"Hay quienes se preguntan, incluso, si el caso habría adquirido la misma notoriedad si Ahed no tuviera el pelo rubio y alborotado, los ojos verdes, y si su apariencia e indumentaria no fueran tan occidentales. Si tuviera la piel aceitunada y usara hiyab o ropas largas y oscuras, ¿habría despertado la misma empatía en la opinión pública? (...) Hay profesionales del derecho y de la salud mental que insisten en denunciar el impacto demoledor que tiene sobre las víctimas, las familias y las comunidades, que niñas y niños de 12 o 13 años (y también menos) sean arrestados por soldados armados a guerra, que irrumpen con violencia en sus hogares en medio de la noche para arrancarlos de la cama y llevárselos con rumbo desconocido, con amenazas, golpes y malos tratos; que se los mantenga incomunicados/as, a menudo sin alimento y privados del sueño, durante días, sometiéndoles a interrogatorios prolongados y violentos, sin acompañamiento legal ni familiar –violando estándares internacionales relativos a la detención de menores, como la Convención de los Derechos de la Niñez, ratificada por Israel−; que se les juzgue en tribunales militares (el único país del mundo donde eso ocurre), adonde llegan vistiendo uniforme de prisioneros, engrillados y esposados; donde los ‘jueces’ son militares de un ejército de ocupación que los considera enemigos que deben ser neutralizados, y que por ello tienen una tasa de condena del 99 por ciento. En un claro ejemplo de apartheid, los menores (y adultos) israelíes son juzgados en tribunales civiles que ofrecen las garantías del debido proceso; incluyendo los colonos judíos que viven ilegalmente en Cisjordania, mientras sus vecinos palestinos son sometidos a jueces militares. La detención de menores es una práctica permanente en Palestina. Responde a una política deliberada del poder colonial ocupante: no solo aplastar la resistencia, sino más aún: aniquilar a las jóvenes generaciones palestinas, en una apuesta por ganar la guerra demográfica que obsesiona a Israel, pues las proyecciones indican que la población árabe crece más aceleradamente, amenazando así la hegemonía del ‘Estado judío’. En un proyecto colonizador de asentamiento como el sionismo, donde la población nativa no tuvo nunca otro destino que la limpieza étnica, la niñez y la juventud palestinas son una amenaza que debe ser eliminada. Ese objetivo se implementa de dos formas: el asesinato y la cárcel. Las ejecuciones sumarias y arbitrarias de jóvenes palestinos/as es una constante, y las cifras lo ilustran. Desde 2005, seis grandes ataques sobre Gaza mataron al menos a 1000 niñas y niños. Recordemos que en 2014 Israel asesinó a 2.200 personas en 51 días de bombardeos sobre Gaza, entre ellas más de 550 niñas y niños. Y desde el año 2000, Israel asesinó a más de 1800 niñas y niños palestinos. Si agregamos la juventud mayor de 18 años, las cifras suman varios ceros"
Eduardo Galeano (El cazador de historias): "En los días, los guía el sol. En la noche, las estrellas. No pagan pasaje, y viajan sin pasaporte y sin llenar formularios de aduana ni de migración. Los pájaros, los únicos libres de este mundo de prisioneros, vuelan sin combustible de polo a polo, por el rumbo que elijen y a la hora que quieren, sin pedir permiso a los gobiernos que se creen dueños del cielo"
“En los países democráticos no se percibe la naturaleza violenta de la economía, mientras que en los países autoritarios lo que no se percibe es la naturaleza económica de la violencia”
Bertolt Brecht
"Hay que aprender de los errores del siglo XX y superarlos. El capitalismo no lo ha hecho. Los socialistas deben hacerlo"
Tariq Ali
"La cuestión no es mercado sí o mercado no, es qué espacio tenemos que concederle al mercado para que tenga efectos positivos y qué espacio tenemos que quitarle para que no tenga efectos negativos"
César Rendueles ("Capitalismo canalla" antídoto para "Los enemigos del comercio" de A. Escohotado)
"Los poderosos siempre han perseguido a los alfabetizadores, a los que paraban las balas con columnas de periódico, a los que hacían escudos con libros cargados de metáforas y razones. También a los que han hecho visibles a los invisibles, a los que enseñan a decir no con una sonrisa y también a los que enseñan desde el monte a recordar que no hay que vivir de rodillas"
J.C. Monedero
Qué son los PsyOps: "Los daños que causan las PsyOps [Operaciones Psicológicas] se reflejan en la aparición de cambios en el plano cognitivo y mental (...) Toda operación militar, y por tanto toda operación psicológica, tiene que contar con una cadena de mando. El análisis detallado de los mensajes a través de Twitter y Facebook ha permitido descubrir «nodos de red», o sea estados mayores implicados en la operación. Estos están entrenados en el uso de métodos de control de las multitudes para crear una situación de contagio entre individuos de diferentes medios y orígenes. De esa manera, los estados mayores logran localizar fácilmente los «repetidores de opinión», o sea los individuos que influyen sobre los demás. Los especialistas pueden entonces optar entre informarlos sobre el proyecto o mantenerlos en la ignorancia de lo que está sucediendo"
Valentin Vasilescu (experto en inteligencia militar)
"Gozamos de tres bienes de valor incalculable. La libertad de conciencia, la libertad de palabra y la prudencia de no usar nunca ninguna de las dos". Mark Twain.
