Enrique Bayo (no se olvide, el desenmascarador de las cloacas del estado en torno al comisario Villarejo):
"Con las bien medidas filtraciones de documentos a La Vanguardia se ha buscado rebatir cada una de las pruebas esgrimidas por este diario sobre las relaciones del CNI con el imán de Ripoll –como confidente de doble cara– y sobre los seguimientos del servicio secreto a la célula yihadista que capitaneó Abdelbaki es Satty (...)
La última entrega de esta campaña de descrédito, aparecida este 1 de agosto, presenta una elaborada explicación en torno al evidente desconocimiento que tenían los Mossos d’Esquadra sobre los antecedentes de Es Satty; un currículum que por supuesto lo tenía que haber descalificado como aspirante a imán del oratorio de Ripoll… igual que debería haber provocado su deportación inmediata a Marruecos tras su puesta en libertad después de cumplir más de cuatro años de prisión por narcotráfico. Ninguna de esas dos gravísimas decisiones irresponsables –revocar su orden de expulsión y aceptar su nombramiento como imán de oratorios– han sido explicadas razonablemente, salvo como parte de una inverosímil y larguísima cadena de errores y negligencias en la Seguridad del Estado que le permitieron protagonizar una trepidante carrera de actividades delictivas, complicidades con células yihadistas, radicalización y vínculos con presos extremistas en la cárcel, viajes ilimitados a los centros neurálgicos del salafismo en Bélgica y finalmente adoctrinamiento de su propia célula terrorista, que se trasladaba incesantemente de un extremo a otro de Catalunya para fabricar un tremendo polvorín de explosivos al tiempo que el cabecilla predicaba sermones incendiarios en su oratorio de Ripoll. Y todo ello, nos dicen, durante más de diez años pero sin llamar la atención de ninguna unidad de lucha antiterrorista (...)
Si antes de registrar al imán de un oratorio donde va a predicar a jóvenes musulmanes, en España no se hace chequeo ninguno de su historial ni de su trayectoria, entonces ese fallo global de seguridad es mucho más que garrafal, puesto que ni los responsables del Al Fath, primero, ni los del Annour, después, supieron nunca que ya llevaba dos condenas, una de ellas por narcotráfico, así como antecedentes de relaciones con yihadistas antes y durante su encarcelamiento. De haberlo sabido, jamás lo hubieran aceptado como guía coránico de sus fieles. Y ese inmenso error no es atribuible a los Mossos, ya que no podían entonces acceder a las bases de datos del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), salvo pidiéndolo a otros cuerpos de seguridad, ni a los otros archivos de la coordinación central antiterrorista porque el Ejecutivo de Rajoy y el Ministerio de Zoido precisamente mantenían a los Mossos desinformados en asuntos de Seguridad del Estado, y les impedían integrarse en el sistema Europol (...)
Además, según La Vanguardia: «No obstante, en la base de datos de la Guardia Civil sí constaba esa información y nunca dejó de estarlo. De hecho, diversas fuentes de distintos cuerpos policiales confirman, por un lado, que los datos de Es Satty nunca han sido borrados y, por otro, insisten en que estos, una vez recogidos e introducidos en el sistema, no pueden ser borrados sin dejar rastro». O sea, sabían sus antecedentes, incluso iban a vigilarlo de tanto en tanto, ¿y no avisaron a esa comunidad musulmana de su pasado yihadista? Para exculpar al CNI están dejando a las fuerzas de seguridad del Estado en muy mal lugar: son fallos continuados, a lo largo de años, en la obligada vigilancia de un sospechoso de yihadismo con antecedentes penales al que se le permite quedarse en España, viajar varias veces al centro neurálgico del salafismo en Europa, y adoctrinar a los jóvenes musulmanes de Ripoll durante todo ese tiempo. Inexplicable (...)
Además, la Guardia Civil explica que la estancia de Es Satty en Bélgica, en el epicentro del yidahismo de toda Europa, coincide con «los atentados llevados a cabo por la célula de Daesh (Estado Islámico) contra el aeropuerto y el metro de Bruselas el 22 de marzo del 2016». [Motivo del aviso de la policía belga a la catalana, pero estos no encontraron antecedentes en sus registros]Pero cuando regresa poco después a España, en abril, se le da luz verde para que predique en otro oratorio, esta vez el de Annour… y enseguida queda claro que hace sermones incendiarios, pero tampoco se actúa. La presunta cadena de fallos de las fuerzas de seguridad es abrumadora (...)
Se trata de otra visita a Bélgica, sólo cinco meses antes de los atentados, en la que recorre todas las mezquitas yihadistas del noreste de Bruselas, en una etapa en la que ya estaba preguntando por él la Policía Nacional en el oratorio de Ripoll; ya iban y venían desde Alcanar sus discípulos con el Audi A3, y ya empezaban a estar alarmados hasta los vecinos y familiares en Ripoll por el sesgo extremista que tenían sus discípulos. Pero tampoco sonó ninguna alarma ni se avisó a los Mossos. Y aquí es obligado recordar que José Antonio Nieto, quien era entonces el secretario de Estado de Seguridad, les espetó hace poco a los parlamentarios catalanes, con muy malos modos, que eran los Mossos los que debían haberse dado cuenta de que Es Satty se había radicalizado. ¡Pero si lo sabía la Guardia Civil desde el primer momento y así lo reflejan los informes de Instituciones Penitenciarias! Informes que también hemos reproducido en Público mostrando la versión redactada por el propio CNI. (...)
Y, una vez más, todo esto no es una teoría conspirativa, sino una gran suma de indicios y pruebas más que preocupantes de que los servicios secretos cometieron un descomunal fallo y/o negligencia con respecto al imán de Ripoll"
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