“En los países democráticos no se percibe la naturaleza violenta de la economía, mientras que en los países autoritarios lo que no se percibe es la naturaleza económica de la violencia”
Bertolt Brecht

"Hay que aprender de los errores del siglo XX y superarlos. El capitalismo no lo ha hecho. Los socialistas deben hacerlo"
Tariq Ali

"La cuestión no es mercado sí o mercado no, es qué espacio tenemos que concederle al mercado para que tenga efectos positivos y qué espacio tenemos que quitarle para que no tenga efectos negativos"
César Rendueles ("Capitalismo canalla" antídoto para "Los enemigos del comercio" de A. Escohotado)

"Los poderosos siempre han perseguido a los alfabetizadores, a los que paraban las balas con columnas de periódico, a los que hacían escudos con libros cargados de metáforas y razones. También a los que han hecho visibles a los invisibles, a los que enseñan a decir no con una sonrisa y también a los que enseñan desde el monte a recordar que no hay que vivir de rodillas"
J.C. Monedero

Qué son los PsyOps: "Los daños que causan las PsyOps [Operaciones Psicológicas] se reflejan en la aparición de cambios en el plano cognitivo y mental (...) Toda operación militar, y por tanto toda operación psicológica, tiene que contar con una cadena de mando. El análisis detallado de los mensajes a través de Twitter y Facebook ha permitido descubrir «nodos de red», o sea estados mayores implicados en la operación. Estos están entrenados en el uso de métodos de control de las multitudes para crear una situación de contagio entre individuos de diferentes medios y orígenes. De esa manera, los estados mayores logran localizar fácilmente los «repetidores de opinión», o sea los individuos que influyen sobre los demás. Los especialistas pueden entonces optar entre informarlos sobre el proyecto o mantenerlos en la ignorancia de lo que está sucediendo"
Valentin Vasilescu (experto en inteligencia militar)

"Gozamos de tres bienes de valor incalculable. La libertad de conciencia, la libertad de palabra y la prudencia de no usar nunca ninguna de las dos". Mark Twain.


viernes, 8 de julio de 2016

En resumen

 
Andrés Piqueras:

"No hay ningún punto fuerte de ruptura con las coordenadas de juego impuestas por la oligarquía nacional, transnacional y global. Ni ruptura con la dirección extranjera de la política española (la UE y el euro, por ejemplo), ni siquiera denuncia del Plan de Estabilidad europeo que nos obliga a la austeridad presupuestaria y al pago de una deuda tan odiosa como impagable (la cual no se rechaza sino sobre la que tan sólo se intenta negociar para suavizar las condiciones y alargar los plazos de pago). Ni alusión a la forma de Estado, ni plan contra la sobreexplotación laboral, ni política fuerte feminista, ni nacionalización de la Gran Banca y entidades financieras y de crédito, ni de los recursos energéticos ni las industrias de carácter estratégico, ni ley contundente contra los desahucios y por el derecho irrenunciable a la vivienda…
Y es evidente porqué. Cuando empiezas a reformar la casa por el tejado, no puedes cambiar nada de la estructura porque te caes tú mismo.
La falta de fuerzas sociales para revertir el proceso de desguace de lo público tiene su traducción en la timidez de propuestas institucionales al respecto (...)
El programa de mínimos al que me refería antes, por su parte, viene dado por el cambio de fase del capitalismo. En estos momentos no se pueden aplicar programas socialdemócratas clásicos. La tasa de ganancia capitalista está seriamente obstruida en las formaciones centrales, con tendencia a decaer también en las periféricas emergentes en un plazo relativamente breve. Cuando eso ocurra el sistema entrará en modo colapso, el cual puede ser más o menos duradero, pero letal para el conjunto de la humanidad (más cuanto más dure la agonía del sistema).
Por ahora lo que estamos viendo es que si decae seriamente la masa de ganancia no hay ni inversión productiva ni por tanto productividad, ni en consecuencia aumento de la “riqueza social” cuantitativa. Y sin ello el sistema no redistribuye, no hay posibilidad de mantener el “compromiso de clases”.
El resultado de estas tendencias es irónico. Cuanto más nuestras izquierdas integradas pugnan por ser más y más respetables dentro del sistema y por reformarlo desde las instituciones prometiéndonos que es posible volver atrás, al keynesianismo, el sistema nos aboca cada vez más a una dinámica de todo o nada. Tanto de guerra social como de guerra militar. Lo estamos viendo doquiera posemos la mirada (...)
Somos una sociedad disciplinada y derrotada a fuerza de cuartelazos, golpes militares, restauraciones bipartidistas y brutales dictaduras, la última de las cuales ha perpetrado el mayor genocidio político del siglo XX (durante casi 40 años en los cuales todo el que tenía cualquier pensamiento que fuera colectivo o social, fue asesinado, encarcelado, desterrado o domesticado con el miedo). Después de eso, el largo juancarlismo con su pseudo Estado “de Bienestar” y más recientemente la venalidad social a través del crédito fácil, el ladrillo y el pelotazo, han dejado poco margen para la reconstitución de la sociedad.
Por eso aquí la corrupción se da por entendida. Cuánto más cuando hoy ya es inherente al capitalismo degenerativo actual, que por su propia degeneración se hace corrupto, lo que quiere decir que no es una cuestión de individuos sino del sistema. A la sociedad española eso le parece normal, porque viene de un capitalismo mafioso que nunca dejó de ser corrupto.
El problema es que las mafias necesitan repartir algo de su fortuna para ser admitidas o incluso veneradas por las poblaciones. Hoy no están en condiciones de repartir y por tanto su legitimidad se va agotando. Pronto tendrán que recurrir a la coalición de las principales fuerzas, a hacer lo que siempre hizo el "bipartido", pero ahora de forma más contundente, y lo harán juntos en vez de jugar papeles distintos. Desgraciadamente, también en breve estarán dispuestos a emplear medidas mucho más drásticas que las empleadas hasta ahora"



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