“En los países democráticos no se percibe la naturaleza violenta de la economía, mientras que en los países autoritarios lo que no se percibe es la naturaleza económica de la violencia”
Bertolt Brecht

"Hay que aprender de los errores del siglo XX y superarlos. El capitalismo no lo ha hecho. Los socialistas deben hacerlo"
Tariq Ali

"La cuestión no es mercado sí o mercado no, es qué espacio tenemos que concederle al mercado para que tenga efectos positivos y qué espacio tenemos que quitarle para que no tenga efectos negativos"
César Rendueles ("Capitalismo canalla" antídoto para "Los enemigos del comercio" de A. Escohotado)

"Los poderosos siempre han perseguido a los alfabetizadores, a los que paraban las balas con columnas de periódico, a los que hacían escudos con libros cargados de metáforas y razones. También a los que han hecho visibles a los invisibles, a los que enseñan a decir no con una sonrisa y también a los que enseñan desde el monte a recordar que no hay que vivir de rodillas"
J.C. Monedero

Qué son los PsyOps: "Los daños que causan las PsyOps [Operaciones Psicológicas] se reflejan en la aparición de cambios en el plano cognitivo y mental (...) Toda operación militar, y por tanto toda operación psicológica, tiene que contar con una cadena de mando. El análisis detallado de los mensajes a través de Twitter y Facebook ha permitido descubrir «nodos de red», o sea estados mayores implicados en la operación. Estos están entrenados en el uso de métodos de control de las multitudes para crear una situación de contagio entre individuos de diferentes medios y orígenes. De esa manera, los estados mayores logran localizar fácilmente los «repetidores de opinión», o sea los individuos que influyen sobre los demás. Los especialistas pueden entonces optar entre informarlos sobre el proyecto o mantenerlos en la ignorancia de lo que está sucediendo"
Valentin Vasilescu (experto en inteligencia militar)

"Gozamos de tres bienes de valor incalculable. La libertad de conciencia, la libertad de palabra y la prudencia de no usar nunca ninguna de las dos". Mark Twain.


viernes, 31 de mayo de 2019

El pueblo muy brillante tampoco es

 
Pascual Serrano:
 
