierta por Descartes, y proseguida por el utilitarismo
ilustrado, es el individualismo ontológico. En esas metafísicas
ontoantropológicas, que rompen con las orgánicas al republicanismo, el
individuo por nacimiento está constituido como un saco o recipiente de
capacidades y facultades innatas. Un "balde" lleno de capacidades
innatas es el término crítico que usa el gran antropólogo Tim Ingold. Me
permito añadir la dirección electrónica de un interesante artículo de
Ingold, que hemos publicado en Espaimarx, con permiso del autor, y en
traducción de Carlos Valmaseda: http://www.espai-marx.net/es?id=10231 (...)
Una individualidad constituida a priori, con un imperativo moral
innato, una racionalidad prefigurada, guiada por un deber ser. En este
modelo, la subjetividad republicana no necesita ser formada, ni hay
problemas de ethos diversos, de ethos históricos no republicanos que
impiden el republicanismo (...)
No hay problemas de consenso, ni de reconocimiento de los demás,
pues el sujeto está preformado, no es producto de una cultura material
de vida histórica, y su preformación incluye ya el tender al deber ser.
Tampoco hay tematización posible sobre el ethos, de la cultura material
de vida, de forma que esta permita, favorezca, la igualdad, y la
antropología respublicana (...)
La tradición que yo asumo es la de Aristóteles, y el aristotelismo
republicano, la de la metafísica de la prioridad ontológica de la
comunidad sobre el individuo, tal como escribe Aristóteles en Política.
Que es, desde luego, en tanto antropología comunitaria, la propia de
todos los republicanismos históricos, en primer lugar, los clásicos,
tanto los de inspiración griega como los de inspiración romana, no
aristotélicos.
Que el individuo es "por naturaleza" animal
social-político, y que sus capacidades y facultades, incluidas las que
lo capacitan para ser ciudadano, no son innatas sino que se generan y
desarrollan como consecuencia de aprender a vivir en una comunidad,
dentro de su cultura material de vida: nos hacemos constructores de
casas, y citaristas, cuando tocamos la cítara o construimos casas,
porque "el acto es anterior a la potencia", para decirlo, otra vez, con
Aristóteles, tal como lo escribe en Ética Nicomaquea y en Metafísica, de
donde salen las respectivas citas. Por tanto, el asunto de la creación
de un ethos, de una cultura material de vida republicana, esto es, de un
nuevo sujeto social, un proceso que sucede en la sociedad civil, es
fundamental para la constitución de antropologías republicanas, es
fundamental para la articulación de una república"
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