“En los países democráticos no se percibe la naturaleza violenta de la economía, mientras que en los países autoritarios lo que no se percibe es la naturaleza económica de la violencia”
Bertolt Brecht

"Hay que aprender de los errores del siglo XX y superarlos. El capitalismo no lo ha hecho. Los socialistas deben hacerlo"
Tariq Ali

"La cuestión no es mercado sí o mercado no, es qué espacio tenemos que concederle al mercado para que tenga efectos positivos y qué espacio tenemos que quitarle para que no tenga efectos negativos"
César Rendueles ("Capitalismo canalla" antídoto para "Los enemigos del comercio" de A. Escohotado)

"Los poderosos siempre han perseguido a los alfabetizadores, a los que paraban las balas con columnas de periódico, a los que hacían escudos con libros cargados de metáforas y razones. También a los que han hecho visibles a los invisibles, a los que enseñan a decir no con una sonrisa y también a los que enseñan desde el monte a recordar que no hay que vivir de rodillas"
J.C. Monedero

Qué son los PsyOps: "Los daños que causan las PsyOps [Operaciones Psicológicas] se reflejan en la aparición de cambios en el plano cognitivo y mental (...) Toda operación militar, y por tanto toda operación psicológica, tiene que contar con una cadena de mando. El análisis detallado de los mensajes a través de Twitter y Facebook ha permitido descubrir «nodos de red», o sea estados mayores implicados en la operación. Estos están entrenados en el uso de métodos de control de las multitudes para crear una situación de contagio entre individuos de diferentes medios y orígenes. De esa manera, los estados mayores logran localizar fácilmente los «repetidores de opinión», o sea los individuos que influyen sobre los demás. Los especialistas pueden entonces optar entre informarlos sobre el proyecto o mantenerlos en la ignorancia de lo que está sucediendo"
Valentin Vasilescu (experto en inteligencia militar)

"Gozamos de tres bienes de valor incalculable. La libertad de conciencia, la libertad de palabra y la prudencia de no usar nunca ninguna de las dos". Mark Twain.


viernes, 24 de agosto de 2018

Escuela de calor

 
Marc Vandepitte:
 
"¿Estamos perdiendo la lucha contra el cambio climático? La respuesta es que ni siquiera estamos luchando. En París se hicieron solemnes promesas de reducir rápidamente las emisiones de gas efecto invernadero. Tres años más tarde estos gases siguen aumentado, como también aumentan las inversiones para la obtención de gas y de petróleo. En 2017 aumentó también por primera vez en cuatro años la demanda de carbón, la bestia negra. Inversamente, los subsidios para las energías renovables han disminuido y las inversiones se han estancado. En resumidas cuentas, las subvenciones para los carburantes fósiles alcanzan hoy en día a más de 5.000.000 millones de dólares mientras que los subsidios para la energía renovable se tienen que contentar con 135.000 millones de dólares, es decir, con 40 veces menos.
Si la producción de energía renovable se mantiene en el modesto plan de inversiones actual llegaremos a encontrarnos ante un escenario en el que la temperatura global aumentará más de 6 grados. De acuerdo con un documento que se ha filtrado del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) de la ONU, de aquí a 2040 la temperatura global habrá aumentado un grado y medio.
La mala voluntad y la indiferencia de los responsables políticos son evidentes. En nuestro modelo de sociedad capitalista las orientaciones y los límites de sus políticas están definidas por las Bolsas y los mercados financieros.
A grandes rasgos nos hallamos ante a una alternativa simple. O bien quemamos en el futuro todas las reservas de carburantes fósiles que poseemos y nos dirigimos hacia una aumento de la temperatura de entre 3 y 5 grados o incluso más, algo que convertiría al planeta en un lugar absolutamente inviable, o bien tratamos de mantener el aumento de la temperatura por debajo de 2 grados y solo podemos quemar entre un 20 % y un 40 % de las reservas. Incluso con un aumento de 2 grados seguirán produciéndose importantes consecuencias negativas en grandes regiones del globo. La clave está en las manos de los gigantes de la energía de nuestro planeta. Se trata de las 200 principales empresas de gas, carbón y petróleo que en conjunto representan un valor de mercado de 4.000.000 millones de dólares, es decir, un equivalente a la suma de los PBN de todos los países de América del Sur. El problema es que estos gigantes no toleran nada que afecte a su imperio económico o financiero, ni siquiera por consideraciones ecológicas ni tampoco si lo que está en peligro es el futuro del planeta.
Si los gigantes de la energía decidiesen dejar intactas entre un 60 % y un 80 % de sus reservas su valor comercial caería lo mismo que sus acciones bursátiles. Por otra parte, tampoco podrían destinar inversiones para buscar nuevas reservas. Un estudio reciente demuestra que los Acuerdos de París no tuvieron el menor impacto en sus cotizaciones bursátiles. Gracias a sus grandes grupos de presión, los accionistas están convencidos de que los políticos no cumplirán sus promesas. Y mientras tanto continúan invirtiendo alegremente. El año pasado las inversiones en energías fósiles llegaron a los 450.000 millones de dólares. Según Jeffrey Sachs, reputado economista y consejero de la ONU, “los grupos de presión están ganando y […] el resto del mundo perdiendo, sobre todo porque los grupos de presión de los carburantes fósiles están muy bien organizados […] Se necesitan soluciones urgentes antes de que sea demasiado tarde”.
Un sondeo de opinión en 38 países demuestra que más del 60 % de la gente ve el calentamiento climático como una gran amenaza. Pero mientras los políticos escuchen más a los mercados financieros y a las bolsas que a su población, no se producirá ningún cambio urgente ni draconiano. Es hora de que tomemos nuestro destino en nuestras manos. Un sistema social en el que las multinacionales y los mercados tienen la última palabra no tiene futuro. En su obra sobre el clima Naomi Klein demuestra que el mundo se halla frente a una elección decisiva: salvar al capitalismo o salvar el clima.
La reciente canícula [europea] nos ha hecho sentir en nuestra propia carne a dónde podríamos llegar. Puede que esto nos incite a plantearnos algunas cuestiones fundamentales y a sacar de ello las consecuencias sociales que se desprenden necesariamente. Comprometámonos con el clima, porque el cambio climático es el cáncer que nos afectará a todos, a nosotros y a nuestros nietos. Todavía no es demasiado tarde"
 
 
 

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