“En los países democráticos no se percibe la naturaleza violenta de la economía, mientras que en los países autoritarios lo que no se percibe es la naturaleza económica de la violencia”
Bertolt Brecht

"Hay que aprender de los errores del siglo XX y superarlos. El capitalismo no lo ha hecho. Los socialistas deben hacerlo"
Tariq Ali

"La cuestión no es mercado sí o mercado no, es qué espacio tenemos que concederle al mercado para que tenga efectos positivos y qué espacio tenemos que quitarle para que no tenga efectos negativos"
César Rendueles ("Capitalismo canalla" antídoto para "Los enemigos del comercio" de A. Escohotado)

"Los poderosos siempre han perseguido a los alfabetizadores, a los que paraban las balas con columnas de periódico, a los que hacían escudos con libros cargados de metáforas y razones. También a los que han hecho visibles a los invisibles, a los que enseñan a decir no con una sonrisa y también a los que enseñan desde el monte a recordar que no hay que vivir de rodillas"
J.C. Monedero

Qué son los PsyOps: "Los daños que causan las PsyOps [Operaciones Psicológicas] se reflejan en la aparición de cambios en el plano cognitivo y mental (...) Toda operación militar, y por tanto toda operación psicológica, tiene que contar con una cadena de mando. El análisis detallado de los mensajes a través de Twitter y Facebook ha permitido descubrir «nodos de red», o sea estados mayores implicados en la operación. Estos están entrenados en el uso de métodos de control de las multitudes para crear una situación de contagio entre individuos de diferentes medios y orígenes. De esa manera, los estados mayores logran localizar fácilmente los «repetidores de opinión», o sea los individuos que influyen sobre los demás. Los especialistas pueden entonces optar entre informarlos sobre el proyecto o mantenerlos en la ignorancia de lo que está sucediendo"
Valentin Vasilescu (experto en inteligencia militar)

"Gozamos de tres bienes de valor incalculable. La libertad de conciencia, la libertad de palabra y la prudencia de no usar nunca ninguna de las dos". Mark Twain.


viernes, 29 de noviembre de 2019

Del consumirnos


Jorge Arbesto:
 
"En un capítulo de la serie Merlí, el profesor de filosofía plantea a su clase el siguiente dilema: “Vais por la orilla de un lago y veis a un niño que se ahoga, pero lleváis unos zapatos nuevos de 80 euros que se destrozarán si entráis en el agua a salvarlo. ¿Qué haríais?”. La clase responde al unísono que sin duda salvarían al niño y Merlí objeta: “¿Entonces por qué no dedicáis esos 80 euros a mejorar las condiciones de vida de personas en necesidad extrema en lugar de gastarlos en unos zapatos?”.
Este dilema, que los guionistas de la serie plagiaron palabra por palabra de Peter Singer, equipara la escena del niño que se ahoga ante nuestros ojos con nuestra posición ante la realidad conocida de los 27.000 niños que mueren cada día por causas evitables sin que nosotros sacrifiquemos para evitarlo las cantidades excedentarias que dedicamos a nuestro ocio. Singer sugiere que cada euro que malgastamos en objetos innecesarios es responsable silente de la muerte de aquellos que podríamos haber salvado.
Sin ser tan categórico, en todo caso sí podríamos afirmar que una posición ética decente nos obligaría a auscultar cada uno de nuestros gastos con un talante de crítica gravedad. A sentir el peso y la trascendencia de cada uno de nuestros hábitos de consumo y juzgarlos, todos y cada uno de ellos, en una balanza oponiéndolos al mal que causan. Por ejemplo, no haría falta resolver la Conjetura de Poincaré para, con simples operaciones matemáticas, calcular cuántas muertes infantiles se necesitan para extraer un gramo del coltán con que se construye un móvil.
Y lo justo sería que en sus especificaciones figurasen los decimales de niños muertos utilizados, así como las otras consecuencias gravosas de su fabricación. Esto convertiría el acto de su compra en algo comprometido, perturbador y que necesitaría de embarazosas justificaciones. Y si aun así se adquiriese, quizá habría que pensar —siguiendo a Singer—, cómo tratar de compensar de algún modo el daño causado.
En su lugar, nuestro consumo acostumbra a ser de una inconsciente y autocomplaciente ligereza. Y no es ya que en el acto de consumir nos acometa una conveniente amnesia sobre las consecuencias negativas que tan bien conocemos, sino que caemos con irreflexiva alegría en contradicciones palmarias. Así, los mismos que nos manifestamos hondamente conmovidos a favor de la declaración de emergencia climática tomamos vuelos para unirnos a las muchedumbres de turistas que enjambran ciudades y espacios naturales de todo el mundo. Los mismos que padecemos y nos escandalizamos por la subida de los alquileres utilizamos en esos lugares que visitamos en muchedumbre las mismas plataformas tecnológicas responsables de la gentrificación de nuestros barrios. Pedimos que se ponga coto en nuestras ciudades, pero lo aprovechamos en las otras"
 

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