El más humilde de tus mentores, pero como Sócrates siempre el más irónico
Chomsky en La Jornada:
"Obama de hecho ha roto todos los récords de apoyo a Israel, tanto
diplomático como económico. La realidad es descrita con exactitud por el
especialista del Financial Times en Medio Oriente, David
Gardner: “Los tratos personales de Obama con Netanyahu tal vez fueron
ponzoñosos con frecuencia, pero ha sido el más pro israelí de los
presidentes: el más pródigo con la ayuda militar y el más confiable en
el ejercicio del voto estadounidense en el Consejo de Seguridad… La
elección de Donald Trump hasta ahora ha traído poco más que espumarajos
de tuits sobre éste y otros embrollos geopolíticos. Pero los
augurios son ominosos. Un gobierno irredento en Israel, inclinado hacia
la ultraderecha, se ve unido ahora por un gobierno nacional populista en
Washington que transpira islamofobia”.
En un comentario interesante y revelador, Netanyahu denunció la conjura del mundo como prueba de la parcialidad del viejo mundo contra Israel
, frase reminiscente de la distinción que hacía Donald Rumsfeld entre la vieja y la nueva Europa en 2003.
Se
recordará que los estados de la vieja Europa eran los chicos malos, los
principales estados europeos, que se atrevieron a respetar la opinión
de la abrumadora mayoría de sus pobladores y por tanto se negaron a
secundar a Estados Unidos en el crimen del siglo, la invasión de Irak.
Los estados de la nueva Europa eran los chicos buenos, que desoyeron a
una mayoría aún más grande y obedecieron al amo. El más honorable de los
chicos buenos fue José María Aznar, de España, quien rechazó una
oposición virtualmente unánime en su país a la guerra y fue recompensado
con una invitación a estar al lado de Bush y Blair en el anuncio de la
invasión (...)
Las tendencias que se desarrollan en el orden mundial merecen alguna
atención. Como se indicó, Estados Unidos está aún más aislado que en
años recientes, cuando encuestas dirigidas por este país –que no se
informan aquí, pero son sin duda conocidas por Washington– revelaron que
la opinión mundial lo considera la mayor amenaza, con mucho, a la paz
mundial, con ninguno siguiéndolo siquiera de cerca. Con Obama, el país
está ahora solo en su abstención sobre los asentamientos ilegales
israelíes, contra un Consejo de Seguridad unánime. Con Trump y sus
seguidores de ambos partidos en el Congreso, la nación estará aún más
aislada en el mundo en apoyo a los crímenes israelíes.
Desde el 8
de noviembre, Estados Unidos está aislado en el aspecto mucho más
crucial del calentamiento global. Si Trump cumple su promesa de salir
del acuerdo de Irán, es probable que los otros participantes persistan,
con lo que Estados Unidos quedará aún más aislado de Europa. También
está mucho más aislado de su patio trasero latinoamericano que en
el pasado, y lo estará todavía más si Trump retrocede de los vacilantes
pasos de Obama hacia la normalización de relaciones con Cuba,
emprendidos para prevenir la probabilidad de que su país quedara
excluido de organizaciones hemisféricas a causa de su continuo ataque a
Cuba, en aislamiento internacional.
En gran medida ocurre lo
mismo en Asia, porque incluso aliados cercanos estadunidenses (aparte de
Japón), como Reino Unido, recurren al Banco de Desarrollo de
Infraestructura de Asia, con sede en China, y a la Sociedad Económica
Regional Ampliada, también basada en China, y en este caso con Japón
incluido. La Organización de Cooperación de Shanghai incorpora los
estados de Asia central, Siberia con su riqueza de recursos, India,
Pakistán y pronto probablemente Irán y tal vez Turquía. Esta asociación
ha rechazado la solicitud de Estados Unidos de sumarse como observador y
en cambio le exigió que retire todas sus bases militares de la región.
Inmediatamente
después de la elección de Trump, presenciamos el interesante
espectáculo de la canciller alemana Angela Merkel asumiendo el liderazgo
en leer la cartilla a Washington sobre valores liberales y derechos
humanos. Entre tanto, desde el 8 de noviembre, el mundo mira hacia China
por liderazgo para salvar al planeta de la catástrofe ambiental, en
tanto Estados Unidos, una vez más en espléndido aislamiento, se dedica a
socavar esos esfuerzos.
Por supuesto, el aislamiento
estadunidense no es completo. Como quedó de manifiesto en la reacción a
la victoria electoral de Trump, Estados Unidos cuenta con el apoyo
entusiasta de la ultraderecha xenofóbica en Europa, incluidos sus
elementos neofascistas. Y el retorno de la ultraderecha en partes de
América Latina ofrece a Washington oportunidades de alianzas allí
también. Y, desde luego, conserva su alianza cercana con las dictaduras
del Golfo y con Israel, que también se separa de sectores más liberales y
democráticos de Europa y se vincula con regímenes autoritarios a los
que no les importan las violaciones israelíes del derecho internacional y
sus duros ataques a los derechos humanos elementales.
El cuadro
que se perfila sugiere el surgimiento de un Nuevo Orden Mundial, muy
diferente de los retratos usuales dentro del sistema doctrinal"
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