Armando B. Ginés:
"Occidente no quiere eso, no quiere democracias que gestionen una
vasta región plagada de tesoros y recursos energéticos de enorme valor
estratégico para su supervivencia como motor de la Historia. Cada vez
que un poder laico o movimiento ciudadano de base saca cabeza, allí
están Washington, Bruselas, la OTAN o el FMI para seccionarlas de cuajo.
Ni
Sadam Hussein en Irak ni Gadafi en Libia eran exponentes morales de
ninguna clase, pero sus figuras posibilitaron una cierta estabilidad en
la zona. Sucede que su manera de gobernar con cierta autonomía o
independencia ponía nerviosos a los jerifaltes musulmanes y a los jeques
de Arabia Saudí y de otras petromonarquías del Golfo. También al
sionismo de Israel. El orden establecido favorable a los intereses
occidentales estaba en entredicho. Razón por la cual se demonizó, al
igual que al socialismo moderado de Nasser en Egipto, a estos líderes,
tachándolos de dictadores sangrientos o de tiranos de la mayor abyección
imaginable. No eran hermanitas de la caridad, por supuesto, pero menos
aún los dirigentes israelíes o el rey de Arabia Saudí y tantos otros
líderes antediluvianos aliados de Occidente. De las tropelías de los
amigos de Washington y Bruselas, nada de nada, connivencia total con
ellos, silencio cómplice. Y de allí salen ingentes cantidades de dinero
para atizar el conflicto del fuego cruzado permanente, dejando a sus
poblaciones inermes, en la ignorancia calculada y como mera fuerza de
trabajo esclava para los regímenes del área.
De similar modo,
Occidente ha atizado y sufragado las refriegas religiosas entre suníes y
chiitas. De esta confrontación larvada en el tiempo, alentada por los
servicios secretos, han eclosionado desde Al Qaeda hasta Isis, unas
veces como luchadores de la libertad contra el comunismo y otras como
protagonistas enconados contra los infieles laicos o ateos. Así las
cosas, el juego a múltiples bandas de Occidente es mantener bajo
custodia con guerras de variable intensidad el Oriente Próximo y Medio.
Volar por los aires y reconstruir son fases de una misma táctica:
atenazar en convulsión indefinida la zona. Además, sus poderosas
maquinarias bélicas tienen de esta manera razón de ser, al igual que sus
hegemónicas empresas de armamento, un negocio que crece sin cesar en
medio del caos programado y el dolor ajeno.
Mucho medirán los
líderes de EE.UU. y Europa una intervención terrestre, ya que saben a la
perfección que soldados muertos son una publicidad negativa que se
volvería contra sus políticas neoliberales de procurar por todos los
medios a su alcance el miedo escénico por doquier. Occidente necesita
producir monstruos y enemigos externos para someter a sus propios
habitantes y que no se alcen contra sus políticas de recortes salvajes y
de desigualdad creciente en sus sociedades"
http://rebelion.org/noticia.php?id=206005
Tica Font:
"Es verdad que hay una guerra, que alcanza muchos territorios de Oriente
Medio, en especial Siria e Irak, es verdad que países como Estados
Unidos, Francia, Turquía y Rusia bombardean ciudades y áreas controladas
por el Desh; también es verdad que Yemen está siendo bombardeada por
Arabia Saudí. Pero la guerra no ha llegado a Europa, las ciudades de
Paris, Londres o Madrid han sufrido atentados terroristas, pero Daesh no
pueden desestabilizar Europa, no pueden generar el caos; Daesh no tiene
capacidad para ello. Por ello declarar que estamos en guerra supone
legitimar e aumentar la capacidad de poder y de fuerza de Daesh.
Las declaraciones políticas más difundidas han sido las de la fuerza,
la de responder inmediatamente bombardeando la ciudad de Raqqa. Pero a
diferencia de lo que ha ocurrido en Paris, no sabemos cuántas muertes,
cuantos asesinatos se han producido, no sabemos cuántos heridos, cuanta
gente se ha quedado sin casa, sin luz, sin agua o sin servicios médicos.
Seguramente entre los muertos y heridos se encontraran miembros del
Daesh, pero lo que es seguro es que la mayoría de las victimas serán
civiles que no comparten las razones de la guerra, que viven allí porque
no tienen capacidad o para desplazarse o para abandonar el país como
refugiados"
http://blogs.publico.es/cronicas-insumisas/2015/11/24/sin-piedad/
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