David Brooks (La Jornada):
Pero sobre todo, lo que impulsa estas expresiones son las consecuencias de la aplicación de las políticas neoliberales (desregulación, desmantelamiento de programas sociales, privatización de servicios públicos, asalto contra los sindicatos, y sobre todo liberalización del sector financiero) dentro de Estados Unidos, que han inclinado al país hacia una plutocracia mientras se eleva la desigualdad económica a niveles sin precedente desde poco antes de la gran depresión.
Mientras tanto, Sanders ha impuesto el mensaje de estos movimientos, sobre todo el de Ocupa Wall Street, en el centro del debate electoral, y con su invitación a una revolución política ha generado entusiasmo, sobre todo entre jóvenes, con el cual está sacudiendo a las cúpulas y también obligando a Clinton a girar hacia la izquierda sobre temas como la migración y la desigualdad económica.
Sanders ha logrado interrumpir la narrativa oficial al poner sobre la mesa asuntos que no se tocaban, como los acuerdos de libre comercio (sobre todo el TLCAN), como el aparente derecho de Estados Unidos a intervenir en otros países y promover cambios de régimen. En el último debate, la semana pasada en Miami, no sólo repudió el bloqueo contra Cuba, sino recordó la invasión de Bahía de Cochinos, al igual que los intentos por derrocar al gobierno sandinista con el apoyo estadounidense de la contra en Nicaragua (vale recordar que Sanders visitó Nicaragua en los 80). Anteriormente ha recordado las intervenciones estadounidenses en Irán y en el Caribe"
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