"Izquierda Unida estuvo en todos los movimientos de indignados. No los capitalizó, o no le dio tiempo, o no supo hacerlo, porque a ese movimiento le sobraba soberbia y le faltaba humildad para aprender de los que llevaban años luchando. El movimiento 15M tampoco era de izquierdas, señalaba como ladrón a un concejal antes que a un banquero. Lógicamente había mucha pluralidad, en realidad lo que no había era ninguna unidad, y para ellos el Estado no era el legítimo poder ciudadano que nos podía proporcionar servicios públicos y derechos sociales, sino un nido de ladrones y punto. Quizás IU no supo formar política e ideológicamente a esa gente y esa es una de las funciones de un partido político. Falló.
El proyecto de Podemos partía de un buen plan. Hay una indignación difusa y desorientada, hay que intentar canalizarla con un proyecto que lo perciban como netamente suyo, nacido del 15M. Los indignados creen que la rebeldía nació con ellos, era fundamental que sintieran que la propuesta política también nace con ellos. Sus fundadores eran de izquierdas, al margen de sus formas, discursos, técnicas y estrategias. Parecía buena idea (...)
Muchos apostamos por la confluencia, percibíamos que, de esa forma, IU lograba evitar que ese proyecto de aluvión, indefinido ideológicamente, derrapara hacia la derecha. A cambio, IU debía mostrar una tremenda generosidad puesto que confluía con algo que tenía un poder electoral cinco veces mayor. Muchos alertaban del peligro de morir fagocitados, otros creíamos que no había opción porque, por supuesto de un modo injusto e inmerecido, la alternativa era desaparecer arrasados por… el estado de ánimo. La repetición de las elecciones generales de 2015 nos puso en bandeja una segunda oportunidad. En la primera convocatoria Izquierda Unida solo logró dos diputados, gracias a la confluencia con Podemos logró ocho en la segunda convocatoria. Sin embargo, se perdieron un millón de votos. Sorpresa, toda la vida añorando la unidad de la izquierda y cuando se lograba resultaba que era castigada en las urnas.
Pasaba el tiempo. Sectores de IU acusaban a Alberto Garzón y a la dirección de hacer desaparecer a la organización dentro de Podemos. Sectores de Podemos, por su parte, acusaban a Pablo Iglesias de abandonar la transversalidad, repetir métodos orgánicos tradicionales de la izquierda y convertir a Podemos en una Izquierda Unida bis.
El estado de ánimo (Podemos) se desinfla. Suceden las cosas que son inevitables en las organizaciones humanas. Los que vivían en el estado de ánimo se desencantan cuando ven que en Podemos son humanos, con sus conflictos, sus contradicciones y sus errores. La izquierda tradicional tampoco perdona la falta de pureza en el proyecto/injerto.
El caso de Madrid tiene doble delito. Unos candidatos de Podemos que abandonan la organización cuando son precisamente los designados como cabezas de lista. Al otro lado, unos dirigentes que primero les consideraban los candidatos adecuados pero después terminan compitiendo contra ellos y una candidata a la alcaldía que pierde el apoyo de los tres sectores (Podemos, IU y movimientos sociales) que la auparon hace cuatro años. Estaba claro que no era el mejor panorama.
Y llegamos al 26 de mayo. Se cierra el círculo del 15M, la creación de Podemos, el entusiasmo, la confluencia con IU, el aterrizaje y vuelta al principio con el mismo apoyo a la izquierda que había hace ocho años.
Son muchos los que consideran que son los líderes de la izquierda y los partidos los que siempre se equivocan ante una ciudadanía siempre sabia y lúcida. Acusan a los políticos de echar siempre la culpa a los ciudadanos cuando no votan lo que ellos quieren y de no reconocer sus errores. Yo, en cambio, creo que si los votos de los madrileños ponen de presidenta de esta Comunidad a la candidata que decía que no había que criticar los contratos basura, que echaba de menos los atascos a las 3 de la mañana, que quería mujeres que se fueran a trabajar al día siguiente de dar a luz y que entre sus anteriores responsabilidades políticas estaba la de llevar las redes sociales del perro de Esperanza Aguirre, es que el pueblo muy brillante tampoco es. Algo similar sucedió en el Ayuntamiento de Valencia, donde el partido más votado, el PP, es el que terminó con todos sus concejales de la anterior candidatura procesados por corrupción. O en el Ayuntamiento de Madrid, donde la lista encabezada por el concejal de Economía que saneó las cuentas que el PP dejó hipotecadas no saca ningún representante. O en las críticas a la izquierda que igual les acusan de no estar unidos que de no existir ninguna opción adecuada para votar. ¿En qué quedamos? ¿Faltan opciones o sobran?
A Izquierda Unida le castigan electoralmente cuando va con Podemos por perder las esencias y se estrella en las urnas cuando va separada de Podemos.
A Podemos le acusan de separar la izquierda cuando no va con Izquierda Unida y de abandonar la transversalidad cuando va con los de Alberto Garzón.
El otro fiasco son los imaginativos modelos organizativos que gustaban de presentar como ejemplo de éxito Madrid y Barcelona frente a un sistema de partidos viejuno y caduco. La realidad es que, a excepción de Cataluña y Euskadi, se han visto arrasados por el partido heredero del franquismo que acumula decenas de casos de corrupción, un partido socialista que se fundó en 1879, otro partido que se organiza del modo tradicional con candidatos de diseño ejecutivo y otro que irrumpe que ni hace primarias, recicla políticos tránsfugas y tiene como fundamentos programáticos decir muchas veces España, toros y caza. En Euskadi y Cataluña los partidos ganadores (PNV y ERC) tienen décadas de existencia y estructura absolutamente tradicional. No, la idea de la mixtura sin estructura orgánica propia no aguanta una legislatura.
Sin duda ha habido muchos elementos en contra que han dirigido el voto contra la izquierda, el ejemplo más elocuente son las cloacas policiales y periodísticas, pero quizás la sociedad española, sencillamente, no es de izquierdas. Enfrenta sus problema laborales desde una óptica individualista y no desde la lucha colectiva y sindical, vive abducida por el consumo y ajena a la vida organizativa, ha asumido el patrón reaccionario de que todos los partidos y políticos son iguales como factor básico de desmovilización, opta por el desentendimiento ante la frustración política en lugar de por el combate. Y en el resto de Europa el panorama no está mucho mejor. En Italia la izquierda desapareció de las instituciones hace más de una década, en Francia el partido más votado ha sido el de Le Pen, y Jean-Luc Mélenchon, al igual que el partido socialista, ha sacado un 6% de voto; y en Grecia Syriza se ha estrellado (...)
Mi opinión es que fuera de la unidad de acción hay poca atmósfera respirable, la mayoría de las candidaturas municipales y autonómicas en las que no hubo unidad tuvieron todavía peor resultado. Igual sucedió en las provincias en las que tampoco hubo unidad en las generales. Pienso que se deben crear estructuras organizativas tan sólidas como democráticas. Abandonar la idea de que existen estrellas con capacidad propia para parir ellos solos proyectos políticos que duren para algo más de una legislatura. Y hay que dejar de abusar de palabras huecas como ilusión, entusiasmo o ensancharse y concretar propuestas valientes.
 

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