Entrevista a Andrés Villena, autor de Las redes de poder en España, élites e intereses contra la democracia
"La “tecnoestructura”, es decir, los segundos niveles de la Administración pública, ocupan una parte importante del libro. ¿Qué es exactamente? ¿Por qué son tan determinantes?
La tecnoestructura es un término que utiliza John Galbraith para referirse a la inteligencia organizada. En el momento en el que los Estados se complejizan, necesitan una especie de ‘mecánicos’, es decir, personas especializadas en resolver determinados asuntos para los que no bastan meros militantes. La tecnoestructura la conforman juristas, estadísticos, especialistas en Hacienda… Personas que asesoran y que están detrás del estudio que precede a la adopción de las grandes decisiones, que suelen ser complejas y con un riesgo de equivocación muy grande.
Esta sería una primera definición, pero no la única. Con tecnoestructura podemos estar refiriéndonos a [Pedro] Solbes, a [Luis] de Guindos y a una serie personas cuyos nombres y apellidos jamás habremos oído. Estas personas son valiosas en primera instancia para el gobernante, pero luego también lo son para el gobernante privado. La tecnoestructura no solo se mueve dentro del Estado, de lo público, sino que es una red que danza entre lo público y lo privado. Muchas decisiones no se sabe bien si se toman en un contexto u otro porque quienes las adoptan son personas con perfiles técnicos híbridos que en todo momento están en puestos directivos, a veces públicos, a veces privados.
Por ejemplo, la exvicepresidenta del Gobierno Elena Salgado, formaba parte del consejo de administración de Telefónica cuando la compañía era pública. Después, Telefónica se privatizó entre los Gobiernos de Felipe González y José María Aznar y Salgado pasa a trabajar en empresas concesionarias de servicios del mismo ministerio en el que había estado previamente. La tecnoestructura sigue la lógica de que si has sido útil para el sector público, lo serás también para el privado. No lo juzgo desde la perspectiva moral, el problema es el conflicto de intereses. Personas como Elena Salgado o de Guindos, gane quien gane las elecciones, van a seguir tomando decisiones en las grandes empresas privadas en las que trabajan. Por eso estas personas deberían ser fiscalizadas.
El gran problema es que este tipo de perfiles acaban poniendo sus conocimientos sobre el sector público al servicio del beneficio del privado. Lo contrario no suele pasar.
También hay que tener en cuenta el componente de red. Estas personas se relacionan con gente muy importante, recrean una realidad que es la suya, que está muy distanciada de los problemas de la mayoría de la ciudadanía. Muchos cambios ideológicos se producen por esto, porque se alejan de la realidad en la que crecieron. Podríamos definirlo como pensamiento gregario: muchas personas pensando de manera parecida y, por tanto, pensando poco (...)
¿Cuánto de los resortes del franquismo siguen formando parte de nuestra sociedad política y económica?
Muchísimos. La entrada de Podemos y Ciudadanos en el Congreso debería haber servido para eliminar una parte, porque son dos partidos que no están tan vinculados con ese pasado. Pero luego aparece VOX y todo vuelve a resurgir. En un partido aparentemente nuevo pues tienes, por ejemplo, a los Espinosa de los Monteros, que es una saga muy vinculada al régimen. También está la familia Monasterio o la familia Coello de Portugal. Pero tenemos que recordar la mayor parte de los dirigentes de VOX han pasado de una manera u otra por el Partido Popular.
Cuando conoces la historia, te das cuenta de que la transición que se hizo de la dictadura a la democracia no fue completa y que muchos resortes franquistas siguen funcionando a día de hoy. En VOX vemos lo explícito y lo pornográfico de la herencia de la dicturadura, porque lo llevan con orgullo. Pero hay mucho más que no vemos, que está más escondido.
¿Cuál es el papel del IBEX 35 en nuestra democracia?
Son 35 empresas y no deberíamos centrarnos solo en ellas. Hay que tener en cuenta que estas compañías ya han sido penetradas por grandes fondos internacionales que van haciéndose hueco en todas las empresas del mundo e influyen en la gerencia, marcha o decisiones. No habría que fetichizarlas demasiado, pero es cierto que el poder ya no es nacional sino que está conectado internacionalmente. El IBEX 35 es una delegación de ese poder financiero internacional.
Influyen en el día a día. Las grandes empresas forman parte de ese intercambio continuo de personal entre lo público y lo privado. Si miras los puestos de secretario de los consejos de administración de las 35 empresas, te darás cuenta de que un porcentaje superior al 80% son abogados del Estado. ¿Y qué son los abogados del Estado? Son personas formadas en la Administración pública. Y aquí nos damos cuenta de que el IBEX 35 no tiene una naturaleza completamente privada.
Utilizan ese paradigma de lo privado, pero no es verdad. Amancio Ortega es el dueño de una empresa que está dirigida por Pablo Isla, que es abogado del Estado, y que tuvo hasta hace poco a Carlos Espinosa de los Monteros, un ‘teco’ [Técnico Comercial Economista del Estado] y alto funcionario, como vicepresidente. Aquí se pueden ver esas redes dentro del propio IBEX.
A esto hay que añadirle los grandes contratos públicos en los que compiten estas grandes empresas o sus filiales. En las condiciones de estos concursos públicos se puede influir de muchas formas, algunas más legales que otras. El tema de la libre competencia o de la meritocracia, la mayor parte de las veces es falso.
Se me viene a la cabeza el caso de OHL y los presuntos sobornos para conseguir contratos públicos, cuyo presidente es Josep Piqué, un exministro.
Es un ejemplo perfecto. OHL es una empresa con una conexión muy fuerte con la Corona, que le concedió un título aristocrático al patriarca. Villar Mir era ingeniero de Caminos, ministro en la primera parte de la Transición, adepto al régimen… Y luego se descubre el tema de los sobornos. Y no solo esto, sino también el reparto de contratos públicos con otras empresas similares. Porque no solo es construcción, también es la recogida de basuras, la limpieza de colegios… Estos son mecanismos mafiosos al alcance de grandes acumulaciones de capital como OHL"
No hay comentarios:
Publicar un comentario