miércoles, 28 de febrero de 2018
Ahed Tamimi: un par de ovarios (hacia un 8M mundial)
"Hay quienes se preguntan, incluso, si el caso habría adquirido la misma notoriedad si Ahed no tuviera el pelo rubio y alborotado, los ojos verdes, y si su apariencia e indumentaria no fueran tan occidentales. Si tuviera la piel aceitunada y usara hiyab o ropas largas y oscuras, ¿habría despertado la misma empatía en la opinión pública? (...) Hay profesionales del derecho y de la salud mental que insisten en denunciar el impacto demoledor que tiene sobre las víctimas, las familias y las comunidades, que niñas y niños de 12 o 13 años (y también menos) sean arrestados por soldados armados a guerra, que irrumpen con violencia en sus hogares en medio de la noche para arrancarlos de la cama y llevárselos con rumbo desconocido, con amenazas, golpes y malos tratos; que se los mantenga incomunicados/as, a menudo sin alimento y privados del sueño, durante días, sometiéndoles a interrogatorios prolongados y violentos, sin acompañamiento legal ni familiar –violando estándares internacionales relativos a la detención de menores, como la Convención de los Derechos de la Niñez, ratificada por Israel−; que se les juzgue en tribunales militares (el único país del mundo donde eso ocurre), adonde llegan vistiendo uniforme de prisioneros, engrillados y esposados; donde los ‘jueces’ son militares de un ejército de ocupación que los considera enemigos que deben ser neutralizados, y que por ello tienen una tasa de condena del 99 por ciento. En un claro ejemplo de apartheid, los menores (y adultos) israelíes son juzgados en tribunales civiles que ofrecen las garantías del debido proceso; incluyendo los colonos judíos que viven ilegalmente en Cisjordania, mientras sus vecinos palestinos son sometidos a jueces militares. La detención de menores es una práctica permanente en Palestina. Responde a una política deliberada del poder colonial ocupante: no solo aplastar la resistencia, sino más aún: aniquilar a las jóvenes generaciones palestinas, en una apuesta por ganar la guerra demográfica que obsesiona a Israel, pues las proyecciones indican que la población árabe crece más aceleradamente, amenazando así la hegemonía del ‘Estado judío’. En un proyecto colonizador de asentamiento como el sionismo, donde la población nativa no tuvo nunca otro destino que la limpieza étnica, la niñez y la juventud palestinas son una amenaza que debe ser eliminada. Ese objetivo se implementa de dos formas: el asesinato y la cárcel. Las ejecuciones sumarias y arbitrarias de jóvenes palestinos/as es una constante, y las cifras lo ilustran. Desde 2005, seis grandes ataques sobre Gaza mataron al menos a 1000 niñas y niños. Recordemos que en 2014 Israel asesinó a 2.200 personas en 51 días de bombardeos sobre Gaza, entre ellas más de 550 niñas y niños. Y desde el año 2000, Israel asesinó a más de 1800 niñas y niños palestinos. Si agregamos la juventud mayor de 18 años, las cifras suman varios ceros"
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