Entrevista a David Graeber (autor de "Debtocracy" y referente de Occupy Wall Street)
"SW
Vayamos directamente a eso. ¿Cuál es la definición de un trabajo de mierda?
DG
Un trabajo de mierda es un empleo que es tan innecesario, incluso perjudicial, que hasta la persona que lo está haciendo cree íntimamente que este empleo no debería existir. Naturalmente, tiene que fingir: esa es la parte estúpida, que de algún modo tienes que fingir que hay alguna razón para que este empleo exista. Pero por dentro, crees que si este trabajo no existiera, o bien nada cambiaría en absoluto, o el mundo de hecho sería un lugar un poco mejor. (…)
Los “cumplimenta-casillas” están ahí para permitir a una organización que diga que está haciendo algo que realmente no está haciendo. Es una especie de comisión de investigación. Si el gobierno se ve implicado en algún escandalo — digamos, policías disparando a un montón de ciudadanos negros — o hay alguien aceptando sobornos, hay algún tipo de escándalo. Se forma una comisión de investigación, fingen que ellos no sabían lo que estaba sucediendo, aparentan que van a hacer algo sobre ello, lo que es completamente falso (...)
Por un lado, tienes empleos que son trabajos explotadores, pero que son realmente útiles. Si estás limpiando baños o algo así, los baños necesitan ser limpiados, así que al menos tienes la dignidad de saber que estás haciendo algo beneficioso para los demás, incluso si no obtienes mucho más. Y por otro lado, tienes empleos donde eres tratado con dignidad y respeto, te pagan bien, tienes buenas prestaciones, pero sin decirlo, trabajas sabiendo que tu empleo, tu trabajo, es completamente inútil (...)
Pero las empresas hacen esto, también. Están siempre creando comités. Hay cientos de miles de personas alrededor del mundo que trabajan en conformidad con bancos, y eso de los comités es una fantasmada total. Nadie tiene la intención de seguir alguna de estas leyes que se les imponen. Su trabajo es simplemente aprobar cada transacción, pero por supuesto no es suficiente aprobar cada transacción porque parece sospechoso. Entonces, tienes que inventar razones para decir que hay algunas cosas que investigaste. Hay rituales muy elaborados de pretender investigar un problema, que en realidad no estás investigando para nada.
SW
Entonces entras en los “manda-tareas”.
DG
Los “manda-tareas” son la gente que está ahí para dar a la gente trabajo que no es necesario, o para supervisar a la gente que no necesita supervisión. Todos sabemos de quienes estamos hablando. Mandos intermedios, naturalmente, son un ejemplo clásico para esta categoría. Tuve gente que no tenía pelos en la lengua, “sí, tengo un trabajo de mierda, soy un mando intermedio. Fui ascendido. De hecho solía hacer este trabajo, me pusieron arriba y me dijeron que supervisara a la gente, que les hiciera trabajar. Y sé perfectamente bien que ellos no necesitan a nadie para supervisarlos o hacerles trabajar. Pero tengo que aparecer con cualquier excusa para existir de algún modo.” Así, finalmente en una situación como esa, dices, “Muy bien, vale, vamos a presentar estadísticas de objetivos, de modo que pueda probar que estás haciendo realmente algo que yo ya sé que estás haciendo, de manera que pueda sugerir que yo fui el tipo que te hizo hacerlo.”
De hecho, tienes gente rellenando todos estos formularios, de modo que están gastando menos tiempo en su trabajo. Esto sucede cada vez más en todo el mundo, pero en EEUU alguien hizo un estudio estadístico y descubrió, creo que como un 39% es el tiempo medio que un oficinista se supone que trabajaría en lo suyo realmente. Cada vez más, se ocupan de correos electrónicos administrativos, reuniones sin sentido, todo tipo de llenado de formularios, y de documentación, básicamente.
Administración inflada
SW
En el pensamiento marxista o radical, hay esta idea de trabajo productivo e improductivo. Me pregunto cómo conecta la categoría de trabajo de mierda con el concepto de empleos o trabajos improductivos.
DG
Es diferente. Porque ese productivo o improductivo se refiere a si está produciendo plusvalía para los capitalistas. Esa es una cuestión bastante diferente. Nuestro trabajo de mierda es una valoración subjetiva del valor social del trabajo de las propias personas que lo hacen.
Por un lado, la gente acepta de algún modo la idea de que el mercado determina el valor. Esto es cierto en la mayoría de los países actualmente, de hecho. Casi nunca oirás de la gente empleada en ventas o servicios diciendo, “yo vendo palos de selfie, ¿Para qué quiere la gente palos de selfie? Eso es estúpido, la gente es tonta.” Ellos no dicen eso. No dicen, “¿Bueno, por qué necesitas gastarte cinco dólares en una taza de café?” Así, la gente que trabaja en el sector servicios no cree que tengan trabajos de mierda, en casi ningún caso. Aceptan que si hay un mercado para algo, y la gente lo quiere, ¿quién soy yo para juzgarlo? Compran la lógica del capitalismo hasta ese grado.
