Rafael Polch
“Desde el fin de la segunda guerra mundial, lo que el ex Presidente Jimmy Carter define como “la corrupta oligarquía de Estados Unidos” ha llevado a cabo todo tipo de guerras -guerras comerciales, embargos, bombardeos, invasiones, operaciones de cambios de régimen- que, según estimaciones internacionales, arrojan unas cincuenta intervenciones directas en las que perdieron la vida entre 20 y 30 millones de seres humanos. Estados Unidos es “la principal amenaza a la paz mundial”, dice Oskar Lafontaine. Pues bien, Assange es culpable de haber revelado muchos detalles y métodos recientes de esa inusitada violencia. No ha sido el único, pero su informe, a través de WikiLeaks, ha sido enorme y muy dañino para el Imperio. Periodísticamente ha sido, sin duda, el mayor scoop periodístico del siglo. Por eso hay que escarmentar ese ejemplo, algo que afecta a todos los periodistas, incluso si no son estadounidenses (Assange no lo es), en cualquier parte del mundo (...)
Cuando le echen la mano harán con él cosas criminales e inmorales, será la tortura”, explica Matthew Hoh, funcionario del Center for International Policy de Washington. “Le pondrán una capucha en la cabeza, será esposado y encadenado, lo embarcarán en un vuelo clandestino, será llevado a Estados Unidos y sometido a aislamiento, lo que es una forma de tortura”, explica el periodista Chris Hedges, premio Pulitzer. “Es así como rompen a la gente: será interrogado sin pausa, le aplicarán todas las técnicas psicológicas posibles, en su celda hará mucho calor, luego mucho frío, le despertarán constantemente cada dos o tres horas para impedirle dormir, puede que le metan en una celda sin agua para obligarle a pedir agua, para ir al lavabo o lavarse”, dice. “Todo el mundo tiene su punto de quiebra, le intentarán destruir psicológicamente. Lo hemos visto con muchos casos de detenidos la mayoría vendidos a Estados Unidos por señores de la guerra en Afganistán o Pakistán: quedan emocionalmente inválidos de por vida. Será una tortura científica”, dice Hedges, citado por Elizabeth Vos en Consortium News. Todo eso puede deducirse del injusto proceso y detención sufrido por Chelsea Manning. “Habrá un barniz de legalidad, una apariencia, pero será tratado como todas las personas de todo el mundo que han desaparecido en ese sistema”, pronostica Hedges.
La cárcel interior del Imperio
Ese sistema es el que corresponde a la acción imperial de Estados Unidos, a la violencia exterior ejercida por ese país, pero tiene una dimensión interior muy clara y conocida -aunque se hable poco de ella- que confiere a Estados Unidos la capitalidad mundial del gulag: el mayor sistema carcelario del mundo. El gulag son ellos.
En Estados Unidos más de mil personas mueren anualmente a manos de la policía, por arma de fuego, golpes o gases. La policía tiene, en la práctica, licencia para matar, a juzgar por el insignificante número de agentes juzgados.
“Venganza y represión son objetivos explícitos de las instituciones del Estado hacia los negros”, dice el periodista suizo Walter Tauber, un veterano ex corresponsal del semanario Der Spiegel (...)
Casi cada día un negro es muerto a balazos por un agente. Según el diario USA Today, entre 2006 y 2012, agentes de policía blancos mataron cada año una media de 96 jóvenes negros, uno cada cuatro días. Pero esa cuenta, del FBI, solo concierne a delincuentes condenados. Esa situación fue la que generó el movimiento Black Lives Matter (Las vidas de los negros importan). La ciudad de Ferguson (Missouri) fue uno de los centros de aquel movimiento. La protesta de Ferguson arrancó, en agosto de 2014, tras la muerte del joven Michael Brown.
Desde entonces, seis personas vinculadas a aquellas protestas han muerto en circunstancias escandalosamente sospechosas: dos fueron encontrados calcinados y con una bala en la cabeza dentro de un coche incendiado en dos sucesos independientes, otros tres murieron en extraños suicidios y un sexto murió en un autobús en lo que se explicó como consecuencia de una sobredosis. Los líderes de la protesta reciben anónimos amenazantes. A uno de ellos, el sacerdote Darryl Gray, le pusieron dentro del coche una caja en la que había una serpiente. Esta serie de incidentes es atribuida por una de las activistas concernidas a “supremacistas blancos o simpatizantes de la policía”.
La mayor red de cárceles del mundo
En Estados Unidos más de 2,3 millones de personas, la mayoría de ellas negros y latinos, están recluidos en la mayor red mundial de cárceles y centros de detención para emigrantes del mundo. Si a ellos se suman aquellos que están en libertad provisional la cifra asciende a siete millones. Ningún país del mundo mantiene tantos presos como Estados Unidos: 698 personas por cada 100.000 habitantes. Más que la Unión Soviética en su etapa final, más que China que tiene 1,6 millones de presos con una población cuatro veces mayor, más que en la actual Rusia o en Brasil (600.000) y aún más que los 400.000 de India (cifras de 2015). Muchos están encarcelados por el hecho de ser pobres y no poder pagar una fianza de 10.000 dólares y uno de cada cinco presos por haber sido sentenciados a duras penas por asuntos de droga sin mediar violencia.
Las condiciones de encarcelamiento son atroces, como reveló en marzo un informe del Departamento de Justicia sobre las prisiones del estado de Alabama: violaciones, asesinatos, palizas, suicidios (15 en los últimos quince meses). Esta situación viene amparada por lo que un especialista define como “la naturaleza oculta de las prisiones de Estados Unidos”, algo que parece, “una opción política deliberada única entre las democracias”. “No hay en Estados Unidos una institución nacional independiente que supervise las condiciones de vida en las cárceles”, dice.
Agujero negro
Unos 61.000 presos sufren diariamente celdas de aislamiento, procedimiento que Naciones Unidas equipara con tortura y de los que muchos salen mentalmente enfermos (...)
Tal es el contexto, general y concreto, de lo que le espera a Julian Assange en Estados Unidos cuando la judicatura británica apruebe su extradición: ingresar en ese agujero negro"
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