Entrevista a Marta Peirano, autora de
El enemigo conoce el sistema
"Peirano cree que la obsesión con la protección de datos encuerra una trampa que trata de exponer: "
Creemos que lo importante son los contenidos... ¡Paparruchas! El contenido no importa, no vale nada, nadie quiere leer tus correos y mensajes,
lo que importa son los metadatos".
Los metadatos son los "datos que describen datos". Es decir, en un entorno digital, son los datos que se generan en cualquier acción que realizamos con un sitio web, una aplicación, un programa o un archivo multimedia. Registran cuándo cómo y desde donde interactuamos con un sistema. Y constituyen
lo más valioso de la economía digital.
"Todos esos metadatos —con el 5G aumentará esa recogida masiva de metadatos, y se ampliará a datos energéticos, datos de consumo de recursos...—, toda esa información es crucial para nuestra supervivencia en un contexto en el que nuestra verdadera preocupación debería ser la crisis climática", afirma, y añade con una sonrisa: "Está todo muy pensado, lo que pasa es que no lo estamos pensando nosotros porque no conocemos el sistema: el enemigo conoce el sistema".
Para la autora, pues, "el enemigo son multinacionales y países que quieren gestionar nuestros recursos sin tener responsabilidades; es decir, el enemigo es quien quiere ejercer un poder sin responsabilidad, un capitalismo sin democracia. Ése es el enemigo".
"El enemigo son multinacionales y países que quieren gestionar nuestros recursos sin tener responsabilidades
Así, Peirano afirma que "ahora es un momento clave para que Europa se refuerze e invierta en infraestructuras, en una industria radicada aquí y con responsabilidad aquí, en las que los ciudadanos europeos podamos reclamar nuestros propios derechos civiles, que cumplan la legislación". "Esas infraestructuras que no tienen por qué ser 5G", apunta riendo.
"Para que ello suceda", remarca, "es importante entender las consecuencias de entregar tus infraestructuras a una potencia extranjera con ambiciones claramente imperialistas".
El libro de Peirano aporta una visión crítica de la sociedad en red que nada tiene que ver con los mensajes entusiastas de hace años. "No estamos en el mismo momento que hace 20 años, cuando había un plan 'cívico' que consistía en conectar entre sí las universidades, las instituciones, en un espacio común... Ahora lo que yo veo es que hay un plan de dominación, y hay una enorme falta de información".
La autora subraya que la información sobre 'tecnología' que recibe el ciudadano es, fundamentalmente, "un producto del marketing de marcas". "No es información geopolítica, es decir, ¿qué es lo que pasa cuando el 60% de tus infraestructuras pertenecen a un régimen autoritario que está en otro continente?".
Mientras vemos cómo las infraestructuras terminan siendo desarrolladas cada vez más por empresas chinas o estadounidenses, estamos viendo cómo el autoritarismo vuelve a asomar sus orejas en los países democráticos a lomos de una creciente ola de populismo. "Cuando la gestión de los recursos cada vez más finitos está en manos de operadores supranacionales que deciden quién tiene que tener acceso a una cosa y quién no, lo lógico es que derivemos a regímenes autoritarios", razona la autora.
En su libro, Peirano recoge una receta que estamos viendo aplicada casi en directo en muchos países, y que está haciendo posible
la llegada de extremistas a las instituciones. Una suerte de franquicia de desinformación y polarización que funciona en la
EEUU de Trump —el ejemplo paradigmático— y en el
Brasil de Bolsonaro, en
Hungría (Orban) y en
Italia (Salvini), en
Francia (Le Pen) y en
España (sí, aquí también).
Primero se ataca la integridad de las elecciones menos cuando ganan; luego se deshumaniza a un grupo como, por ejemplo, los migrantes. Luego se forman grupos —ocultos o "privados"— en plataformas que retroalimentan el mensaje basado en el rechazo o el odio a otros grupos (inmigrantes, feministas) en una suerte de "democratización de las tácticas de guerrilla convencional". Por último, se añade la idea de la gran conspiración de los poderes establecidos "como vehículo de destrucción de las instituciones democráticas" y que impregna el debate público: "No hay ningún lugar a donde ir, salvo la tribu.
Estos mensajes, además, se intentan viralizar. Para la periodista, "
el lenguaje natural de la destrucción del Estado es el meme, que permite testar y naturalizar conceptos que habían sido rechazados —como el machismo o la xenofobia—en un contexto sin consecuencias, porque es una broma". Quienes critican esa
'Memecracia' (título de otro libro recomendable, escrito por Delia Rodríguez) son neutralizados como víctimas de la corrección social, son "contrarios a la libertad" y calificados como
"ofendiditos".
Todo ello se resume en una estrategia: utilizar la libertad y las instituciones para atacar las instituciones y la libertad. ¿Les suena de algo todo esto?"
https://www.publico.es/sociedad/entrevista-marta-peirano-internet-enemigo-busca-ejercer-responsabilidad.HTML
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