Sin embargo, entonces se fijan en el mercado laboral, y dicen, “espera un minuto, me pagan 40.000 dólares al año por sentarme y hacer memes de gatos todo el día y quizá contestar alguna llamada telefónica, eso no puede estar bien.” Así pues, el mercado no siempre tiene razón; claramente el mercado laboral no funciona de un modo económicamente racional. Hay una contradicción. Tienen que idear otro sistema, un sistema tácito de valores, que sea muy diferente del productivo o improductivo para el capitalismo.
SW
¿Cómo se relaciona el aumento de estos trabajos de mierda con lo que nosotros consideramos trabajos productivos?
DG
Bueno, eso es muy interesante. Tenemos esta narrativa del aumento de la economía de servicios. Ya sabes, desde los años 80 nos estamos alejando de la industria manufacturera. Del modo que lo presentan, en estadísticas económicas, parece que el trabajo agrícola mayormente ha desaparecido, el empleo industrial ha caído — no tanto como la gente parece creer, pero lo ha hecho — y el empleo en el sector servicios se ha disparado.
Pero eso también es porque ellos descompusieron el sector servicios para incluir empleos de oficina, gerenciales, de supervisión y administrativos. Si tú los diferencias, si miras el sector servicios en ese sentido, de gente que está cortándote el pelo o sirviéndote una comida, bien, la verdad, ese sector servicios ha permanecido muy constante en el 25% de la fuerza de trabajo durante los últimos 150 años. No ha cambiado para nada. Lo que realmente ha cambiado es esta gigantesca explosión de “traslada-papeles”, y ese es el sector de empleos de mierda.
SW
Tú llamas eso a la burocracia, al sector administrativo, al sector de mandos intermedios.
DG
Exactamente. Es un sector donde ambos, lo público y lo privado, más o menos se funden. De hecho, un área para la proliferación masiva de estos empleos es precisamente donde no está del todo claro lo que es público y lo que es privado: la interfaz, donde privatizan los servicios públicos, donde el gobierno está respaldando a los bancos.
El sector bancario es una locura. Hay un tipo con el que comencé el libro, de hecho. Yo le llamo Kurt, no sé su nombre verdadero. Él trabaja para una subcontrata de una subcontrata de otra subcontrata que trabaja a su vez para el ejército alemán. Básicamente, hay un soldado alemán que quiere mover su ordenador de una oficina a otra. Tiene que presentar una solicitud a alguien para que llame a alguien para que a su vez llame a alguno, esto va a través de tres empresas diferentes. Finalmente, tiene que conducir 500 kilómetros en un coche alquilado, rellenar los formularios, embalar el ordenador, trasladarlo, alguien más lo desembalará, y él firmará otro formulario y se marchará. Este es el sistema más ineficiente que posiblemente pudieras imaginar, pero está todo creado por esta interfaz de material entre lo público y lo privado, que supuestamente hace las cosas más eficientes (...)
Tienes a esos tipos, equipos de gente, cuyo trabajo al completo es escribir los informes que ejecutivos importantes presentaran en las grandes reuniones. Grandes reuniones que son una especie de encuentros equivalentes a las justas feudales, o como altos rituales del mundo corporativo. Entras ahí, y tienes todo este equipo, has logrado toda esta historia, tus puntos de poder y tus informes y etcétera. Así, hay equipos completos que están allí solo para decir: “yo hago las ilustraciones para el informe sobre estos tipos,” y “yo hago las gráficas,” y “yo hice y puse al día la base de datos”.
Ni siquiera nadie lee estos informes, solo están ahí para lucirse. Es el equivalente a un señor feudal. Yo tengo un tipo cuyo trabajo es simplemente arreglarme el bigote, y otro tipo que está puliendo mis estribos, etc. Sólo para demostrar que puedo hacer todo eso (...)
Fue ese sentimiento de una injusticia tan fundamental lo que creo que verdaderamente dirigió el movimiento [Occupy Wall Street]más que ninguna otra cosa. Me di cuenta de que creaban esos trabajos fantoches, donde básicamente tu estas ahí para hacer que los ejecutivos se sientan bien con ellos mismos. Ellos tienen que recuperar trabajo para que otra gente lo haga. En educación, en salud, esto es increíblemente evidente. Siempre lo ves. Las enfermeras a menudo tienen que gastar la mitad de su tiempo de trabajo rellenando formularios. El profesorado, profesores de escuela primaria, gente como yo no es tan malo en la educación superior como lo es si estás enseñando quinto grado, pero sigue siendo malo (…)
Una de las cosas que es muy importante del estudio que hice sobre los trabajos de mierda es lo deprimida que está la gente. Salió de manera contundente en las explicaciones que me dieron. En teoría, estás consiguiendo algo por nada, estás sentado ahí y te están pagando por hacer casi nada, en muchos casos. Pero esto solo desmoraliza a la gente. Hay depresión, ansiedad, todas esas enfermedades psicosomáticas, espacios de trabajo terribles y comportamiento tóxico, que incluso empeoran por el hecho de que la gente no puede comprender qué motivos tienen para estar tan disgustados."
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