Condena de la justa condena a terroristas venezolanos, responsables desde sus cargos políticos de alentar guarimbas, decenas de muertos y centenares de heridos, edificios públicos atacados, etc. De parte de PSOE, PP, CIU, Ciudadanos, UPyD, en general la banda del TTIP, en nombre de los derechos humanos.
Aún buscando páginas en la prensa española sobre las barbaridades del aliado y socio real saudí en Yemen.
Las encuestas que anuncian para las generales una próxima legislatura de más políticas de recortes de inversión social y derechos laborales, más privatizaciones y venta del país a los peores postores, más servidumbre a las exigencias del sector bancario-financiero.
Para que Merkel siga disfrutando su superávit.
Podemos ha sido un souflé electoral como lo terminará siendo Ciudadanos, afirman los pesimistas respecto al bipartidismo.
La comparativa solo resiste mientras escondamos bajo la alfombra toda una campaña político-empresarial y mediática desde todos los ángulos para destruir la credibilidad de Podemos. Por lo demás es el mismo caso.
España, según rezan las encuestas, incluso poniendo algo de fe sobre ese tercio de indecisos, se halla todavía lejos de un gobierno de unidad popular que defienda el rescate a los ciudadanos y plantarle cara al yugo financiero centroeuropeo.
Habrá que empezar con el ejemplo en municipios y autonomías allí donde se pacten gobiernos. Limpiar tantas mafias va a resultar más arduo que el establo de Augias. Algo que sirvió para el afianzamiento y crecimiento acelerado de Syriza a nivel nacional.
Y sumarle unos años más de las políticas de asfixia social promovidas desde la UE, vehiculadas por esos tres partidos del cambio sensato o seguro que nos inundan desde tv y papel.
La lectura optimista, esperanzada sobre las elecciones británicas. Ahora podrían alinearse dos referendos de permanencia en la UE, el británico y el griego, aunque por motivos harto diferentes. Qué poco me entristece.
Una storytelling que nos suena tanto, por Paul Krugman:
"Es una historia sobre Reino Unido que transcurre así: primero, el Gobierno laborista que dirigió el país hasta 2010 fue extremadamente irresponsable y gastó mucho más de lo que podía permitirse. A continuación, este derroche fiscal provocó la crisis económica de 2008-2009. Esto, a su vez, hizo que la coalición que subió al poder en 2010 no tuviese otra opción que imponer medidas de austeridad, a pesar de la depresión económica reinante. Finalmente, como Reino Unido reanudó el crecimiento en 2013, se consideró que la austeridad estaba justificada y que quienes la criticaban se equivocaban.
Ahora bien, cada uno de los elementos de esta historia es demostrable y ridículamente erróneo. El Reino Unido de antes de la crisis no cayó en el derroche fiscal. La deuda y el déficit eran bajos, y en aquel momento, todo el mundo esperaba que siguiesen así; fue la crisis la que hizo que aumentara el déficit. La crisis, que fue un fenómeno mundial, la provocaron los bancos sin control y la deuda privada, no el déficit público. Las medidas de austeridad no eran urgentes: los mercados financieros nunca se mostraron preocupados por la solvencia británica. Y Reino Unido, que no volvió a crecer hasta que se interrumpieron las políticas de austeridad, no ha recuperado nada de lo que perdió durante los dos primeros años de gobierno de la coalición.
Pero esta narrativa sin sentido domina por completo la información que ofrecen los medios, quienes lo tratan más como un hecho que como una hipótesis"
http://economia.elpais.com/economia/2015/05/08/actualidad/1431094906_404517.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario