Juan Torres:
"En España estamos viendo en estos últimos años que sucede algo
parecido. Los ayuntamientos más endeudados son precisamente los del
Partido Popular y cuando han llegado partidos o coaliciones de
centro-izquierda se han de dedicar a reducirla con enorme esfuerzo.
Se ha dicho hasta la saciedad que el problema de deuda que ahora
tiene la economía española se debe a que antes de la crisis la gente
corriente vivía por encima de sus posibilidades pero los datos también
contradicen esa idea. Según los del Banco de España, en 2008 a las
familias le correspondía el 25% de la deuda total y el 35 % de la deuda
no financiera (excluida la de los bancos, es decir, sólo la de las
familias, la del sector público y la de las empresas no financieras). A
las empresas no financieras, el 33% de la total y el 47 por ciento de
la no financiera. Al sector público el 11,8 % de la total y el 16% de la
no financiera y a las entidades financieras, el 30,3% de la total. Y,
además, el 49,1% de las familias y el 83,5% del 20% con menos ingreso no
estaban endeudadas. Y la mayoría de las familias (73,4%) con menos
renta (40%) solo tenían en aquel año la deuda correspondiente a su
vivienda habitual.
En contra de lo que se quiere hacer creer, las familias y las
personas corrientes, o las pequeñas y medianas empresas, no son las
adictas a la deuda, y endeudarse no es lo que buscan los partidos
políticos más progresistas. Todo lo contrario, son ellos quienes sufren
la deuda como lo que es, una esclavitud resultado de la desigualdad y de
las políticas de creación artificial de escasez y de bajos ingresos.
La razón de por qué la deuda es tan elevada en todas las economías es
otra, doble y bien clara. Por un lado, porque es el negocio de la banca
y ésta tiene suficiente poder como para imponer un modelo generalizado
de crecimiento económico impulsado por la deuda para garantizar y
aumentar sus beneficios. Y, por otro, a causa de los intereses que la
multiplican sin cesar.
Gracias a las normas que regulan el sistema bancario desde hace
décadas, la banca tiene el privilegio de poder dar prestamos creando el
dinero que presta desde la nada, es decir, sin tenerlo previamente. Y es
obvio que un privilegio como este no lo desperdicia sino que lo utiliza
a la máxima potencia.
Si el negocio de la banca es dar préstamos (si solo recibiera
depósitos se arruinaría) y lo que busca es aumentar su beneficio, lo que
tiene que hacer es crear deuda constantemente. Para ello, utiliza su
poder, que es enorme precisamente por ese mismo privilegio, para imponer
las políticas que restringen el ingreso y que obligan a endeudarse
constantemente, o que implican modos de vida (viviendas en propiedad)
que necesitan financiación externa, o para corromper a los políticos y
obligarlos a realizar gastos cuantiosos, sean necesarios o no pero que
deben financiarse con su crédito.
Quien es adicto a la deuda es la banca porque esa es la fuente de sus
ganancias y de su impresionante poder, no solo financiero, sino también
mediático, cultural y político.
La segunda razón que hace que la deuda se multiplique es el interés.
El dinero que un banco central o un banco comercial da en préstamo
viene, como he dicho, de la nada. Por eso los bancos centrales pueden
prestar al 0% a los bancos privados, como igual podría hacer un banco
privado o comercial (otra cosa es que el interés se utilice como
incentivo o desincentivo en la vida económica). Pero éstos últimos lo
prestan al interés más alto que pueden y, además, con fórmulas de
interés compuesto que multiplican la deuda en poco tiempo: una al 7% se
duplica en 10 años, por ejemplo.
Los datos que muestran el peso de los intereses en la deuda total son
abrumadores. De cada 100 euros de deuda pública acumulada en el
conjunto de la UE-28 de 1995 hasta finales de 2015, más de la mitad
(57,6 euros), corresponden a intereses, en la eurozona 60,5 euros y en
España 61,4 en ese mismo periodo.
Cuando se nos dice que hay que salvar a los bancos lo que se quiere
decir es que hay que crear las condiciones que les permitan seguir
creando deuda. Y es precisamente por ello que en estos últimos años en
que se han ido rescatando con inmensas cantidades de dinero público (que
han obligado a endeudarse aún más a los Estados) lo que ha ocurrido es
que la deuda ha vuelto a crecer espectacularmente. Lógico: un banco
rescatado es el que de nuevo comienza a generar deuda.
Nos decían que había que imponer las políticas de recortes para que
bajara la deuda pero lo que se buscaba era justo todo lo contrario:
reducir la capacidad de generar ingreso propio para que los bancos
volvieran a prestar y a crear deuda. Por eso en 2015 había en Europa
cinco billones más de deuda pública que en 2007, y 2,4 billones más que
en 2010. Y por eso la deuda total ha aumentado en 57 billones de dólares
en todo el mundo desde 2007 a mediados de 2016, y la de los Estados ha
pasado de 26 billones de dólares a 56,5 billones en ese mismo periodo.
La prueba del engaño es que la deuda haya subido de esa manera
justamente en el periodo de aplicación de políticas de recortes sociales
y rescate a la banca justificadas como las imprescindibles para
disminuirla"
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