“En los países democráticos no se percibe la naturaleza violenta de la economía, mientras que en los países autoritarios lo que no se percibe es la naturaleza económica de la violencia”
Bertolt Brecht

"Hay que aprender de los errores del siglo XX y superarlos. El capitalismo no lo ha hecho. Los socialistas deben hacerlo"
Tariq Ali

"La cuestión no es mercado sí o mercado no, es qué espacio tenemos que concederle al mercado para que tenga efectos positivos y qué espacio tenemos que quitarle para que no tenga efectos negativos"
César Rendueles ("Capitalismo canalla" antídoto para "Los enemigos del comercio" de A. Escohotado)

"Los poderosos siempre han perseguido a los alfabetizadores, a los que paraban las balas con columnas de periódico, a los que hacían escudos con libros cargados de metáforas y razones. También a los que han hecho visibles a los invisibles, a los que enseñan a decir no con una sonrisa y también a los que enseñan desde el monte a recordar que no hay que vivir de rodillas"
J.C. Monedero

Qué son los PsyOps: "Los daños que causan las PsyOps [Operaciones Psicológicas] se reflejan en la aparición de cambios en el plano cognitivo y mental (...) Toda operación militar, y por tanto toda operación psicológica, tiene que contar con una cadena de mando. El análisis detallado de los mensajes a través de Twitter y Facebook ha permitido descubrir «nodos de red», o sea estados mayores implicados en la operación. Estos están entrenados en el uso de métodos de control de las multitudes para crear una situación de contagio entre individuos de diferentes medios y orígenes. De esa manera, los estados mayores logran localizar fácilmente los «repetidores de opinión», o sea los individuos que influyen sobre los demás. Los especialistas pueden entonces optar entre informarlos sobre el proyecto o mantenerlos en la ignorancia de lo que está sucediendo"
Valentin Vasilescu (experto en inteligencia militar)

"Gozamos de tres bienes de valor incalculable. La libertad de conciencia, la libertad de palabra y la prudencia de no usar nunca ninguna de las dos". Mark Twain.


miércoles, 14 de junio de 2017

Capital popular


Pedro Montes:

"Desde el punto de vista político general, la cuestión clave que plantea el caso singular del banco Popular es si se debe inscribir en la estela de la gran crisis financiera padecida desde 2008 o si, por el contrario, es un relámpago anunciador de otras peligrosas tormentas por llegar. Mi opinión es que están pendientes enormes convulsiones y episodios de emergencia, a partir de tener en cuenta la situación de nuestro país como la más general de la situación financiera mundial.
Toda la seguridad propagandista que emite el gobierno sobre la solidez y solvencia del sistema financiero queda en entredicho por lo que ha ocurrido con el Popular, que ya se extiende a otras entidades, como es el caso de Liberbank. Los datos son imprecisos, pero se sigue reconociendo que los bancos siguen ocultando en sus balances decenas de miles de millones de activos tóxicos inmobiliarios, quizás algunos centenares de miles, que aún no han digerido a pesar del entramado institucional que se ha creado para aliviarlos de la carga destructiva que representan.
Por otra parte, todo el sistema bancario ha gozado en los últimos años de una evolución excepcional determinada por ser el canal fundamental por el que el Estado se ha financiado emitiendo cientos de miles de millones de euros hasta alcanzar la deuda pública el 100% del PIB y por el que el BCE ha inyectado liquidez a la economía con respaldo de esa deuda. Un circuito extraño, beneficioso para la banca, generado en un contexto de tipos de interés del BCE mínimos, o nulos, que tarde o temprano tendrá que acabar. Si la crisis de los bancos ha puesto en jaque al Estado hasta aquí, será el endeudamiento que ya alcanza el Estado el que ponga en jaque el equilibrio de los bancos ahora.
Alardear de los contribuyentes quedan descargados de los costes de intervención en el caso del Popular no se compadece con el hecho de que el Estado ha gastado en el mantenimiento del sistema financiero decenas de miles de millones de euros que y es una osadía porque aún no se sabe cómo acabará esta historia. Por no referirse al endeudamiento general que padece toda la economía española, incluidos los pasivos exteriores, por la que se convierte en uno de los países más vulnerables del mundo.
Convendría no olvidar que al final de 2016, después de 8 años de crisis, quiebras y reajustes financieros, los pasivos entre las empresas, las instituciones financieras, las Administraciones Publicas y los Hogares ascendía a 7,8 billones de euros, a los que sumar otros 2,6 billones de pasivos con el exterior de esos agentes. En 2009, esas cifras eran respectivamente de 7,7 billones y 2,3 billones, dejando de manifiesto que la carga explosiva del endeudamiento sigue intacta, e incluso algo más peligrosa por el aumento de los pasivos con el exterior.
Pero más importante aún. Destacados y solventes analistas vienen anunciando la proximidad de otra crisis financiera mundial cuya intensidad, sostienen, superará la que hemos conocido recientemente.
Las propias instituciones financieras internacionales deslizan sutilmente su preocupación por la situación existente. Como se sabe, la práctica de inyectar liquidez en cantidades desorbitadas por parte de la FED y el BCE ha sido el medio para detener la consecuencia incontroladas de la crisis.
La liquidez generada ha detenido su propagación pero al mismo tiempo ha multiplicado los riesgos de que sobrevengan convulsiones más graves. Si ello ocurre, por los múltiples factores de inestabilidad existentes, incluidos los políticos, no cabe pensar que el sistema financiero español quedará indemne, puesto que, como se ha resaltado, la economía española en términos de su endeudamiento global no se ha corregido, manteniendo todo el sistema una vulnerabilidad muy elevada (...) 
La economía productiva opera dentro una burbuja financiera que tendrá que desaparecer antes de que el capitalismo pueda normalizarse y emprender otra fase. Se ha de destruir mucho capital ficticio y especulativo para sanear economías, pero eso no acaecerá sin grandes traumas, tensiones y conflictos.
El caso del banco Popular nos pone un ejemplo perfecto de lo que tendrá que ocurrir: de la noche a la mañana todos los poseedores de acciones y bonos convertibles del banco han perdido todo su capital. Generalizar los problemas y angustias que sufren los afectados por la crisis del Popular nos puede servir de imagen de lo que está por suceder a otra escala"



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