Noam Chomsky:
"Las encuestas Gallup indagan sobre la opinión internacional. Y una de
las preguntas que ha planteado es: ¿Qué país cree que representa la
amenaza más grave para la paz mundial? La respuesta es inequívoca:
Estados Unidos es la respuesta más frecuente por un amplio margen. Muy
atrás, en segundo lugar está Pakistán —inflado, seguro, por el voto de
la India— y luego un par de países más. Se menciona a Irán, pero junto
con Israel y algunos otros, mucho más abajo. Esa es una de las cosas que
no sería conveniente decir y, de hecho, los resultados que arroja la
encuestadora líder de Estados Unidos no llegaron a ser difundidos a
través de los portales de lo que llamamos la prensa libre. Pero no
desaparece por esa razón (...)
Por ejemplo, Turquía, aliada de la OTAN, que apoya activamente a las
fuerzas yihadistas en Siria. El apoyo es tan fuerte que parece que
Turquía ayudó a sus aliados en el Frente al-Nusra, el grupo afiliado a
Al-Qaeda, para matar y capturar las pocas decenas de combatientes que el
Pentágono introdujo en Siria hace unas semanas. Es el resultado de
varios años y quién sabe cuántos miles de millones de dólares de
entrenamiento. En efecto, entraron y fueron inmediatamente capturados o
asesinados, al parecer con la ayuda de la inteligencia turca. Y más
importante todavía es el papel central que tiene el principal aliado
estadounidense, Arabia Saudí, para los rebeldes yihadistas en Siria e
Irak, y, de forma más general, para que Arabia Saudí haya sido —cito—
"una fuente primordial de financiación para organizaciones rebeldes y
terroristas desde los años 80". Eso es de un estudio, un estudio
reciente, llevado a cabo por el Parlamento Europeo, y que repite lo que
ya es ampliamente conocido. Y aún desde una perspectiva más general, el
fervor misionero con el que Arabia Saudí promulga su doctrina
Wahhabista-Salafista, radical, extremista mediante el establecimiento de
las escuelas coránicas, mezquitas, y envíando a clérigos radicales a lo
largo y ancho del mundo musulmán, con un enorme impacto. Uno de los
observadores que examina la región de más cerca, Patrick Cockburn,
escribe que la "Wahhabización" por parte de Arabia Saudí, "la
'Wahhabización' de la corriente principal del Islam sunita es uno de los
desarrollos más peligrosos de nuestra era", siempre con un fuerte apoyo
de Estados Unidos. Estas son cosas que no sería conveniente decir,
además del hecho de que estos acontecimientos perniciosos son una
consecuencia directa de la tendencia que ha seguido Estados Unidos ya
desde hace tiempo, como sucedió con Gran Bretaña anteriormente, de
apoyar las facciones radicales del Islam en oposición al nacionalismo
secular. Estos son compromisos que vienen de antaño. Hay otros, como la
embajadora de la ONU Samantha Power, que condenan la desestabilización
que causó Irán en la región. La desestabilización es un concepto
interesante presente en el discurso político. Entonces, por ejemplo,
cuando Irán acude para ayudar al gobierno de Irak y al Kurdistán iraquí
en la defensa contra el ataque de ISIS , eso representa una
desestabilización, y tenemos que evitarlo, o puede que incluso
represente una agresión. Por el contrario, cuando Estados Unidos invade
Irak y mata a cientos de miles de personas, genera millones de
refugiados, destruye el país y dispara un conflicto sectario que está
desgarrando a Irak y, por ahora, a toda la región, y encima aumenta el
terrorismo en todo el mundo por siete, solo en el primer año; eso es la
estabilización, que forma parte de nuestra misión que debemos continuar
para el beneficio de todo el mundo. En realidad, el excepcionalismo de
las instituciones doctrinales de EE.UU. es bastante asombroso. Volviendo
a los editores de The Washington Post, se unieron al mediador de Obama,
el mediador de Obama con Clinton, Dennis Ross, Thomas Friedman, otros
notables... para pedirle a Washington que le suministre a Israel
bombarderos B-52, y tal vez hasta bombarderos B-2 más avanzados, y
enormes, lo que se llama artillería masiva de penetración —conocidos
también de forma informal como bombas antibúnker. Pero hay un problema:
no cuentan con pistas de aterrizaje para aviones tan grandes como esos.
Pero pueden usar, tal vez, las pistas de aterrizaje de Turquía. Y nada
de esto es para defensa. Estas no son armas defensivas, recordemos.
Todas estas armas son armas ofensivas para que Israel bombardee Irán, si
decide hacerlo. Y desde que Israel es cliente de Estados Unidos, hereda
del amo la libertad del derecho internacional, así que no es nada
sorprendente que le brinde grandes suministros de armas ofensivas para
usarlas cuando desee. Bueno, la violación del derecho internacional va
más allá de la amenaza; se transforma en la acción, incluidos los actos
de guerra, que son orgullosamente proclamados, presuntamente, porque es
nuestro derecho como nación excepcional. Un ejemplo es el sabotaje
exitoso de las instalaciones nucleares iraníes por medio de la
ciberguerra. El Pentágono tiene sus puntos de vista sobre la
ciberguerra. El Pentágono considera la ciberguerra como un acto de
guerra, lo que justifica una respuesta militar. Y hace un año, la OTAN
confirmó la misma posición, y determinó que la agresión a través de
ataques cibernéticos puede desencadenar obligaciones de defensa
colectiva por parte de la OTAN , es decir, si un país es blanco de
ataques cibernéticos, toda la alianza puede responder por medio de
ataques militares. Eso se refiere a los ataques cibernéticos contra
nosotros, no de nosotros contra ellos (...)
Por supuesto, hay otras amenazas que justifican las serias
preocupaciones y que no pueden dejarse de lado. Un Estado poseedor de
armas nucleares podría filtrar armas nucleares a los yihadistas. No es
broma. En el caso de Irán, la amenaza es minúscula. No solo los
yihadistas suníes son los enemigos mortales de Irán, sino que los
clérigos gobernantes, sin importar lo que uno piense de ellos, no han
mostrado signos de demencia clínica, y saben que si hubiera siquiera un
indicio de que causaron la filtración de armas, ellos y todas sus
posesiones serían pulverizados instantáneamente. Sin embargo, eso no
significa que podamos ignorar la amenaza, no de parte de Irán, donde no
existe, sino de parte del aliado de Estados Unidos, Pakistán, donde la
amenaza es, de hecho, muy real (...)
En otras palabras, todo el sistema (paquistaní) está teñido con elementos yihadistas,
en gran medida, debido a lo que describió Patrick Cockburn, la
"Wahhabización" del Islam sunita por parte de Arabia Saudí con el firme
apoyo de Estados Unidos, desde el gobierno de Reagan. Bueno, en resumen,
el problema es muy real, la verdad. No se está abordando con seriedad.
Ni siquiera se discute"
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