Vicenç Navarro:
"Para entender lo que estoy diciendo y sus consecuencias para España,
el lector me permitirá que haga una comparación del sistema financiero
de España dentro de la Eurozona con el que existe en el Estado de
California, dentro de EEUU. California es un Estado con más de 39
millones de habitantes, semejante al tamaño demográfico de España, que,
como esta, tiene su economía basada en un potente sector financiero, un
sector inmobiliario importante, y una industria de la construcción
extensa, un sector turístico de gran valor y una agricultura potente,
entre otras características. Tanto California como España tienen también
un programa extenso de incentivos para atraer industrias y otras
empresas al país.
Es importante ver qué ha pasado en California durante la Gran
Recesión y compararlo con lo que ha ocurrido en España durante el mismo
período (2008-2016). Y un primer paso en esta comparación es ver cómo
ambos países respondieron a la crisis creada a partir del año 2008, año
en el que se inició en muchos países la Gran Recesión, resultado, en
ambos casos, del colapso de las burbujas inmobiliarias, que afectó de
una manera muy marcada al sector inmobiliario y a la industria de la
construcción, dos sectores muy importantes en las economías de los dos
países. En EEUU, el Estado de California pudo conseguir fondos públicos
inmediatamente del Banco Central Estadounidense, llamado Federal Reserve
Board (FRB). En España, en cambio, esto no ocurrió. El Estado español
no pudo recibir fondos del Banco Central Europeo (BCE). Tuvo que
intentar conseguirlos de lo que se llama el mercado financiero (que
quiere decir, de los bancos privados), los cuales, sabiendo de la
vulnerabilidad del Estado español (que no tenía apoyo del Banco Central
Europeo), exigían unos intereses de los préstamos a todas luces
exagerados, lo cual llevó al Estado a tener un déficit y una deuda
pública enormes, alcanzado casi la bancarrota. Ello determinó que el
Estado español recortara millones y millones de euros en su gasto
público, reduciendo las pensiones y otras transferencias públicas, así
como el gasto en servicios públicos, como la sanidad, la educación los
servicios sociales, las escuelas de infancia, los servicios
asistenciales o la vivienda social, entre otros. En todos estos sectores
sociales hubo recortes muy acentuados. En California, en cambio, el FRB
proveyó el préstamo, garantizando así la estabilidad financiera del
Estado, sin tener que ir desesperado a la banca privada para poder
cubrir el gran agujero que representaba la recesión económica para las
arcas del Estado (...)
A la luz de estos datos ampliamente documentados, el lector se
preguntará ¿por qué entonces el BCE no hace como hace el FRB en EEUU? Y
la respuesta es sumamente fácil de ver y entender. No lo hace porque el
BCE está bajo la enorme influencia de los bancos (y muy en especial de
los bancos alemanes), a los cuales les va súper bien que los Estados
tengan que depender de ellos para conseguir prestado dinero,
consiguiendo pingües beneficios en estos préstamos. En realidad, el BCE
está en Frankfurt, a escasa distancia del Banco Central Alemán, el
Deutsche Bundesbank, bajo su sombra. Y es importante recordar que fueron
los bancos alemanes (junto con los franceses) los que proveyeron,
directa e indirectamente, la mayoría del crédito que alimentó la burbuja
inmobiliaria en España, bancos que financiaron predominantemente a
través de sus préstamos a la banca española.
Hay que entender, pues, que la unidad monetaria que estableció el
euro beneficia sobre todo a las instituciones financieras a costa de la
economía productiva y del bienestar y calidad de vida de las clases
populares, que constituyen la mayoría de la población en los países de
la Eurozona (y que son las mayores beneficiarias de las transferencias
públicas y las que utilizan los servicios públicos del Estado del
Bienestar). El sistema financiero, pues, no podía estar mejor diseñado
para favorecer al capital financiero a costa de perjudicar a las clases
populares. Los recortes de gasto público, incluyendo el gasto público
social, eran necesarios para cubrir las bajadas de impuestos que
aprobaron los gobiernos neoliberales, y para pagar la deuda contraída en
su gran mayoría en los bancos (...)
Una de las mayores causas es la enorme influencia
antidemocrática del capital financiero sobre el establishment
político-mediático (que está profundamente endeudado y no quiere
antagonizar a los que los financian). Otra es su financiación de los
mayores centros de estudios e investigación académica del país, y de las
revistas económicas que hacen propaganda y promocionan el sistema
financiero actual. Y otra causa es la complicidad que tiene con las
grandes empresas industriales y de servicios, que dependen, en parte,
del sistema financiero, y también porque las propuestas que el sector
financiero está realizando –tales como las bajadas de salarios, o las
reformas laborales que debilitan el mundo del trabajo- las benefician
también. El IBEX-35 tiene todo tipo de empresas, representando el eje
del establishment financiero y económico del país. No hay duda de que
tal sistema financiero, basado en el euro, está perjudicando a España y a
otros países de la periferia de la Eurozona. No puede dejarse tal como
está, pues es imposible que con este sistema España pueda desarrollarse y
converger con los otros países de la Unión Europea. La evidencia de
ello es abrumadora. Los recortes, la austeridad y la precariedad laboral
serán lo habitual en la economía española, siempre y cuando el sistema
financiero europeo siga estructurado como hasta ahora"
http://www.vnavarro.org/?p=13630
No hay comentarios:
Publicar un comentario